El caso William McNeil Jr.: Un alto en Florida, una paliza brutal y preguntas sin respuesta
Una simple detención de tráfico se transforma en un ejemplo alarmante de brutalidad policial y discriminación racial en EE.UU.
Una detención que se volvió viral
La brutal golpiza que recibió William McNeil Jr., un estudiante universitario afroamericano de 22 años, en un control policial en Jacksonville, Florida, ha resurgido como centro del debate sobre racismo sistémico y abuso de poder en Estados Unidos. Aunque la detención ocurrió en febrero, el caso ganó atención nacional cuando las imágenes captadas desde el interior del vehículo de McNeil se hicieron virales en redes sociales este verano.
¿Qué ocurrió durante la detención?
El 19 de febrero, McNeil fue detenido por presuntamente conducir sin las luces encendidas durante condiciones meteorológicas adversas, a pesar de que sus abogados sostienen que «era de día y estaba claro». Las imágenes de la cámara interna de McNeil muestran a un oficial rompiendo la ventanilla del conductor mientras McNeil mantenía las manos visibles sobre el volante, seguido de una serie de golpes que incluyeron puñetazos en la cabeza hasta llevarlo al suelo, donde fue esposado.
«Ese día yo estaba diciendo la verdad», declaró McNeil en una conferencia de prensa encabezada por el reconocido abogado de derechos civiles Ben Crump. «Me estaban apuntando con un arma y no me sentí seguro».
Secuelas de la agresión
El joven resultó con heridas visibles e internas, incluyendo una lesión cerebral, una laceración en el labio causada por un diente roto, y secuelas emocionales que aún arrastra. La defensa legal argumenta que hubo un uso excesivo de la fuerza, alegando que incluso mientras estaba esposado, McNeil fue golpeado varias veces más, lo que constituye una violación de sus derechos civiles básicos.
McNeil es estudiante de biología en Livingstone College, una universidad históricamente negra, donde formaba parte también de la banda de música del campus. Su vida cambió drásticamente desde ese día, y su caso ha revivido recuerdos dolorosos de otros arrestos violentos con trasfondo racial.
Discrepancias en los reportes policiales
Mientras las autoridades del Sheriff de Jacksonville insisten en que McNeil no obedeció las órdenes de salir del vehículo durante más de tres minutos y que un cuchillo fue hallado en el piso del coche, imágenes del video contradicen parcialmente estas afirmaciones. En el mismo video se observa a McNeil con las manos levantadas cuando se rompe la ventanilla, sin mostrar ningún gesto amenazante.
«Leé el informe policial. Mirá el video. Y decidí quién dice la verdad», retó Crump al público y a la prensa desde Chicago. También añadió: «Ellos —la policía— están encubriendo lo que realmente pasó».
Contexto racial: ¿discriminación estructural?
Uno de los puntos más alarmantes del caso es la aparente selectividad con la que se aplican las detenciones de tráfico en Jacksonville. Según datos reunidos por el equipo legal de McNeil:
- De 78 personas citadas por conducir sin luces en los últimos tres años, 63 eran afroamericanos.
Este tipo de estadística alimenta la visión de que ciertas prácticas policiales se aplican de forma desigual en función del color de piel, lo que los críticos denominan «paradas de tráfico pretextuales».
Manipulación del material audiovisual
Otro aspecto inquietante es la publicación parcial de videos por parte del Sheriff's Office. Las autoridades difundieron grabaciones de algunas cámaras corporales, pero sólo de ciertos agentes. Ben Crump asegura que existen más grabaciones que no han sido reveladas, y acusa al departamento de actuar de mala fe para ocultar irregularidades.
«No creemos que ese fuese el único oficial que apuntó a William con un arma», declaró Crump. «La evidencia está siendo manipulada selectivamente para justificar lo injustificable».
Reacción oficial y jusficaciones del Sheriff
T.K. Waters, el sheriff de Jacksonville y uno de los pocos sheriffs afroamericanos en el país, defendió públicamente a los agentes y declaró que los videos no muestran todo el contexto de la situación: “Las cámaras pueden capturar lo que se ve y se oye, pero no todo lo que se sabe o se siente en ese momento”.
El sheriff también manifestó que la operación fue legal y justificada, dado el comportamiento de McNeil al no salir del vehículo tras múltiples advertencias. Cabe señalar que McNeil se declaró culpable de los cargos menores de «resistirse a un agente sin violencia» y «conducir con la licencia suspendida».
Impacto en la comunidad legal afroamericana
El caso se presentó durante la convención anual de la National Bar Association, la más grande agrupación nacional de abogados y jueces afroamericanos de EE.UU. Tanto Crump como otros juristas señalaron que están preparando una demanda federal e impulsarán investigaciones del Departamento de Justicia. La gravedad del caso ha generado comparaciones con otros episodios, como George Floyd y Tyre Nichols, que también expusieron la brutalidad policial contemporánea.
¿Justicia en pausa?
Hasta el momento, los oficiales involucrados no han sido despedidos ni imputados penalmente. Una investigación interna sigue en curso. El fiscal estatal de Florida concluyó que los policías no violaron ninguna ley penal, lo que ha irritado a organizaciones de derechos humanos como la ACLU y Black Lives Matter, que han demandado transparencia total y la remoción inmediata de los agentes implicados.
¿Un patrón en la justicia estadounidense?
El caso McNeil podría parecer un episodio aislado. Sin embargo, cuando se considera en contexto histórico, este tipo de incidentes representa un patrón: el uso de la fuerza policial de forma desproporcionada contra personas negras.
Según el sitio Mapping Police Violence, en 2023, el 27% de las víctimas de muertes a manos de la policía en EE.UU. eran afroamericanas, a pesar de representar solo el 13% de la población.
Más allá de la pantalla
Este incidente, una vez más documentado gracias a una cámara ciudadana dentro del automóvil, deja claro que la era de los smartphones es también una era de evidencia visual que permite cuestionar versiones oficiales muchas veces contradictorias.
No obstante, también demuestra que incluso con imágenes explícitas, la ley y el sistema pueden retrasar —o negar— la rendición de cuentas.
¿Y ahora qué?
El futuro del caso legal de McNeil podría sentar un precedente en la vigilancia y responsabilidad policial. Todo dependerá de si los videos retenidos salen a la luz y si la justicia federal responde con celeridad y contundencia.
Mientras tanto, William McNeil Jr. continúa su recuperación física y emocional, mientras su historia recuerda a América que la brutalidad policial no es un mito, sino una realidad documentada que sigue esperando respuesta.