Frontera en Llamas: El Conflicto Latente entre Uganda y Sudán del Sur

Una mirada en profundidad al enfrentamiento fronterizo, sus antecedentes y lo que representa para la estabilidad en África Oriental

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Una chispa en la frontera olvidada

En las primeras horas del lunes, en una remota región del noroeste de Uganda conocida como West Nile, se desencadenó una escaramuza entre tropas de Uganda y Sudán del Sur que dejó al menos cuatro soldados muertos, reavivando tensiones históricas sobre la mal delimitada frontera entre ambos países. Este suceso expone las fragilidades de las relaciones bilaterales en regiones donde los mapas heredados del periodo colonial aún provocan disputas mortales.

Hechos: el enfrentamiento mortal

Según el portavoz militar ugandés, el General de División Felix Kulayigye, tres soldados sursudaneses fueron abatidos tras la muerte de un soldado ugandés, cuando los efectivos del vecino país cruzaron más allá del límite acordado, establecieron un campamento y se negaron a retirarse. "Tuvimos que aplicar la fuerza", declaró Kulayigye justificando la respuesta armada.

Desde Sudán del Sur, la narrativa es distinta. Wani Jackson Mule, funcionario en el estado de Ecuatoria Central, alegó haber recibido los cuerpos de cinco soldados y calificó lo ocurrido como un “ataque sorpresa” en lo que consideran territorio sursudanés.

¿Dónde comienza la historia?

Las tensiones fronterizas entre Uganda y Sudán del Sur no son nuevas. Con una frontera de más de 470 kilómetros, los límites trazados por las potencias coloniales no reflejan adecuadamente las realidades étnicas, geográficas y administrativas del terreno. La región de West Nile, por ejemplo, ha sido en diversas épocas un punto de tránsito para comunidades comunes a ambos lados de la línea fronteriza.

Estos enfrentamientos esporádicos suelen estar motivados por cuestiones de pertenencia territorial, pero también por dinámicas de poder, pastoreo de ganado, recursos naturales y presencia armada irregular.

Los antecedentes de la relación entre ambas naciones

Uganda ha desempeñado un papel protagonista en la política interna de Sudán del Sur prácticamente desde su independencia en 2011. Durante los primeros años del conflicto civil sursudanés, el ejército ugandés envió tropas de élite para apoyar al presidente Salva Kiir contra las fuerzas leales al vicepresidente Riek Machar.

Este apoyo incluyó el despliegue de fuerzas especiales en la capital sursudanesa, Juba, lo que convirtió a Uganda en un aliado militar clave. A pesar de esta cooperación, las disputas limítrofes persistieron, particularmente en zonas rurales y escasamente monitoreadas.

¿Por qué sigue sin resolverse la frontera?

La Comisión de Demarcación Fronteriza entre ambos países fue establecida hace varios años con miras a alcanzar una solución negociada. Sin embargo, el trabajo avanza lentamente. Según Kulayigye, se espera que la decisión definitiva sobre la frontera se alcance en 2027.

En el ínterin, múltiples factores complican el panorama:

  • La ausencia de limitaciones geográficas naturales claras
  • Cartografía imprecisa heredada de los británicos
  • Desplazamientos de comunidades debido a conflictos o sequías
  • Presencia de grupos armados no estatales y milicias pastoriles

La fragilidad de los acuerdos de cese al fuego

Tras la refriega mortal de este lunes, líderes militares de ambos países acordaron un cese al fuego inmediato y el inicio de una investigación conjunta. Así lo confirmó el General de División Lul Ruai Koang, portavoz del ejército de Sudán del Sur.

No obstante, acuerdos similares en el pasado no evitaron el estallido de nuevas confrontaciones. El nivel de control y comunicación entre las unidades desplegadas en terreno es limitado, y muchas veces las órdenes de alto al fuego no llegan —o no son acatadas— en regiones donde las lealtades tribales superan la autoridad estatal.

¿Quiénes son los verdaderos afectados?

Si bien el conflicto parece encuadrarse en una lógica militar, las comunidades locales pagan el mayor precio. Las poblaciones que viven en la línea divisoria enfrentan:

  • Desplazamiento forzado ante el estallido de violencia
  • Pérdida de cultivos y ganado debido a incursiones o requisiciones militares
  • Interrupción de comercio transfronterizo vital para la economía local
  • Inseguridad crónica e impunidad

De hecho, organizaciones como International Crisis Group han advertido continuamente sobre la necesidad de una resolución diplomática profunda para evitar que estos "choques de frontera" se conviertan en una constante.

Historia y geopolítica de una frontera delicada

La región limítrofe entre Uganda y Sudán del Sur ha sido históricamente volátil. Durante la dictadura de Idi Amin en los años setenta, Uganda mantuvo tensiones similares con Sudán (anterior a la división del país), y grupos rebeldes de ambos lados encontraron refugio cruzando la frontera.

Este corredor también fue clave durante la guerra civil sudanesa (1983–2005), ya que permitió a las fuerzas del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA) recibir suministros y apoyo logístico desde suelo ugandés.

Desde entonces, la línea entre ayuda estratégica y tensiones territoriales nunca ha estado del todo clara.

Perspectiva regional: ¿un patrón colonial repetido?

Uganda y Sudán del Sur no son los únicos países africanos atrapados en disputas frontaleras 'heredadas'. En el continente, más de 80% de los conflictos fronterizos pueden rastrearse hasta la imposición arbitraria de límites por parte de las potencias europeas en el siglo XIX.

Un ejemplo paradigmático fue el caso de la península de Bakassi entre Camerún y Nigeria, finalmente resuelto por la Corte Internacional de Justicia en 2002. Sin embargo, incluso décadas después, algunas comunidades todavía rechazan la decisión judicial.

¿Qué es lo que está en juego?

Detrás de cada conflicto fronterizo no solo hay mapas, sino intereses estratégicos, económicos y hasta simbólicos. En este caso, las autoridades sursudanesas buscan afirmar su soberanía en regiones que consideran claves para su identidad nacional, mientras que Uganda defiende su integridad territorial frente a lo que percibe como intrusiones reiteradas.

Además, la presencia declarada de tropas sursudanesas dentro del territorio ugandés puede suponer una violación del derecho internacional, aunque esto seguirá siendo discutido mientras falte una delimitación reconocida por ambos estados.

¿Camino a la estabilización o preludio de nuevos choques?

El acuerdo de alto al fuego y la promesa de una investigación conjunta podrían ser el inicio de una desescalada. Sin embargo, si no se resuelven las causas estructurales de la disputa, es probable que nuevas confrontaciones vuelvan a estallar.

La estabilidad entre Uganda y Sudán del Sur será fundamental, no solo para la paz bilateral, sino también para la consolidación de la región de los Grandes Lagos en África, caracterizada por múltiples focos de conflicto, dinámicas de desplazamiento y tráfico ilegal transfronterizo.

Como bien concluye el historiador ugandés Godfrey Kintu: "África no carece de mapas, sino de consenso sobre lo que representan".

Este artículo fue redactado con información de Associated Press