Apuestas y deporte: el escándalo eterno que amenaza la integridad del juego

Desde el caso Black Sox hasta el fraude de millones que rodeó a Shohei Ohtani, el deporte profesional sigue librando una batalla contra el fantasma de las apuestas

El juego detrás del juego

En mayo de 2018, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló la ley federal que prohibía las apuestas deportivas profesionales en la mayoría de los estados. Ese fallo marcó un antes y un después. Desde entonces, el deporte estadounidense ha vivido una auténtica avalancha de escándalos relacionados con apuestas ilegales, amaños y violaciones a las políticas de integridad impuestas por ligas como la MLB, la NBA, la NFL e incluso la NHL.

Pero los problemas con las apuestas no son nada nuevo en el deporte profesional. A lo largo del siglo XX y XXI, han ocurrido episodios que van desde lo absurdo hasta lo criminal. Este artículo ofrece un análisis de los casos emblemáticos más destacados y por qué este problema no deja de sacudir a las grandes ligas.

El escándalo fundacional: los Black Sox de 1919

Cuando se habla de apuestas y béisbol, es inevitable referirse al “Black Sox Scandal” de 1919. En el mismo, ocho jugadores de los Chicago White Sox fueron acusados de vender la Serie Mundial a cambio de dinero de apostadores.

Entre los acusados estaban Charles "Swede" Risberg y Arnold "Chick" Gandil, además del mítico “Shoeless” Joe Jackson. Fueron finalmente absueltos por un jurado en 1921, pero el entonces recién nombrado Comisionado de MLB, Kenesaw Mountain Landis, no dudó: los expulsó de por vida, prohibiéndoles volver a jugar profesionalmente.

El escándalo marcó el nacimiento del concepto de “integridad deportiva” moderna.

El fantasma del hockey: el caso de Babe Pratt y la advertencia de la NHL

Menos conocido pero igualmente relevante fue el caso de Babe Pratt, miembro del Salón de la Fama de la NHL. En 1946, fue suspendido por apostar en juegos de hockey. Aunque fue reintegrado poco después, la NHL emitió una advertencia clara: nuevas infracciones serían castigadas con suspensión de por vida.

La advertencia fue tomada en serio: en 1948, Billy Taylor y Don Gallinger fueron expulsados de por vida por el mismo motivo.

Del baloncesto universitario a la mafia: Kentucky, Boston College y los 80s

Los amaños en el baloncesto universitario también tienen una historia turbia. En 1951, el equipo de Kentucky entrenado por Adolph Rupp fue acusado de arreglar juegos en la NIT. La NCAA decidió suspender su temporada 1952-53. Décadas después, en los 80, Tulane cerró su programa de baloncesto por varios escándalos de apuestas —aunque luego volvió.

Pero el caso más cinematográfico ocurrió en 1981, cuando Rick Kuhn de Boston College y el mafioso Jimmy Burke (sí, el mismo que inspiró a personajes de Goodfellas) fueron condenados por amañar partidos en 1978-79.

El caso de Pete Rose: una leyenda caída

Pocas historias son tan trágicamente emblemáticas como la de Pete Rose, el máximo líder de hits en la historia de MLB (4,256). Pese a ello, fue vetado de por vida en 1989 por apostar en juegos mientras era jugador y manager de los Cincinnati Reds. Rose, ahora con 82 años, sigue fuera del Salón de la Fama pese a múltiples apelaciones. Su historia es la más emblemática de cómo incluso los ídolos pueden caer por el veneno de las apuestas.

Las apuestas también seducen a los árbitros y entrenadores

En 2007, Rick Tocchet, técnico asistente de los Coyotes de Arizona en la NHL, fue implicado en la red de apuestas “Operation Slapshot”, que involucró incluso a la esposa de Wayne Gretzky. Aunque se le permitió regresar al deporte después de su sentencia, el incidente dejó claro que ni siquiera los que no juegan están a salvo.

