El rompecabezas político de 2024: Trump, elecciones e incertidumbre en Estados Unidos
Un análisis del impacto de Trump en la política exterior y las maniobras electorales en Carolina del Norte y Arizona
Trump en Escocia: comercio, golf y geopolítica
Donald Trump, el expresidente de Estados Unidos y actual aspirante republicano para las elecciones de 2024, ha confirmado su visita a Escocia del 25 al 29 de julio. Lo que en principio parece una gira “de placer” a sus propiedades golfísticas, esconde también uno de los elementos más importantes de su agenda política: reunirse con el primer ministro británico Keir Starmer para ajustar un acuerdo comercial previo y fortalecer su perfil internacional antes de su segunda visita oficial al Reino Unido en septiembre.
Trump visitará dos de sus campos de golf en el país, los cuales están bajo administración de sus hijos Eric y Donald Jr. El viaje incluye Turnberry, que el magnate adquirió en 2014, y su campo en Aberdeen, donde abrirá un nuevo club en agosto. También adelantó que la conversación sobre comercio con Starmer podría darse en una de sus propiedades.
Turnberry, escenario de ediciones previas del British Open, no ha albergado el torneo desde 2009, antes de ser adquirido por Trump. En tanto, el campo en Aberdeen será sede del Scottish Championship del European Tour en agosto, consolidando sus propiedades como piezas claves en el negocio del golf internacional.
Carolina del Norte: ¿Voto seguro o represión encubierta?
Mientras tanto, en EE. UU., los funcionarios electorales de Carolina del Norte han lanzado una plataforma online con los datos de registro de más de 103,000 votantes que necesitan agregar información como su número de licencia o parcial del Seguro Social. Esta medida surge como respuesta a una demanda presentada por el Departamento de Justicia durante la administración Trump, y ha generado intensas críticas de asociaciones civiles y el Comité Nacional Demócrata (DNC), que temen que miles de votantes sean descalificados injustamente.
La cuestión comenzó por un error en los formularios de registro desde 2004, que no aclaraban adecuadamente la obligación de aportar dicha información al inscribirse. Como resultado, se cuestiona la validez de muchos registros y, en consecuencia, la elegibilidad de esos ciudadanos para votar en elecciones venideras.
La iniciativa denominada "Proyecto de Reparación de Registro" podría forzar a estos ciudadanos a emitir votos provisionales si no completan su información antes de septiembre, momento en que comienzan las elecciones municipales en el estado. Aunque el nuevo director republicano del estado, Sam Hayes, asegura que no se eliminará a ningún votante válido del padrón, la tensión no ha disminuido. Hay 100,000 votantes más en la misma situación, a quienes se contactará más adelante.
Arizona: una crisis interna sin precedentes sacude al Partido Demócrata
Lejos de Carolina del Norte, los demócratas de Arizona enfrentan sus propios problemas. El partido estatal destituyó a su presidente Robert Branscomb tras seis meses caóticos al frente. Branscomb, elegido tras las elecciones de 2024, trató de renovar el equipo directivo pero terminó enfrentado con figuras clave del partido como los senadores Mark Kelly y Ruben Gallego. También hubo denuncias de mala gestión financiera y divisiones ideológicas que complican los planes del partido para consolidar su presencia en un estado tradicionalmente republicano, pero que en la última década ha visto avances demócratas.
Branscomb, quien fue el primer presidente negro del partido en el estado, ha sugerido que su destitución tuvo componentes raciales y que no se le dio tiempo para implementar sus propuestas. En contraste, figuras como la gobernadora Katie Hobbs y el fiscal general Kris Mayes han decidido tercerizar la organización comunal en lugar de confiar en la estructura oficial del partido de Arizona.
La división llega en un momento sensible, con dos distritos clave en la Cámara de Representantes en riesgo y la necesidad de seguir movilizando votantes en miras a la contienda presidencial de 2028.
Una radiografía del momento político estadounidense
Los tres eventos —el tour diplomático-empresarial de Trump en Reino Unido, el pulso entre registro seguro y posible supresión del voto en Carolina del Norte, y la crisis partidaria de los demócratas de Arizona— revelan el estado actual de la democracia estadounidense: polarizada, fragmentada y marcada por litigios, percepciones de injusticia y estrategias electorales agresivas.
Estados Unidos vive, como diría el politólogo Larry Sabato, una realineación durmiente, donde el cambio no se produce con una explosión, sino con sismos acumulados que redefinen la política desde lo local hasta lo global.
Desde las tensiones internas entre demócratas hasta las estrategias de Trump para posicionarse como un actor internacional (mientras gestiona su imperio empresarial de golf), el escenario político sigue alimentando un clima de incertidumbre que, más que nunca, exhibe la fragilidad de las instituciones y el poder real del voto.
Y como dijo el legendario Frank Rich en The New York Times: “En política, la imagen lo es todo, y esa imagen hoy parece un espejo roto”.
¿El futuro? Se define en las urnas… y en los campos de golf
Trump combina diplomacia internacional y exhibicionismo empresarial en sus propiedades escocesas, mientras el sistema electoral lucha por ser íntegro y equitativo a nivel local. La paradoja es evidente: una democracia vigilada desde dentro por fallos administrativos y conflictos internos y, desde fuera, por una figura que fusiona lo empresarial, lo político y lo personal.
El calendario marca ya cada día como una cuenta regresiva hacia noviembre de 2024. Y tanto los ciudadanos de Carolina del Norte, Arizona y el resto del país, como los accionistas de sus campos de golf en Escocia, están en el mismo tablero: esperando la jugada definitiva de la partida política más tensa del siglo XXI.