¿Está Israel cometiendo genocidio en Gaza? La denuncia sin precedentes de las ONG israelíes

Por primera vez en la historia del conflicto, organizaciones judías de derechos humanos acusan a su propio gobierno de genocidio. ¿Cambio moral o ruptura nacional?

Una acusación que estremece desde adentro

En medio de los ecos infinitos del conflicto israelí-palestino, una afirmación estremecedora ha sacudido a la sociedad israelí y a la comunidad internacional: dos organizaciones de derechos humanos israelíes —B’Tselem y Physicians for Human Rights - Israel (PHRI)— han acusado a su propio país de cometer genocidio en Gaza.

Esta denuncia no proviene de voces externas que Israel suele desestimar como antisemitas, sino de asociaciones ubicadas en su mismo seno sociopolítico. Se trata de un quiebre moral profundo en una nación que, forjada sobre las cenizas del Holocausto, se ha mantenido particularmente sensible al uso de ese término. Pero estas organizaciones no han dudado en calificar las acciones del gobierno israelí como crímenes de genocidio según la Convención de la ONU de 1948.

¿Qué se entiende por genocidio?

La Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, firmada en 1948 tras la Segunda Guerra Mundial, define genocidio como:

  • Actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso.
  • Estos actos incluyen asesinatos, lesiones graves, sometimiento a condiciones que conduzcan al exterminio físico, esterilización forzada entre otros.

La acusación realizada por B’Tselem y PHRI se centra en que las acciones del ejército israelí en Gaza, junto con las políticas gubernamentales y los discursos públicos de altos funcionarios, cumplen con al menos tres actos de genocidio reconocidos por el derecho internacional.

Los argumentos de las organizaciones

Para llegar a esta conclusión, las ONG presentan un análisis exhaustivo basado en:

  • Testimonios de víctimas y periodistas.
  • Análisis legales respaldados por expertos en derecho internacional humanitario.
  • Documentación pública de políticas israelíes y declaraciones de autoridades.

Según PHRI, en su análisis médico-legal detallado, Israel ha desmantelado paso a paso los sistemas esenciales para la vida en Gaza: hospitales, acceso a agua potable, electricidad y alimentos. La destrucción sistemática de la infraestructura sanitaria y social ha sido interpretada como un intento deliberado de socavar las condiciones básicas de vida de los palestinos.

¿Qué ha cambiado para que se rompa este tabú?

En los casi 22 meses de guerra tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, murieron más de 37.000 palestinos, según cifras oficiales de fuentes en Gaza. A pesar de la magnitud del impacto, la sociedad israelí ha sido reacia a cuestionar públicamente la conducta del ejército, dada su implicación en el conflicto y la percepción de estar librando una guerra existencial.

Pero estas voces disidentes apuntan a un colapso moral imposible de ignorar.

“Como nieto de un sobreviviente del Holocausto, es muy doloroso para mí llegar a esta conclusión”, dijo Guy Shalev, director de PHRI. “Pero crecer en una sociedad que da tanta importancia al 'Nunca Más' demanda responsabilidad”.

Shalev admite que hacer esta acusación desde dentro de Israel puede abrir la puerta al debate y permitir que el término "genocidio" se despoje del tabú generalizado cuando se trata de acciones israelíes.

La reacción del gobierno y la sociedad israelí

Hasta el momento, el gobierno de Benjamin Netanyahu no ha hecho comentarios públicos sobre los informes de las ONG israelíes. Pero la línea oficial sigue siendo de rechazo absoluto a cualquier denuncia de este tipo, calificándolas como antisemitas y una distorsión de la realidad.

Israel insiste en que actúa conforme al derecho internacional, y ha responsabilizado a Hamás de la mayoría de las víctimas civiles “por utilizar escudos humanos”. Tanto la Corte Penal Internacional (CPI) como la Corte Internacional de Justicia (CIJ) están investigando los crímenes e incluso han emitido órdenes de arresto internacional contra Netanyahu y su entonces ministro de Defensa, Yoav Gallant.

¿Guerra de defensa o plan de exterminio?

El gran debate que rodea al uso del término “genocidio” gira en torno a la intencionalidad. ¿Está Israel intentando destruir al pueblo palestino como grupo nacional?

Las ONG argumentan que sí, basándose en:

  • Declaraciones públicas de ministros israelíes que hablan abiertamente de “borrar Gaza del mapa”.
  • Acciones concretas como bombardeos indiscriminados a hospitales y zonas residenciales.
  • El asedio total a recursos básicos: comida, agua, electricidad e insumos médicos.

B’Tselem afirma que Israel ha pasado de una política de control y represión de la población de Gaza a una de destrucción sistemática. Según sus datos, más del 65% de las viviendas en la Franja han sido destruidas y más de 1,9 millones de personas han sido desplazadas internamente.

La hostilidad dentro de Israel a los críticos

Estas organizaciones no son nuevas en su postura crítica con el régimen israelí. B’Tselem, por ejemplo, ya en 2021 calificó a Israel como un régimen de apartheid. Han dejado de cooperar con las Fuerzas Armadas por considerar que sus investigaciones internas carecen de seriedad. A pesar de su reconocimiento internacional, dentro de Israel son vistas por el público general como elementos de la izquierda extrema.

Un ejemplo que muestra el clima social es que varios miembros de estas ONG han recibido amenazas tras los recientes informes. Las redes sociales se llenaron de denuncias contra ellos, acusándolos de “traidores” y “colaboradores del enemigo”.

¿La comunidad internacional está haciendo lo suficiente?

Las ONG han sido categóricas: el mundo ha hecho poco o nada para detener la catástrofe humanitaria en Gaza.

“Tenemos la obligación de hacer todo lo posible para decir la verdad y estar al lado de las víctimas”, expresó Sarit Michaeli, directora internacional de B’Tselem.

Human Rights Watch y Amnistía Internacional ya habían calificado previamente los ataques como crímenes de guerra, pero el paso dado por las voces israelíes marca un antes y un después. Es un llamado urgente a los gobiernos, organismos multilaterales e incluso a ciudadanos judíos de todo el mundo a revisar críticamente el papel de Israel en la Franja de Gaza.

Impacto internacional: ¿cambio de paradigma?

En paralelo a este debate, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) continúa examinando la denuncia por genocidio presentada por Sudáfrica contra Israel. Los informes de B’Tselem y PHRI podrían servir como documentos clave en ese proceso. Por otro lado, es posible que la narrativa hegemónica de defensa israelí empiece a resquebrajarse fuera del país gracias a estas denuncias provenientes de su propia población.

La crítica desde el interior tiene una potencia que incluso los informes internacionales carecen, por su cercanía con los hechos y por romper esa idea de "solidaridad ciega" en tiempos de guerra.

¿Puede haber justicia y reconciliación?

Este capítulo, doloroso y fundamental, regreso a una pregunta que desde hace décadas exige respuesta: ¿cómo poner fin a la violencia y alcanzar una paz real?

La acusación de genocidio no es solo un término jurídico, sino también un juicio moral colectivo. El hecho de que se plantee desde Israel mismo tal vez sea una muestra de que el silencio está comenzando a resquebrajarse, y con ello, puede venir el inicio del reconocimiento de los errores y crímenes cometidos en una de las guerras más prolongadas y sangrientas del siglo XXI.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press