Buddy Guy y el renacer del blues: una leyenda que sigue dando la nota
A sus 89 años, el maestro del blues regresa con un nuevo álbum y un mensaje rotundo: mantener vivo el legado de una música fundamental para entender el alma estadounidense
Una leyenda con guitarra en mano
En el corazón de Chicago, donde los ecos del Delta Blues encontraron una caja de resonancia en los años 50 y 60, Buddy Guy continúa al pie del escenario defendiendo el género que lo convirtió en una leyenda viva. Con 89 años recién cumplidos y un nuevo álbum –Ain’t Done with the Blues– bajo el brazo, el icónico guitarrista y cantante demuestra que su pasión por la música no se ha apagado ni un ápice.
“Como le prometí a B.B. King, Muddy Waters y todos ellos,” comentó en una reciente entrevista, “haré todo lo posible por mantener el blues vivo.”
Y vaya si lo está haciendo.
El blues está de regreso (gracias al cine y a Coogler)
La relevancia de Guy en pleno 2025 no debe medirse solamente por sus ocho premios Grammy o su influencia sobre generaciones de músicos. Su inclusión en la exitosa película “Sinners” del director Ryan Coogler –el mismo detrás de éxitos como Black Panther– ha resultado ser un catalizador inesperado para un renovado interés en el blues, especialmente entre el público joven y los melómanos digitales.
Según datos del informe de mitad de año de la firma Luminate, especializada en analítica musical, los streams de blues han aumentado considerablemente en EE.UU. durante 2025, impulsados en gran parte por la banda sonora de “Sinners”.
“Varios de los artistas incluidos en la banda sonora vieron picos de escuchas durante la semana del lanzamiento,” señaló Jaime Marconette, vicepresidente de música en Luminate. “Y lo más importante: esos picos se han sostenido durante meses.”
Un álbum para la memoria y el legado
Ain’t Done with the Blues, lanzado este miércoles coincidiendo con el cumpleaños 89 de Guy, es no solo un repaso estilístico por los clásicos del género, sino también una poderosa declaración de principios. Acompañado de estrellas como Eric Clapton, Peter Frampton, Joe Walsh (de los Eagles) y Gary Clark Jr., el álbum recorre temas que capturan la esencia del blues como música de vida, de costumbre, de dolor y celebración.
La canción final del disco, una versión de “Talk to Your Daughter” del legendario J.B. Lenoir, es definida por Guy como un homenaje directo a sus inicios. “El blues es como un buen gumbo,” explica. “Tiene un poco de todo: pollo, salchicha, mariscos… así es la música que hacemos: una mezcla de todo.”
Buddy Guy y sus discípulos: de Clapton a Coogler
Eric Clapton ha dicho de Buddy Guy: “Sin él, no existiría el blues electrónico moderno. Es el vínculo entre el pasado y el futuro.” Y no se equivoca. Guy ha sido el mentor invisible –y en muchas ocasiones visible– de casi todos los grandes guitarristas contemporáneos del género y del rock. Desde Jimmy Page hasta John Mayer, pasando por Kenny Wayne Shepherd, todos le deben algo.
Incluso, figuras fuera del ámbito estrictamente musical como el director Ryan Coogler están involucradas en la preservación del legado del blues. Coogler no dudó en incluir a Guy en su filme, confiando en su autenticidad y magnetismo musical.
Un género que resiste el olvido
El blues ha sido el punto de origen de casi toda la música popular del siglo XX: el rock, el jazz moderno, el soul e incluso el hip-hop pueden rastrear muchas de sus estructuras melódicas, líricas y rítmicas hasta los campos de algodón del sur de Estados Unidos. Y sin embargo, en la actualidad, apenas suena en emisoras de radio.
“Mi preocupación es que los jóvenes ya no escuchan blues porque no saben lo bueno que es. Como con el buen gumbo, tienes que probarlo,” reflexiona Guy.
El propio artista comenta que ya no se escucha en la radio de hoy: “Escucho mis canciones en tiendas, heladerías, mientras hago compras. Pero jamás alguien dice que lo oyó en la radio.”
Luchar contra el olvido desde la trinchera discográfica
Una de las razones por las que Guy aceptó grabar este álbum, y participar en “Sinners”, es precisamente su cruzada por evitar que el blues sea archivado junto a los géneros “del pasado”. Con la producción a cargo de veteranos del estudio y colaboraciones que van más allá del blues ortodoxo, Ain’t Done with the Blues se presenta como un trabajo vibrante, lejos del estereotipo "melancólico" que rodea al género.
Pero a pesar de las expectativas que genera el álbum, Guy confiesa un dato curioso: “No lo escucho. Yo ya sé cómo suena Buddy Guy. Escucho otras cosas para aprender. De mí mismo no puedo aprender más.”
¿Estamos viviendo un revival del blues?
Los datos parecen apuntar a un “renacimiento del blues”. Las plataformas digitales hacen posible que artistas que antes dependían íntegramente de la radio o las disqueras, hoy puedan llegar a audiencias impensadas hace una década. El papel de figuras como Guy en este revival es incuestionable, no solo por su veteranía, sino por su activismo cultural.
No resulta casual que el álbum haya sido lanzado en su cumpleaños, ni que las colaboraciones reúnan a talentos de cuatro generaciones distintas. Buddy Guy se convierte simbólicamente en el puente definitivo entre los pioneros del Delta y los nuevos intérpretes post-pandemia.
El legado continúa
La historia del blues es también una historia de resistencia: a la pobreza, al racismo, al olvido institucional. Buddy Guy ha sabido convertir esa resistencia en música, inspiración y conexión. Desde su infancia en Louisiana hasta los escenarios de todo el mundo, lo suyo ha sido una vida al servicio no solo de la música, sino de una narrativa de libertad y expresión.
Ahora, con Ain’t Done with the Blues, reafirma su deseo de seguir cantando, luchando y enseñando. Como le prometió a B.B. King. Como hacen los verdaderos guardianes del alma de un país.