Mike Evans: El eterno WR de los Buccaneers que desafía la historia de la NFL

Con 11 temporadas consecutivas de más de 1,000 yardas, el receptor estrella de Tampa Bay quiere dejar un legado aún más grande en la temporada número 50 de la franquicia

Una leyenda viva en ascenso

Mike Evans no solo es uno de los receptores más consistentes en la historia de la NFL, sino también uno de los más subestimados por el gran público. En una liga donde el ego suele caminar de la mano con el talento, Evans sobresale por su humildad, su ética de trabajo y su producción inigualable. A sus 31 años y en su undécima temporada con los Tampa Bay Buccaneers, el receptor continúa haciendo historia, apuntando a alcanzar su duodécima temporada consecutiva con más de 1,000 yardas aéreas.

El único en su tipo

Evans es actualmente el único jugador en la historia de la NFL que ha comenzado su carrera con 11 temporadas consecutivas superando las 1,000 yardas de recepción. Ni siquiera leyendas como Randy Moss, Marvin Harrison o Larry Fitzgerald han conseguido algo parecido. El único que ha alcanzado semejantes cifras, aunque no de manera consecutiva, es el mismísimo Jerry Rice.

"Estoy feliz de que tengamos un equipo realmente grandioso, y estamos usando este campamento de entrenamiento para armar todo y tener una de las mejores temporadas por el 50º aniversario de la franquicia", comentó Evans durante una rueda de prensa reciente. "Estoy emocionado de poner un gran espectáculo para ustedes".

Un receptor con cuerpo de titán

Con una estatura de 1.96 metros (6’5") y un peso de 105 kilogramos (231 libras), Evans posee una combinación letal de físico, velocidad, manos suaves y rutas precisas. Su presencia en el campo es intimidante: puede superar a los defensores en fuerza o en técnica, según sea necesario. Cada recepción suya parece una obra de arte, lo que lo convierte en uno de los jugadores más espectaculares de ver incluso tras una década en la liga.

Un líder dentro y fuera del campo

En una posición históricamente poblada por personalidades polémicas y extravagantes como Tyreek Hill, Terrell Owens o Chad Johnson, Mike Evans deja que hablen sus estadísticas. Es tranquilo, accesible y profundamente comprometido con su comunidad. Junto a su esposa Ashli, lidera la Mike Evans Family Foundation, una organización que empodera a jóvenes, fomenta la educación y combate la violencia doméstica. Su labor le ha valido ser nominado cuatro veces al premio Walter Payton Man of the Year.

Una constante en la era del cambio

Evans fue seleccionado por los Buccaneers con la séptima elección general del Draft de 2014. Desde entonces, ha sido testigo de diversos cambios en la posición de mariscal de campo: desde Josh McCown y Mike Glennon, pasando por Jameis Winston, el legendario Tom Brady, y actualmente Baker Mayfield. Pero sin importar quién le haya lanzado el balón, su producción jamás ha mermado.

Hasta la fecha, sus estadísticas de carrera son apabullantes: 836 recepciones, 12,684 yardas y 105 touchdowns. Tan solo el año pasado, a pesar de perderse tres partidos por lesión, logró llegar a las 1,000 yardas... ¡en la última jugada del último juego de la temporada regular! Esa recepción final contra los Saints fue necesaria para asegurar el título de la NFC Sur por cuarto año consecutivo. El estadio estalló en vítores.

“Siempre ha puesto al equipo por encima de sí mismo”, dijo el QB Baker Mayfield tras aquel partido. "Por eso lo amamos. Está subestimado en los medios y la liga. Es uno de uno. Merece todo el reconocimiento."

Mentor por vocación

A diferencia de otros veteranos que rehúyen compartir secretos con los novatos que podrían quitarles protagonismo, Evans es un modelo de mentor. Junto a Chris Godwin, otra estrella del cuerpo de receptores de Tampa Bay, ha tomado bajo su ala a los jóvenes receptores como Emeka Egbuka (primera ronda del Draft, desde Ohio State) y Tez Johnson (séptima ronda, desde Oregon).

Según Josh Grizzard, coordinador ofensivo del equipo: "Desde Tez hasta ‘Mek’, todos se benefician de tener dos veteranos así a su lado. Hoy mismo, durante los entrenamientos, Mike y Chris estaban enseñando los conceptos tanto como nosotros los entrenadores. No puedo imaginar lo que les enseñan fuera del campo sobre cómo ser profesionales".

Un héroe silencioso

Tal vez la razón por la que Evans no suele ser el centro de atención mediática sea que no está interesado en ese tipo de protagonismo. Su discurso se enfoca siempre en el equipo, en mejorar, en competir y en ganar. Pocos recuerdan que fue uno de los motivos por los que Tom Brady eligió Tampa Bay en 2020, decisión que culminó con un campeonato del Super Bowl LV frente a los Kansas City Chiefs. Evans contribuyó notablemente en esa campaña histórica.

Números de élite histórica

  • 11 temporadas consecutivas con 1,000+ yardas
  • 836 recepciones en su carrera
  • 12,684 yardas acumuladas
  • 105 touchdowns

Comparado con otros grandes:

  • Jerry Rice: 14 temporadas con más de 1,000 yardas (no consecutivas)
  • Randy Moss: 10 temporadas con más de 1,000 yardas
  • Marvin Harrison: 8 temporadas
  • Julio Jones: 7 temporadas

El legado que aún se sigue escribiendo

La temporada 2025 no es solo la temporada número 50 para los Tampa Bay Buccaneers, sino también una oportunidad dorada para que Mike Evans continúe escribiendo su nombre con letras de oro en la NFL. Aun con 31 años, no muestra signos de desaceleración. Inició esta campaña de entrenamiento como siempre: haciendo jugadas que hacen levantar a los aficionados de sus asientos y dejando a los defensores deseando evitar otra humillación.

Mientras otros luchan por adaptarse con la edad o simplemente desaparecen del radar, Mike Evans sigue siendo una constante de excelencia. Quizá no grite ante las cámaras, ni proclame ser el mejor... pero sus estadísticas, su liderazgo y su impacto fuera del campo gritan por él.

¿El más infravalorado de su generación?

Es difícil encontrar otro jugador que haya hecho tanto en tan poco tiempo y con tan poca fanfarria. Incluso su entrenador Todd Bowles y su exdirector técnico Bruce Arians han reiterado en múltiples ocasiones lo esencial que es Evans para la cultura ganadora del equipo. Con el retiro de figuras como Julian Edelman y el declive de otros receptores estrella, se abre espacio para que la NFL —y el público— reconozca plenamente quién ha sido uno de los tres mejores WR de la última década.

Los aficionados de Tampa Bay lo saben. Sus compañeros también. Y aunque Evans no lo diga en voz alta, lo está dejando claro en cada pase atrapado, en cada marcador alcanzado y en cada joven jugador al que guía. Está construyendo algo más que un legado de estadísticas: está forjando una identidad duradera en una franquicia que a menudo ha carecido de ellas.

Mike Evans, número 13 de los Bucs, tal vez no sea el más ruidoso... pero es, sin duda, uno de los más grandes.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press