Huracanes, alertas y desinformación: El impacto de los fenómenos climáticos en el Pacífico

Con la aparición de Iona y Keli, Hawái enfrenta una temporada de huracanes mientras lidia con percepción pública y eventos relacionados que demandan mayor claridad informativa.

Una temporada que inicia con fuerza

La temporada de huracanes en el Pacífico Central arrancó oficialmente con fuerza en 2024, marcando su primer gran evento con el huracán Iona, el cual alcanzó la categoría 3, situándose a unas 790 millas (1.271 km) al sureste de Honolulu, Hawái. Iona, con vientos sostenidos de 185 km/h (115 mph), representa el fenómeno más fuerte de la temporada hasta ahora, pero según el Centro Nacional de Huracanes de EE. UU., no supone amenaza directa para los habitantes de las islas.

Otro sistema activo, la tormenta tropical Keli, se sitúa aún más al sur y mantiene vientos sostenidos de hasta 65 km/h, moviéndose hacia el oeste. Aunque ambas tormentas están siendo monitoreadas con detenimiento por el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés), se espera que las condiciones meteorológicas se debiliten progresivamente a partir del miércoles.

¿Estamos preparados? Una mirada a la gestión de emergencias de Hawái

Como parte de los protocolos de previsión y respuesta ante emergencias, la Agencia de Gestión de Emergencias de Hawái convocó el lunes a una conferencia estatal con funcionarios de los condados y meteorólogos especializados. "Todos los condados están monitoreando", afirmó Kiele Amundson, vocera de la agencia.

A pesar de la ausencia de avisos costeros o advertencias oficiales, la recepción de oleajes oceánicos asociados, aunque de baja intensidad, puede causar confusión. El meteorólogo Derek Wroe, con sede en Honolulu, aclaró que ciertos fenómenos oceánicos que podrían afectar a Hawái proceden en realidad del este de Nueva Zelanda y no están relacionados directamente con Iona o Keli.

El poder invisible del océano: oleaje y desinformación

Uno de los elementos más interesantes del actual episodio meteorológico en el Pacífico es la manera en que los efectos indirectos —como los oleajes— pueden ser malinterpretados por la población general e incluso por algunos medios. Wroe afirma: "Las personas podrían atribuir erróneamente la energía del oleaje a estos sistemas tropicales, pero no es así".

Este fenómeno de percepción errónea se hace aún más complejo en la era de las redes sociales, donde las imágenes impactantes o la información sin contexto pueden propagarse rápidamente. La educación pública sobre fenómenos meteorológicos sigue siendo clave, especialmente en zonas geográficas expuestas como Hawái.

La importancia histórica de las tormentas en el Pacífico Central

Hawái rara vez recibe impactos directos de huracanes debido a su localización y a la influencia de factores oceánicos como la corriente de Humboldt y las temperaturas relativamente frías en ciertas épocas del año. Sin embargo, eventos históricos como el huracán Iniki en 1992, que golpeó la isla de Kauai causando más de $1.8 mil millones en daños (equivalente a más de $3 mil millones hoy), sirven como recordatorio constante del potencial destructivo de estas tormentas.

Según estadísticas del Centro Nacional de Huracanes, los huracanes de categoría 3 o superior en la región del Pacífico Central suelen representar el 10% del total de tormentas catalogadas cada año, lo que hace que Iona reciba atención no sólo por su fuerza, sino por su anomalía estadística.

Clima global y cambio climático: ¿qué nos depara el futuro?

El avance de fenómenos como Iona y Keli también alimenta el debate sobre el impacto del cambio climático en la actividad ciclónica. Estudios del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) sugieren que la intensificación de tormentas tropicales en el Pacífico puede estar directamente relacionada con el calentamiento global, dado que temperaturas oceánicas más cálidas son el combustible ideal para la formación y fortalecimiento de ciclones.

  • Un informe del NOAA publicado en 2023 anticipa una mayor frecuencia de huracanes de alta categoría en la región del Pacífico.
  • Las temperaturas del océano alrededor de Hawái han aumentado aproximadamente 1.4 ºF desde mediados del siglo XX.
  • La duración de la temporada ciclónica tiende a extenderse, comenzando antes y terminando más tarde.

Estos datos refuerzan la necesidad de preparación a largo plazo, inversión en infraestructura resiliente y desarrollo de estrategias comunitarias para lidiar no sólo con los impactos físicos, sino sociales y económicos.

Impacto mediático y responsabilidad informativa

El caso de la confusión con el oleaje posterior a la tempestad es apenas un ejemplo del efecto que los fenómenos meteorológicos extremos pueden tener en la percepción pública. A ello se suma la creciente presión sobre las agencias meteorológicas y los medios para proporcionar información precisa y oportuna.

Casos como este también evidencian la necesidad de reforzar la alfabetización mediática en climatología entre la ciudadanía. La desinformación o la interpretación errónea puede generar una respuesta exagerada o, en el peor de los casos, una falta de reacción adecuada ante una verdadera amenaza.

Una voz desde las islas

Muchos habitantes locales han reaccionado con prudencia. En redes sociales, usuarios de Honolulu y otras islas agradecen la transparencia del gobierno estatal, aunque algunos critican la falta de cobertura nacional en medios continentales. "Nos sentimos aislados y olvidados cuando se trata de tormentas", posteaba un usuario en X (antes Twitter). Otro decía: "Solo nos prestan atención cuando pasa algo catastrófico". Esta desconexión percibida puede tener múltiples consecuencias, desde el abandono mediático hasta el retraso en asistencia federal si llegara a requerirse.

Lo que viene

Se espera que Iona comience a debilitarse gradualmente dentro de las próximas 24-48 horas, mientras continúa su trayectoria hacia el oeste. Keli también mantendrá un patrón similar, sin impactos directos. Las olas más grandes procedentes de Nueva Zelanda podrían ser observadas en las costas del archipiélago para el jueves.

Mientras tanto, Hawái permanecerá en alerta, no por el inminente peligro físico de estas tormentas, sino por lo que simbólicamente representan: el inicio de una temporada que podría traernos fenómenos más intensos. Y como siempre, la mejor herramienta frente a los embates del clima será la preparación, la comunicación clara y, por supuesto, la confianza en la ciencia.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press