Tokenización de activos: ¿el futuro de las finanzas o una amenaza regulatoria?
Robinhood, exchanges y el auge de los tokens representan una revolución financiera que inquieta a los reguladores
Un nuevo paradigma financiero
Imagina adquirir una porción de una obra de arte, invertir en bienes raíces o participar en el capital de una startup de Silicon Valley desde tu celular, con solo unos clics. La tokenización de activos busca hacer esto una realidad usando la tecnología blockchain, revolucionando la inversión y, según sus defensores, democratizando el acceso a una riqueza antes reservada a unos pocos.
Grandes nombres como Robinhood, BlackRock, Franklin Templeton e incluso Coinbase están apostando en grande por la tokenización, avanzando sobre un terreno donde la innovación choca de frente con regulaciones centenarias. ¿Estamos ante una nueva era dorada de las criptomonedas, o frente a una burbuja legal con consecuencias impredecibles?
¿Qué es la tokenización?
La tokenización consiste en representar activos del mundo real como tokens digitales en una blockchain. Estos pueden ser acciones, bonos, bienes raíces o incluso fracciones de arte, permitiendo su comercio 24/7 en plataformas similares a los exchanges de criptomonedas.
Como explicó Katie Haun, exfiscal y actual inversionista de capital de riesgo en criptomonedas: “La tokenización va a expandir el mercado de las inversiones tal como Netflix cambió la forma en que vemos televisión. Antes tenías que ver 'Seinfeld' un jueves a las 9 p.m., ahora puedes ver 'Squid Game' desde Corea en cualquier momento”.
Intermediarios reinventados
Este modelo promete reducir costos, eliminar intermediarios costosos y otorgar acceso a millones de inversionistas minoristas. Irónicamente, quienes parecen beneficiarse más son precisamente los nuevos intermediarios del siglo XXI: exchanges como Robinhood o Kraken.
“Es irónico, porque las criptomonedas nacieron para eliminar intermediarios, y ahora esas plataformas podrían ser las grandes ganadoras”, señala Lee Reiners, académico de la Universidad de Duke.
El empuje regulatorio de Trump
La elección del expresidente Donald Trump en EE. UU. ha dado alas al ecosistema de criptoactivos. Una de sus prioridades ha sido promover un marco favorable para tecnologías emergentes, como una ley sobre stablecoins que firmó recientemente. Esta postura ha permitido que la SEC (Comisión de Bolsa y Valores) suavice su visión sobre ciertos productos tokenizados.
Paul Atkins, presidente de la SEC, comentó: “La tokenización es una innovación que no debemos frenar, sino entender y guiar”. Esta sentencia ha impulsado a muchas empresas del sector a experimentar con productos que antes evitaban por miedo a litigios.
Robinhood y las acciones tokenizadas
La plataforma Robinhood lanzó recientemente acciones tokenizadas de empresas como OpenAI y SpaceX para sus clientes europeos. Así, un usuario puede adquirir fracciones de acciones de compañías no cotizadas con facilidad y casi sin restricciones. Sin embargo, este movimiento despertó alertas regulatorias e incluso críticas directas de las mismas empresas implicadas.
OpenAI respondió desde su cuenta oficial: “Cualquier transferencia de acciones de OpenAI requiere nuestra aprobación. No respaldamos las acciones de Robinhood”.
¿Una amenaza a las reglas del mercado?
Expertos legales se preguntan si esta ola de innovación está derivando en arbitraje regulatorio. “La tokenización podría servir para esquivar requisitos legales diseñados para proteger a los inversores”, advierte Hilary Allen, profesora de Derecho Financiero en la American University.
Según la SEC, aunque un activo digital sea representado mediante blockchain, eso no cambia su naturaleza subyacente. “La tecnología no transforma mágicamente un bono no regulado en un valor seguro solo porque está en cadena”, resumió la comisionada Hester Peirce.
El objetivo: empresas privadas y acceso anticipado
Una parte especialmente polémica del fenómeno es la venta tokenizada de acciones en empresas privadas no cotizadas. En lugar de esperar a que una compañía haga una oferta pública (IPO), los tokens permiten a inversionistas minoristas obtener exposición temprana.
“Los beneficios de invertir en startups como Stripe, OpenAI o SpaceX están demasiado limitados a insiders con acceso privilegiado. La tokenización puede romper esas barreras”, dijo Johann Kerbrat, ejecutivo de Robinhood.
Sin embargo, otros argumentan que sin la rigurosidad regulatoria de las bolsas públicas, los riesgos para el pequeño inversor aumentan vertiginosamente. Allen alerta: “Parece que volvemos al siglo XX, cuando vendedores ambulantes ofrecían acciones dudosas sin respaldo alguno”.
Un mercado proyectado en billones
De acuerdo con McKinsey, la tokenización de activos podría alcanzar una capitalización global de hasta $2 billones de dólares en 2030. Ya hay fondos del mercado monetario tokenizados como los de BlackRock y Franklin Templeton, y stablecoins como USDC o Tether mueven billones cada año, estableciendo precedentes tecnológicos y regulatorios.
Estos fondos tokenizados permiten liquidez casi inmediata, sin las restricciones bancarias tradicionales, facilitando una ola de innovación en los servicios financieros.
Europa y Asia: el nuevo campo de pruebas
Mientras EE. UU. debate qué tan flexible debe ser su regulación, otras jurisdicciones como Suiza, Singapur y Emiratos Árabes están posicionándose como líderes en adopción de tokenización. Plataformas como Kraken ya permiten a sus usuarios fuera de EE. UU. comerciar con acciones tokenizadas de empresas como Apple o Tesla.
“No se trata solo de criptomonedas, sino de integrar Wall Street con la descentralización”, afirmó Haun, destacando el atractivo de estos activos híbridos.
Problemas técnicos y desafíos legales
Las empresas deben considerar no solo aspectos regulatorios, sino también riesgos tecnológicos. Las blockchains pueden presentar congestiones, errores de programación o ataques informáticos. Además, la validez de cada token depende de que tenga respaldo legal y financiero.
Un token que representa propiedad en un inmueble debe tener ese vínculo legalmente certificado, lo que exige una infraestructura jurídica robusta, y una interoperabilidad con mecanismos tradicionales de registro. Esto ha generado una creciente demanda de oráculos legales y servicios de verificación descentralizada para cumplir con estas exigencias.
¿Estamos preparados para esta revolución?
El panorama de la tokenización es prometedor, pero está plagado de interrogantes. ¿Dónde se establece el límite entre innovación y abuso? ¿Quién protege al inversor minorista ante un fallo tecnológico o el colapso de un token sin respaldo real?
El futuro de las finanzas podría pasar por tokens que transformen la forma en que compramos, invertimos e interactuamos con los activos. Pero la forma en que gobiernos y organismos reguladores respondan a esta disrupción será crucial para que esa evolución no termine en tragedia.
Como dice Vlad Tenev, CEO de Robinhood: “La tokenización abrirá la puerta a una revolución comercial masiva”. Sin embargo, la historia financiera está llena de promesas rotas en nombre de la innovación mal regulada. El tiempo dirá si este nuevo capítulo será distinto.