Trump, el Congreso y el negocio millonario de la política: una tormenta entre reproches, leyes y traiciones

Las disputas internas en el Partido Republicano y las controversias sobre el enriquecimiento de funcionarios agitan el escenario político de EE.UU. entre acusaciones cruzadas, proyectos de ley transformadores y esquemas corruptos.

Una batalla legal con mucho en juego: ¿es hora de dejar la bolsa?

En una rara muestra de bipartidismo en el Congreso de Estados Unidos, el senador republicano Josh Hawley y el demócrata Gary Peters lograron que un importante proyecto de ley prohibiendo el comercio de acciones a legisladores y altos funcionarios avanzara en el Senado. El proyecto, denominado Honest Act, busca prohibir que miembros del Congreso, el presidente, el vicepresidente y sus cónyuges compren, vendan o mantengan acciones, una práctica en la mira desde hace años debido al potencial conflicto de interés que representa.

"Tenemos la oportunidad de hacer algo por lo que el público ha clamado durante décadas", dijo Hawley durante la sesión del comité. "Prohibir que los miembros del Congreso ganen dinero con información confidencial a la que solo ellos tienen acceso".

Lo impactante fue que esta medida, respaldada incluso por sectores conservadores, generó una ola de enojo en el núcleo del Partido Republicano. ¿La razón? Hawley se negó a apoyar una enmienda para investigar las inversiones bursátiles de Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara Baja. El expresidente Donald Trump, molesto por esta decisión, atacó públicamente a Hawley tildándolo de "senador de segunda categoría".


Trump contra su propio partido: una estrategia de presión pública

No es la primera vez que Trump arremete contra miembros de su propio partido. Un día antes del ataque contra Hawley, atacó al veterano senador republicano Chuck Grassley por defender una antigua norma del Senado, "blue slip", que permite a los senadores oponerse a nominaciones federales en sus estados.

"Senador Grassley debe actuar. Yo lo ayudé a ganar su reelección", escribió Trump en su red social, demostrando su estilo de liderazgo informal y su inclinación por la intimidación política como herramienta de control interno.

Estos ataques públicos reflejan tanto una fractura en el liderazgo republicano como el deseo de Trump de moldear el partido a su imagen y semejanza, desplazando incluso a quienes han sido aliados históricos.


¿Quién controla a los controladores? Insider trading y los privilegios del poder

El comercio de acciones por parte de políticos ha sido foco de controversia durante décadas. Investigaciones como aquellas surgidas durante la pandemia de COVID-19 revelaron que varios legisladores vendieron acciones poco antes de que se anunciaran medidas económicas clave o se conocieran datos sanitarios críticos.

Por ejemplo, un informe de The New York Times publicado en 2022 documentó que al menos 97 miembros del Congreso reportaron inversiones que planteaban posibles conflictos de interés con sus funciones legislativas.

El proyecto Honest Act busca corregir eso estableciendo que:

  • Los funcionarios electos no podrán comprar nuevas acciones tras la promulgación.
  • Tendrán 90 días para vender sus participaciones bursátiles actuales.
  • Los futuros mandatarios deberán deshacerse de esas inversiones al inicio de su mandato.

Pero hubo resistencia. El senador republicano Rick Scott intentó agregar una enmienda que eximiera al presidente, vicepresidente y sus familias. También quiso forzar una investigación a Pelosi. Cuando Hawley votó con los demócratas para bloquearlo, desató la ira de Trump.


Joe Kent: un guerrero polémico en terreno sensible

Mientras se intensificaba el debate legislativo, el Senado aprobó la designación de Joe Kent, leal aliado de Trump, como nuevo director del Centro Nacional de Contraterrorismo, con 52 votos a favor y 44 en contra.

Kent es un ex boina verde con once misiones militares a cuestas, además de experiencia en la CIA. Sin embargo, su pasado político es inquietante. Durante su fallida campaña al Congreso en 2022, contrató a miembros del grupo extremista Proud Boys y mantuvo vínculos con otros actores de la ultraderecha como Patriot Prayer.

También defendió teorías conspirativas relacionadas con el asalto al Capitolio del 6 de enero y puso en duda los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.

El senador demócrata Mark Warner fue tajante: "Kent no cumple con los estándares necesarios para manejar la inteligencia nacional. Se requiere objetividad, neutralidad partidaria y fidelidad a los hechos. Él ha demostrado no tener esas cualidades".

No obstante, para el Partido Republicano, Kent representa firmeza. Tom Cotton, presidente republicano del Comité de Inteligencia, dijo: "Ha dedicado su vida a combatir el terrorismo y proteger a este país".


Ponzi y política: un PAC que podrí­a desmoronar la derecha en Georgia

Justo cuando las tensiones partidarias dominaban Washington, la Comisión de Ética del estado de Georgia presentó cargos contra un comité de acción política (PAC) vinculado a un presunto esquema Ponzi de $140 millones. El PAC, asociado a la familia Frost, habría influido en procesos electorales entre 2021 y 2024 sin cumplir con requisitos legales.

Edwin Brant Frost IV y su hijo, Brant Frost V, están en el centro de un escándalo financiero cuyas ramificaciones tocan directamente a la política republicana. La Securities and Exchange Commission (SEC) acusa a Frost IV de haber utilizado dinero de inversionistas para enriquecerse y, presuntamente, financiar campañas políticas en diversos estados.

"Este tipo de dinero oscuro, que ataca a candidatos sin transparencia, debe ser regulado", afirmó el representante estatal Dale Washburn, víctima de propaganda financiada por el PAC en las elecciones de 2022.

Las actividades de este PAC habrí­an favorecido a candidatos insurgentes republicanos enfrentados a figuras como el extinto presidente de la Cámara estatal David Ralston. Aunque Brant Frost V no ha sido acusado formalmente, la SEC ya ha solicitado información sobre su papel dentro de la fallida firma First Liberty Building & Loan.


Un partido republicano dividido y bajo la lupa

Lo que inicialmente parece una batalla entre posturas éticas en torno a inversiones y poder, se revela como una fotografía de un Partido Republicano fracturado, convulsionado entre viejas reglas, nuevas acusaciones, lealtades a Trump y emergentes escándalos financieros.

La furia de Trump contra sus senadores, la designación de leales como Kent, y los impactos de PACs ilegales en estados clave, como Georgia, dibujan un mapa caótico del presente político estadounidense.

A medida que se acercan elecciones cruciales, el foco en el control financiero, la transparencia y la radicalización crecerá. Como dijo Hawley: "La gente necesita saber que sus líderes no están en esto para hacerse ricos". ¿Logrará esa verdad abrirse paso en un clima cargado de intereses cruzados, traiciones ideológicas y dinero en las sombras?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press