El legado eterno de David Wright: El Capitán que se ganó el corazón de los Mets

El número 5 de David Wright se eleva en lo más alto de Citi Field mientras los Mets honran a su última gran leyenda

Un homenaje esperado durante más de dos décadas

Este 19 de julio de 2025, el Citi Field fue testigo de uno de los momentos más emotivos en la historia reciente de los New York Mets: la inducción de David Wright al Salón de la Fama de los Mets y el retiro oficial de su icónico número 5. La ceremonia no solo rindió homenaje a una carrera marcada por la excelencia y la pasión por el deporte, sino que también celebró la historia de un jugador que se convirtió en sinónimo del equipo neoyorquino.

La historia de Wright con los Mets comenzó casi 21 años atrás cuando debutó contra los Expos de Montreal el 21 de julio de 2004. Desde entonces, poco a poco, se fue ganando el respeto de sus compañeros, de los fanáticos e incluso de sus rivales, convirtiéndose en el rostro de la franquicia durante más de una década.

David Wright: El 'Capitán América' de Queens

Nacido en Norfolk, Virginia, y criado en una familia que adoraba el béisbol, Wright fue un niño fanático de los Mets que asistía a los juegos de Triple-A en Tidewater, la antigua filial del equipo. En múltiples entrevistas ha contado cómo se pasaba horas practicando en su patio trasero, golpeando pelotas con costuras desgastadas hasta que caía la noche. Su amor por el juego y por los Mets era tan profundo que llegar a las Grandes Ligas y vestir sus colores fue más que un sueño cumplido: fue una misión de vida completada con éxito.

Desde su primera campaña completa en 2005, Wright mostró tener todas las herramientas que se buscan en un tercera base estelar: bateo para promedio y poder, defensa consistente y liderazgo nato. En sus primeras 10 temporadas, logró un .301 de promedio, conectó 222 jonrones, impulsó 876 carreras y registró un impresionante OPS de .888. Muchas veces fue comparado con leyendas como Brooks Robinson o George Brett, y parecía tener boleto directo a Cooperstown.

Lesiones: el villano silencioso

Lamentablemente, el cuerpo de Wright no pudo sostener el alto nivel de exigencia. A partir de 2015, las lesiones crónicas en la espalda, el cuello y los hombros comenzaron a diezmar su desempeño y disponibilidad. Fue diagnosticado con estenosis espinal, una condición degenerativa que afecta la médula espinal, y ello lo forzó a ser operado múltiples veces.

Entre 2016 y 2018 jugó apenas 211 partidos, y su despedida llegó formalmente en ese último septiembre, cuando el Citi Field vivió una noche de emociones incontrolables. Wright volvió al campo por última vez, saludó al público, abrazó a sus compañeros, y dejó el diamante como lo hacen los campeones: con la frente en alto y una ovación de pie.

El homenaje: lágrimas, aplausos y gratitud

La ceremonia de inducción de este julio de 2025 estuvo cargada de simbolismo. David Wright emergió desde el lado de la tercera base, caminó por el césped del Citi Field hasta una base tercera bañada en oro y, desde allí, saludó a más de 40 mil fanáticos mientras su número 5 era retirado oficialmente, elevándose por encima del jardín izquierdo.

Un detalle curioso: justo en el instante en que el número fue revelado, un avión despegó del cercano aeropuerto LaGuardia, una metáfora perfecta para la carrera de Wright: siempre aspirando a volar más alto.

En su discurso, Wright agradeció a sus compañeros, entrenadores, la familia Wilpon —antigua propietaria del equipo— y a figuras fallecidas importantes en su trayectoria, como Shannon Dalton Forde y el fotógrafo Marc Levine. También recordó con humor su primer número en los entrenamientos de primavera: el 72. Con una sonrisa, relató que habría estado feliz con ese número, pero el jefe de utilería, Charlie Samuels, le asignó el 5 en honor a Robinson y Brett, anticipando tal vez el futuro brillante que le esperaba.

Estadísticas de leyenda

  • Promedio de bateo: .296
  • Jonrones: 242
  • Impulsadas: 970
  • OPS de por vida: .867
  • 7 veces All-Star
  • 2 Guantes de Oro
  • 2 Bates de Plata

Además, Wright fue el jugador con más partidos, más carreras impulsadas, más dobles y más hits en la historia de los Mets. Por eso, su número 5 ahora cuelga junto a gigantes como Tom Seaver, Mike Piazza, Keith Hernandez, Darryl Strawberry y Jackie Robinson.

Un capitán diferente

A diferencia de otras figuras, David Wright siempre mostró una humildad poco común para una superestrella. Fue nombrado capitán de los Mets en 2013, y ese rol lo desempeñó con devoción y entrega. Para Wright, ser capitán no era solo una distinción simbólica, sino una responsabilidad hacia sus compañeros y hacia los miles de aficionados que acudían cada noche al estadio.

Si me hubieran dicho de niño que esto iba a pasar, no lo habría creído”, dijo entre lágrimas. “Gracias por dejarme vivir mi sueño frente a todos ustedes. ¡Let’s go Mets!

Hombres como Wright no abundan

En una era donde la lealtad a un equipo es cada vez más rara, Wright representa una casta que parece extinta: jugadores que dedican toda su carrera a una sola organización. En ese sentido, el número 5 no solo simboliza buenos números, sino fidelidad, carácter y respeto.

De hecho, es el único jugador de los Mets en tener su número retirado tras haber jugado únicamente para la franquicia. Esa exclusividad aumenta la relevancia de su legado y lo convierte en una figura inmortal en la historia del béisbol en Nueva York.

Wright en la cultura de los Mets

David Wright no fue solo un pelotero; fue una figura cultural. Inspiró cómics, campañas sociales, apariciones en televisión y series. Su apodo de “Capitán América”, surgido tras su actuación heroica en el Clásico Mundial de Béisbol 2009, quedó grabado en la memoria colectiva de los fanáticos.

En los momentos difíciles del equipo, Wright fue un referente de profesionalismo. Jamás buscó excusas, nunca culpó a otros y siempre dio la cara. Su ética de trabajo es hoy un modelo para generaciones futuras. Y, como suele pasar con los ídolos eternos, su influencia se sentirá por muchos años más, incluso alejado de los diamantes.

Un adiós sin cuento de hadas, pero inmortal

Muy pocos atletas obtienen el final que quieren. El mío no fue de cuento, pero fue mejor que el de la mayoría”, dijo con sabiduría David Wright. Y tiene razón. Aunque las lesiones impidieron una despedida sobre el campo con trofeos y victorias, su legado no depende de estadísticas ni banderines colgados. Su huella queda en el alma de los Mets y de quienes vieron en él algo más que un bateador: un ser humano ejemplar.

El Citi Field tiene ahora un nuevo inmortal en sus alturas. Y cada vez que alguien llegue al estadio y vea ese número 5 colgado, sabrá que allí jugó un capitán de verdad.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press