Donald Trump entre el golf, los conflictos y las negociaciones comerciales
El expresidente mezcla negocios, diplomacia y ocio durante su visita a Escocia, en medio de tensiones en Asia y negociaciones clave con la UE y Reino Unido
Un viaje que combina placer y poder
Donald Trump ha vuelto a dar que hablar. Su visita a Escocia, inicialmente planeada como un retiro personal para disfrutar sus campos de golf y concretar la inauguración de un nuevo complejo, se ha convertido en un dinámico escenario donde se entrecruzan temas de alto calibre geopolítico, empresarial y económico.
Durante su estadía en Turnberry —uno de sus campos de golf más emblemáticos—, el magnate y expresidente estadounidense ha encontrado espacio no solo para practicar su swing, sino también para reunirse con figuras clave del panorama internacional. Entre ellas destacan la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Keir Starmer. El objetivo central: renegociar acuerdos comerciales y mostrar un perfil diplomático que, a pesar de su retiro oficial del poder, sigue generando titulares en todo el mundo.
Negociaciones tensas con la Unión Europea
Uno de los puntos más comentados del viaje fue el encuentro con von der Leyen. La cita, anunciada a última hora y mantenida a puerta cerrada, buscaba destrabar las tensiones en torno a un posible incremento del 30% en las tarifas arancelarias que Estados Unidos impondría contra los 27 miembros de la Unión Europea.
Trump, fiel a su estilo, calificó las probabilidades de cerrar el trato como un "50/50". Aunque esta podría parecer una valoración optimista, lo cierto es que el expresidente ya ha postergado la fecha límite para la aplicación de dichos aranceles. La UE, por su parte, indicó que si se concretaban —algo cada vez más probable—, respondería con medidas similares sobre bienes estadounidenses como carne, autopartes y aviones Boeing.
Este posible conflicto amenaza con reavivar una guerra comercial transatlántica que podría tener un impacto de hasta $100 mil millones anuales en intercambios entre ambas economías, según estimaciones del Center for Economic Policy Research.
El telón de fondo: una relación comercial ya dañada
Durante su mandato, Trump implementó una política comercial agresiva centrada en reducir déficits mediante la imposición de aranceles punitivos. Si bien logró algunos acuerdos, como con México-Canadá (T-MEC), su relación con socios clave —la UE incluida— sufrió.
Los datos lo demuestran. Según cifras del U.S. Census Bureau, el déficit comercial de EE.UU. con la UE en 2019 alcanzó los 177 mil millones de dólares, uno de los más altos históricamente.
Trump confía aún en su tradicional estrategia de máximo apalancamiento. "Hay que saber cuándo presionar… y cuándo dar algo a cambio", comentó en una publicación en Truth Social antes del encuentro.
El conflicto entre Tailandia y Camboya: ¿el nuevo rol de mediador?
Mientras se mantenía la tensión con Europa, Trump se entrometía en otro frente: el conflicto fronterizo entre Tailandia y Camboya. Tras una escalada violenta de cuatro días, con más de 33 muertos y 168,000 desplazados, Trump asumió el papel de mediador informal.
"¡Estoy intentando simplificar una situación compleja!", escribió en su plataforma. Afirmó que se comunicó personalmente con los líderes de ambas naciones, Hun Manet de Camboya y Phumtham Wechayachai de Tailandia, logrando que se comprometieran a buscar una negociación de cese al fuego.
Hun Manet incluso confirmó públicamente su disposición a un alto al fuego inmediato, mientras que Tailandia lo aceptó "en principio", aunque con reservas ante las intenciones camboyanas.
¿Realidad o pantomima diplomática?
Más allá de estos avances aparentes, el conflicto sigue activo. Acusaciones cruzadas entre ambos ejércitos se intensifican: uso de bombas de racimo, ataques a civiles y baja coordinación en las líneas de frente.
Camboya reportó que Tailandia intensificó sus bombardeos sobre templos ancestrales como el Ta Muen Thom, símbolo de la disputa histórica que lleva décadas sin una resolución estable. Por su parte, el ejército tailandés declaró que las tropas camboyanas dispararon primero y atacaron viviendas civiles.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch han condenado el uso de municiones prohibidas, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU solicitó a la ASEAN que intervenga como mediadora formal.
La estrategia Trump: entre el show y la política tradicional
La combinación de golf, negocios familiares, diplomacia comercial y tensas gestiones de conflictos recuerda una vez más el estilo Trump: mediático, impredecible y personalista. La línea entre sus intereses económicos y sus funciones políticas ha sido difusa desde sus inicios en la Casa Blanca, y continúa siéndolo.
No es coincidencia que su visita a Escocia incluya la apertura oficial de su tercer campo de golf en Aberdeen —con fechas públicas de tee-off a partir del 13 de agosto—, en un acto que compartirá con su hijo Eric Trump.
Los críticos señalan que estas actividades empañan la transparencia de sus actuales motivaciones en política internacional. "Está jugando con la economía global desde una sala de golf", ironizó un columnista del Financial Times.
Relaciones con Reino Unido: ¿modelo de éxito?
En el lado británico, las cosas pintan un poco mejor. Trump aseguró haber cerrado un acuerdo comercial con Reino Unido después de conversaciones en la cumbre del G7 en Canadá y que su encuentro con Keir Starmer será para "pulir detalles menores".
Sin embargo, fuentes de Downing Street indican que aún falta trabajo para concluir completamente el pacto. "Tenacidad y pragmatismo serán necesarios para resolver los flecos técnicos", señaló un vocero del primer ministro.
¿Cuánto poder tiene verdaderamente Trump hoy?
Es evidente que, aunque fuera del Despacho Oval, Trump sigue siendo una pieza influyente en la geopolítica internacional. La atención que genera, la disposición de líderes a reunirse con él y su capacidad para condicionar titulares lo mantienen en un rol notable dentro del tablero político.
Pero también existen dudas: ¿es realmente responsable hoy de redirigir el rumbo del comercio global o simplemente se aprovecha del legado que dejó? ¿Puede encabezar ceses al fuego internacionales sin el respaldo institucional de la Casa Blanca?
Ante este complejo panorama, queda claro que Donald Trump ha encontrado un nuevo terreno de juego: uno donde el green del golf se mezcla con el ajedrez diplomático. Y aunque los golpes pueden parecer impredecibles, la estrategia detrás de cada uno de ellos aún busca un trofeo mayor: su permanencia como figura central del poder global.