Yankees, Dodgers y Mets: ¿Vale la pena gastar millones para no ganar?

A pesar de sus presupuestos astronómicos, los tres gigantes del béisbol están viviendo temporadas irregulares, plagadas de lesiones y decisiones apresuradas

Cuando comenzó la temporada 2025 de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB), los Yankees de Nueva York, los Mets y los Dodgers de Los Ángeles eran considerados los favoritos. Con nóminas que superaban los $294 millones, estos equipos representaban el lujo y el poderío económico. Pero hoy, a poco del cierre de la temporada regular y cerca de la fecha límite de cambios, los tres navegan aguas turbulentas.

El alto precio del fracaso

Los Yankees, terceros en nómina con $294 millones —solo por detrás de Mets y Dodgers—, arrancaron la temporada dominando, pero desde finales de mayo han tenido un registro de 22-28. La ventaja de siete juegos que tenían en su división se esfumó, dejándolos detrás de los Azulejos de Toronto por cinco juegos y medio. Aaron Boone, el mánager de los Yankees, lo resumió con precisión: “Es, en muchos sentidos, un juego de supervivencia.”

Los Mets, quienes abrieron con la nómina más alta de todas a $326 millones, sumaron a Juan Soto en un contrato récord de 15 años y $765 millones. Sin embargo, han mantenido un rendimiento mediocre con marca de 17-20 desde mediados de junio. A pesar de que lideran su división por un juego y medio, su situación está lejos de ser estable.

Los Dodgers, campeones de la Serie Mundial, gastaron casi lo mismo que los Mets: $325.8 millones. Incorporaron al fenómeno japonés Roki Sasaki, al zurdo Blake Snell, al relevista Tanner Scott, al jardinero Michael Conforto y al segunda base Hyeseong Kim. Pero con un récord de 5-13 desde el 3 de julio, el panorama es sombrío incluso en el soleado sur de California.

Una plaga de lesiones

Uno de los factores comunes entre estos equipos millonarios ha sido la devastación causada por las lesiones. Los Dodgers lideran la MLB en días de ausencia por la lista de lesionados (IL) con 1,495 días. Los Mets son quintos con 1,095 y los Yankees sextos con 1,022. En comparación, los Filis de Filadelfia solo han registrado 214 días.

  • Yankees: Perdieron a Gerrit Cole y Clarke Schmidt por lesiones en el UCL, y a Luis Gil por una lesión en el músculo dorsal. Aaron Judge está fuera por una distensión en el flexor.
  • Dodgers: En junio tenían 14 lanzadores en la lista de lesionados. Han utilizado 16 abridores distintos.
  • Mets: Han perdido a Kodai Senga, Sean Manaea, Frankie Montas y otros; han utilizado 13 lanzadores abridores.

La profundidad fue clave en la pretemporada, según Dave Roberts (Dodgers): “Era muy importante tener profundidad. Ya pasamos por esto el año pasado y pensé que no lo repetiríamos, pero aquí estamos otra vez.”

Parche tras parche: los cambios urgentes

Ante la fecha límite de cambios, las franquicias están recurriendo a todo tipo de movimientos para mantenerse competitivas:

  • Yankees: Han adquirido a Ryan McMahon desde los Rockies y a Amed Rosario desde los Nationals. También sumaron a Carlos Carrasco de los Mets, aunque su rendimiento había sido discreto (2-2, 5.91 ERA en 8 partidos antes de ser enviado a Triple-A).
  • Bravos de Atlanta: También atraparon a Carrasco después de perder a todos los integrantes de su rotación titular —el último, Grant Holmes, fue movido a la lista de 60 días.
  • Mets: Buscan desesperadamente un jardinero central y un tercera base que les dé solidez.

Los cambios están generando impactos en el payroll. Por ejemplo, los Yankees añadieron $11.56 millones más con solo dos movimientos, aumentando los impuestos del luxury tax.

¿Gastar más es garantía de éxito?

Desde hace años, la narrativa era clara: quien más gasta, más gana. Sin embargo, los casos recientes tienden a contradecir esta lógica:

  • En la última década, equipos como los Bravos (2021, 14.º en nómina), los Astros (2017, 18.º) y los Royals (2015, 13.º) ganaron la Serie Mundial con nóminas muy lejos del top 10.
  • El mayor gastador solo ha ganado el campeonato en dos ocasiones: los Dodgers en 2020 y los Red Sox en 2018.
  • Sin embargo, seis de los últimos 10 campeonatos fueron ganados por equipos con nómina entre el top seis.

La moraleja parece ser clara: gastar da ventaja, pero no asegura el campeonato. Y cuando las lesiones, la mala planificación o una racha negativa golpean, ni el contrato más jugoso puede enderezar el rumbo.

Los gigantes heridos aún permanecen en juego

Irónicamente, a pesar de sus caídas, Yankees, Mets y Dodgers siguen en zona de playoffs. Y es que la expansión del formato a 12 equipos ha reducido el nivel mínimo necesario para entrar, aunque también esto los expone muy pronto a choques con rivales más sólidos y en mejor forma.

El comisionado de la MLB, Rob Manfred, admitió que “la disparidad salarial es un problema creciente”, mientras algunos propietarios piden un tope salarial, algo que la Asociación de Peloteros rechazaría tajantemente.

Steve Cohen, propietario de los Mets, fue claro: “Quiero ganar y puedo gastar lo que sea necesario.”

¿Es el dinero la única moneda del béisbol moderno?

Los equipos que dominan hoy no son necesariamente los más ricos. Dos de los líderes de división actuales —Detroit y los Cubs— comenzaron la temporada fuera del top 10 en nómina. La clave ha sido la eficiencia en el armado del roster, el desarrollo de talento y mantener la salud del equipo.

Además, los que más gastan pagan más impuestos: al comienzo del año, se proyectaba que los Dodgers pagarían $151 millones en impuestos de lujo, más que toda la nómina de varios equipos. Mets y Yankees también estaban comprometidos a pagar $73 y $52 millones, respectivamente.

¿Hacia dónde va el béisbol?

La temporada 2025 está marcando un punto de inflexión en la historia de la MLB. Por un lado, el modelo de "supergastos" parece estar alcanzando su límite de eficiencia. Por otro, la lógica de supervivencia impuesta por la plaga de lesiones sugiere que la mejor inversión no está siempre en contratos récord, sino en profundidad y flexibilidad.

No sería extraño que en diciembre de 2026, cuando expire el actual convenio colectivo, las discusiones por un sistema de tope salarial retomen fuerza. La disparidad no solo afecta la competitividad, sino también la narrativa de una liga que se preciaba de ofrecer a todos una oportunidad.

Hasta entonces, queda disfrutar del espectáculo: porque aunque millonarios, estos tres gigantes están tambaleando. Y es precisamente ahí, en esa lucha desigual contra el fracaso, donde el béisbol sigue siendo maravilloso.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press