Veteranía, explosiones ofensivas y promesas lesionadas: semana intensa en la MLB
Desde la asignación de Rich Hill hasta la exhibición ofensiva de los Tigers y la preocupación por Chourio, la liga vivió emociones dispares
La Major League Baseball (MLB) está en plena ebullición en esta parte de la temporada, y en los últimos días se han producido momentos que encapsulan perfectamente la imprevisibilidad, el talento emergente y los giros dramáticos que solo el béisbol puede ofrecer. Vamos a abordar tres historias que, aunque distintas en naturaleza, conforman un mosaico fascinante del presente del deporte rey del diamante.
Rich Hill: el ocaso de un maratonista de las Grandes Ligas
El pasado martes, los Kansas City Royals designaron para asignación a Rich Hill, el veterano lanzador zurdo que, a sus 45 años, acababa de debutar en su temporada número 21 en las Grandes Ligas. Hill había comenzado dos partidos en esta campaña para los Royals —su equipo número 14 en la MLB—, lo que le permite igualar el récord de más equipos jugados en la historia de la liga, junto con Edwin Jackson.
Hill nunca fue una superestrella, pero sí un ejemplo de longevidad, adaptación y perseverancia. Debutó en 2005 con los Chicago Cubs, y desde entonces transitó una carrera digna de novela, marcada por lesiones, reinvenciones e incluso una notable resurrección como abridor efectivo en equipos contendientes como los Dodgers o los Red Sox.
En sus dos salidas con Kansas City, Hill registró un ERA (efectividad) de 5.00, con una derrota ante los Cubs (6-0) en la que lanzó cinco entradas permitiendo tres carreras (una sola merecida), y otra ante los Braves de Atlanta, donde otorgó seis boletos y cuatro carreras en cuatro innings. Aunque sus números no impresionaron, Hill volvió a entrar a los libros de historia como el jugador de mayor edad en iniciar un juego de Grandes Ligas desde Jamie Moyer en 2012, quien lo hizo con 49 años.
“Todavía siento que puedo competir. Pero también entiendo la realidad del negocio.” — Rich Hill, tras su designación
Su trayectoria deja una enseñanza clave: en un deporte donde la juventud y la velocidad suelen ser moneda común, también hay lugar para la persistencia y el saber hacer.
Detroit resucita con poder: festival ofensivo ante los Diamondbacks
Mientras Kansas City apostaba por la renovación, los Detroit Tigers ofrecían una noche de fuegos artificiales ante los Arizona Diamondbacks, con un aplastante triunfo por 12-2 sustentado en una quinta entrada de seis carreras y una sexta de tres, lideradas por Riley Greene y Wenceel Pérez.
Greene fue la figura de la jornada: conectó su jonrón número 26 del año, sumó tres imparables, anotó tres veces y empujó tres carreras. El jardinero está en plena explosión ofensiva y se consolida como uno de los motores del despertar de Detroit, que venía de perder 12 de 13, pero ahora acumula tres victorias consecutivas.
Por su parte, Wenceel Pérez tuvo un juego que bien pudo ser histórico. Con tres hits, cuatro anotadas, dos estafas de base y un triple incluido, le faltó solo el cuadrangular para completar el ciclo. En su último turno al bate, se enfrentó al receptor convertido en lanzador emergente, José Herrera, pero terminó forzado en segunda base.
El momento clave
El quinto inning comenzó con un empate 2-2. Gleyber Torres (adquirido esta temporada) rompió la paridad con un jonrón solitario, y el vendaval ofensivo no se detuvo. El resto fue historia: jonrones, dobles oportunos y una defensa de Arizona completamente superada.
Dato de impacto
Detroit anotó nueve carreras en solo dos entradas. En comparación, los Tigers habían anotado solo 10 carreras en toda su racha de 12 derrotas previas. La diferencia habla del giro mental y técnico que ha tenido el equipo en apenas unos días.
Arizona, por su parte, sigue en caída libre y ha perdido seis de sus últimos siete compromisos. La baja de Eugenio Suárez, lesionado en la mano por un pelotazo, sin fractura según los rayos X, no ayuda a enderezar el rumbo.
Jackson Chourio: del éxtasis al susto en cuestión de segundos
El talento joven y explosivo también dejó su huella esta semana, aunque con un giro preocupante. Jackson Chourio, la joven estrella venezolana de los Milwaukee Brewers, abandonó el partido ante los Cubs tras sufrir una aparente lesión en la pierna derecha, inmediatamente después de conectar un triple al jardín derecho-central.
Chourio fue sustituido por un corredor emergente, y aunque no hay parte oficial sobre la gravedad del incidente, el gesto de dolor al sostenerse la parte posterior del muslo encendió las alarmas. El jardinero de 21 años estaba teniendo una temporada destacada, tras terminar tercero en la votación al Novato del Año de la Liga Nacional en 2024.
“Jackson es un jugador especial. No queremos apresurar nada, pero evaluaremos con cuidado.” — Pat Murphy, mánager de los Brewers
Sus números hasta ahora
- Promedio de bateo: .274
- OBP (porcentaje de embasado): .309
- SLG (slugging): .468
- 17 jonrones
- 67 impulsadas
- 18 bases robadas
- 105 juegos jugados
Además, Chourio venía de una racha de 20 juegos seguidos bateando de hit, que fue quebrada el pasado lunes. Su impacto se refleja no solo en números, sino en la energía y extensión defensiva que aporta al jardín central de los líderes de la División Central de la Liga Nacional.
Un deporte de contrastes y reinvenciones constantes
Estos tres relatos —Hill luchando contra el tiempo, Detroit desatando su furia ofensiva y Chourio enfrentando un posible parón— revelan la esencia misma del béisbol: un deporte donde coexisten la experiencia extrema y la juventud atrevida, donde un equipo puede reinventarse tras una mala racha, y donde, en cuestión de segundos, un momento glorioso puede transformarse en pesadilla.
Queda mucho camino por recorrer en la temporada, pero si algo está claro, es que la MLB sigue siendo impredecible, vibrante y profundamente humana.