Los Phillies apabullan a los Yankees: errores, historia y otra noche mágica de Schwarber

Por segunda noche consecutiva, el Yankee Stadium fue escenario de un festín ofensivo de los Philadelphia Phillies, liderados por un Kyle Schwarber imparable y un J.T. Realmuto oportuno. Pero mientras una franquicia celebra, otra se desmorona defensivamente, con errores costosos, decisiones apresuradas y un bullpen que no responde. Veamos esta historia desde un Hot Take.

Errores en serie: ¿Qué le pasa a los Yankees?

La jugada que cambió el curso del encuentro fue un error de Paul Goldschmidt en la séptima entrada. Con corredores en tercera (Trea Turner) y segunda (Kyle Schwarber), Nick Castellanos conectó un débil rodado de apenas 42 pies, a 61.4 millas por hora. Goldschmidt, ganador de cuatro Guantes de Oro, intentó hacer una jugada heroica al plato. El tiro, desequilibrado, voló sobre la mascota de Austin Wells, permitiendo que Turner empatara el juego, mientras Schwarber avanzaba a tercera y Castellanos a segunda.

La reacción del propio Goldschmidt luego del partido fue la de aceptar su error y reconocer que debió ir a primera para asegurar el out. “Probablemente demasiado agresivo de mi parte. Intenté forzar una jugada que ya estaba perdida y en lugar de eso dejamos la puerta abierta”, afirmó el veterano primera base.

Este fue el número nueve de los Yankees en solo cuatro juegos, y el error número 54 en lo que va de la temporada. Durante julio, la franquicia neoyorquina ha tenido una ERA de 6.20, la peor en todas las Grandes Ligas. En contraste, durante su arranque de 35-20, cometieron solo 30 errores. El bajón es evidente.

La explosión ofensiva de Philly: Schwarber histórico

La noche fue también significativa por otro motivo: Kyle Schwarber conectó el jonrón número 319 de su carrera, que además fue su hit número 1,000, superando el récord de Mark McGwire como el jugador con más cuadrangulares en sus primeros mil imparables.

“No sabía ni que era mi hit número 1,000, y mucho menos que había superado a McGwire”, dijo Schwarber, que actualmente lleva 36 jonrones en la temporada, a solo tres del líder de la MLB, Cal Raleigh. Impresionante también es que de esos 1,000 hits, casi un tercio sean jonrones. Schwarber incluso tiene más cuadrangulares que sencillos esta campaña (46).

El primer vuelacercas, que selló ese hito, fue un bombazo de 413 pies que empató el juego 2-2. Luego, tras el jonrón de tres carreras de Realmuto en la séptima entrada, y con los Yankees acercándose en la parte baja, Schwarber volvió a responder con otro cuadrangular, este de 380 pies. En total, lleva seis jonrones en los últimos siete juegos.

“No sé dónde estaríamos sin él”, dijo el mánager de los Phillies, Rob Thomson. Realmuto, a su vez, lo calificó como “una fuerza imparable e indescriptible para esta alineación”.

Contexto histórico: ¿Por qué es tan impresionante lo de Schwarber?

El nombre de Kyle Schwarber queda así inscrito en los libros de historia al superar a una leyenda como Mark McGwire. Pero más allá del récord, hay que valorar su consistencia:

• 35 o más jonrones en sus cuatro temporadas con los Phillies.
• 33 juegos con múltiples jonrones en su carrera.
• Promedio de bateo de .255 con 82 carreras impulsadas este año.
• Un OPS de .960, entre los mejores de las Grandes Ligas.

Y todo esto cuando está próximo a ser agente libre, tras finalizar un contrato de cuatro años y $79 millones. El propio propietario de los Phillies, John Middleton, ya avisó: “Lo amamos. Queremos que se quede”.

¿Qué más pasó esa noche? Realmuto y la sentencia

Después del error de Goldschmidt, Luke Weaver intentó minimizar el daño, pero dejó un cambio colgado que J.T. Realmuto machacó para un jonrón de tres carreras. Fue el golpe que quebró a unos Yankees ya mentalmente vulnerables, sellando definitivamente el rumbo del encuentro.

Realmuto, considerado el mejor receptor completo de la MLB, sigue demostrando por qué es una figura clave en Philadelphia. En la temporada ha sido una presencia constante detrás del plato y ahora también con el bate oportuno.

Yankees: ¿pueden dar la vuelta?

Muchos creen que todo lo que necesita Nueva York es una buena racha para volver a entrar en la lucha divisional. Actualmente están 5.5 juegos detrás de Toronto en el Este de la Liga Americana, y tienen récord de 3-6 desde que terminó una racha positiva de cinco victorias.

“Estamos en buena posición para hacer un repunte”, dijo Austin Wells tras el juego. él mismo había conectado uno de los cuatro jonrones solitarios de los Yankees esa noche. Sin embargo, el cuerpo de relevistas permitió 10 carreras y la efectividad del bullpen es la 23ª entre 30 equipos (4.28).

Si bien el poder ofensivo existe, los errores defensivos, decisiones precipitadas y un cuerpo de lanzadores inestable están hundiendo al equipo. La presión sobre Aaron Boone aumenta.

¿Qué viene para ambos equipos?

Los Phillies ahora lucen como verdaderos contendientes en la Liga Nacional. Schwarber está encendido justo en el momento decisivo de la temporada, Realmuto brilla con su bate, y la ofensiva total parece funcionar con eficiencia y sincronización.

Para los Yankees, el tiempo se agota, y mientras el Este de la Americana se vuelve más competitivo, errores como el de Goldschmidt son el reflejo de un equipo al borde de perder el rumbo. El talento está ahí. Pero ¿puede finalmente conectar eso con resultados consistentes?

Como dijo Schwarber, “vienes al estadio cada día a buscar una victoria”. Algunos lo logran. Otros olvidan cómo se hace.