En 2008, el árbitro Tim Donaghy de la NBA fue sentenciado por transmitir información confidencial a apostadores, incluyendo partidos que él mismo arbitraba. Un verdadero golpe a la credibilidad del arbitraje profesional.

Trampas desde Europa y Sudamérica

  • Totonero: En 1980, la Serie A italiana vivió un terremoto. Dos clubes fueron relegados y Paolo Rossi fue suspendido por dos años. El escándalo no evitó que Rossi volviera para ser el héroe del Mundial de 1982.
  • Brasil 2023: Un amplio escándalo de amaños con jugadores recibiendo órdenes para cometer penales o recibir tarjetas amarillas a cambio de sobornos.

Apuestas en la era digital: la tormenta perfecta

Con la legalización de las apuestas y el auge de plataformas digitales como FanDuel y DraftKings, el acceso es más fácil que nunca... incluso para los propios deportistas.

  • Jontay Porter (NBA, 2024): expulsado de por vida por pasar información confidencial y apostar contra su equipo.
  • Tucupita Marcano (MLB, 2024): primer jugador activo en ser vetado de por vida en un siglo. Apostó más de $150,000.
  • Ippei Mizuhara (MLB, 2024): intérprete de Shohei Ohtani, robó $17 millones para pagar sus apuestas. Usaba el desconocimiento del idioma como escudo.
  • Phil Mickelson: el seis veces campeón de Majors fue acusado de apostar más de $1,000 millones en 30 años. Negó haber apostado en la Ryder Cup, pero admitió haber tenido un problema severo de ludopatía.

La NFL, entre suspensiones y advertencias

Desde 1963, al menos 15 jugadores han sido suspendidos por apuestas. El más reciente y sonado fue Calvin Ridley, miembro de los Atlanta Falcons, suspendido por toda la temporada 2022. En muchos casos, los jugadores han sido castigados por apostar incluso en sus propios juegos.

Casos recientes y preocupaciones en ascenso

En 2025, el escándalo alcanzó también al cuerpo arbitral. Pat Hoberg, reputado umpire de MLB, fue expulsado por permitir a un tercero usar sus cuentas para apostar. Aunque no se descubrió que apostara directamente, el simple acto de obstruir la investigación fue suficiente para su despido.

Ese mismo año, pitchers de los Cleveland Guardians fueron puestos en licencia tras detectarse actividad inusual en apuestas en dos jugadas específicas. Aún sin confirmación de culpabilidad, el hecho muestra cuán sensible y sofisticada se ha vuelto la vigilancia.

¿Y ahora qué? ¿Debe haber tolerancia cero?

El auge de las casas de apuestas legales ha mejorado la supervisión, pero también ha multiplicado el riesgo. Plataformas como Bet365, FanDuel o DraftKings amplifican la tentación, mientras la integridad de los deportes depende, cada vez más, de algoritmos de detección de patrones sospechosos y oficinas de integridad deportivas.

Según Sportradar, una de las principales compañías de monitoreo de apuestas, se detectan cientos de irregularidades cada año en mercados legales globales.

La pregunta existencial para las ligas es: ¿cómo combatir las apuestas sin demonizar a sus propios atletas? ¿Se puede convivir con ello como con el alcohol o el cigarro, con responsabilidad y límites? ¿O el riesgo es tan grave que la prohibición total es la única vía lógica?

Una historia que no termina

Los escándalos por apuestas son tan viejos como el deporte mismo. Desde “Shoeless Joe” hasta Jontay Porter, pasando por los fantasmas digitales del siglo XXI, el deporte ha librado y sigue librando una batalla constante contra ese lado oscuro del entretenimiento.

La moralidad, la legalidad y la competencia honesta están en juego. Literalmente.

Fuentes: MLB.com, ESPN, Sportradar, New York Times, Court Documents (Dept. of Justice USA)

Este artículo fue redactado con información de Associated Press