Columbia vs. Columbia: La batalla legal que enfrenta a una universidad de la Ivy League con una gigante del outdoor
Una disputa por nombres, colores y marcas. Columbia Sportswear demanda a Columbia University alegando infracción de marca registrada y violación contractual.
Por más de 80 años, el nombre "Columbia" ha sido sinónimo de calidad en ropa para actividades al aire libre. Pero en 2024, ese nombre se ha convertido en el centro de una batalla legal inesperada entre dos instituciones icónicas: la Universidad de Columbia, una de las universidades más prestigiosas del mundo, y Columbia Sportswear, gigante de la ropa outdoor con sede en Portland, Oregón.
Este conflicto, que puede parecer trivial a primera vista, es en realidad un caso revelador sobre los límites entre la propiedad intelectual, los contratos y el valor intangible de una marca. ¿Qué ocurre cuando una universidad usa su propio nombre como marca, pero ese uso se cruza con los intereses comerciales protegidos por otra empresa? Aquí desentrañamos el caso con su trasfondo legal, histórico y comercial.
¿Qué desató la disputa?
Todo comenzó con un acuerdo firmado en junio de 2023 entre Columbia Sportswear y Columbia University. Este acuerdo establecía cómo la universidad podía utilizar la palabra "Columbia" en prendas y accesorios. Entre las cláusulas, se especificaba que el nombre debía ser acompañado de identificadores que dejaran claro que se trataba de una institución académica: como su escudo, el nombre completo de la universidad, el año de fundación (1754), mascotas o departamentos académicos.
Sin embargo, poco más de un año después, Columbia Sportswear detectó una violación del pacto: la tienda online de la universidad, así como tiendas asociadas, ofrecían prendas con el nombre "Columbia" sin ningún identificador adicional. Y no solo eso: muchas de estas prendas usaban un tono azul brillante, muy similar al icónico azul asociado por décadas con la estética de Columbia Sportswear.
¿Por qué es importante esta demanda?
El 23 de julio de 2024, Columbia Sportswear presentó la demanda en un tribunal federal en Oregón, alegando infracción de derechos marcarios y violación de contrato. Pero esta demanda es mucho más que una simple disputa comercial. Representa una colisión entre una marca protegida por décadas bajo las leyes de propiedad intelectual, y una institución educativa que también tiene derecho a usar su nombre histórico.
El núcleo del caso radica en si los consumidores pueden llegar a confundirse o no. Según la demanda: “La probabilidad de engaño, confusión y error, causada por el uso inapropiado del nombre Columbia por parte de la universidad, está provocando un daño irreparable a la marca y al prestigio de Columbia Sportswear”.
El poder de una marca: ¿quién posee el derecho sobre “Columbia”?
Ambas instituciones tienen motivos legítimos para usar el nombre "Columbia". La universidad fue fundada en 1754 como King’s College, y posteriormente cambió su nombre a Columbia College, en honor a Cristóbal Colón. Por otro lado, Columbia Sportswear nació en 1938 cuando Paul Lamfrom, un inmigrante alemán, compró una pequeña empresa de ropa en Portland, la rebautizó Columbia Hat Company (por el cercano río Columbia) y posteriormente la transformó en una de las marcas outdoor más reconocidas del mundo.
Hoy, Columbia Sportswear se vende en más de 800 tiendas a nivel global, incluyendo 150 tiendas propias, su sitio web y marketplaces digitales.
La marca ha invertido millones en construir un fuerte posicionamiento visual y emocional ligado al outdoor. De ahí el temor de que prendas con un diseño visual similar, pero sin señal clear de identidad universitaria, pueda generar confusión entre consumidores.
La cláusula del color y otras exigencias
Uno de los elementos más interesantes de la demanda de Columbia Sportswear es el énfasis en el uso del color azul brillante. Si bien los colores por sí solos generalmente no están protegidos por la ley de marcas, sí pueden adquirir protección cuando están estrechamente asociados con una marca y su inversión publicitaria.
Este ha sido el caso, por ejemplo, de Tiffany & Co. (con su famoso azul Tiffany) o UPS (marrón Chocolate Brown). Columbia Sportswear argumenta que ha hecho del azul brillante una firma visual propia, usada en múltiples prendas, etiquetas y estrategias de marketing.
Por otro lado, la cláusula del acuerdo firmado en 2023 exigía que el nombre “Columbia” no pudiera usarse aislado, sino acompañado de contextos universitarios que lo distinguieran claramente del uso comercial de la palabra.
Reclamos, consecuencias y medidas exigidas
En la demanda, la empresa no solo exige el cese inmediato de la venta de los productos que violan el pacto. También solicita que se retiren del mercado, que cualquier stock remanente sea donado a organizaciones benéficas, y que se le reconozca un monto por daños equivalente al triple de lo que determine un jurado.
Columbia University aún no ha emitido una respuesta pública oficial. Pero este caso se suma a un año especialmente turbulento para la institución, marcada por controversias, reclamos gubernamentales y la reciente amenaza de perder financiamiento federal si no frenaba comportamientos considerados antisemitas en el campus.
Conflictos entre marcas y universidades: ¿es común?
Sorprendentemente, los conflictos entre marcas registradas y universidades no son nuevos. Las universidades, al operar cada vez más como marcas globales, se enfrentan a desafíos de branding similares a las corporaciones.
- En 2017, The Ohio State University intentó registrar la palabra "THE" como marca, desatando una controversia con la marca de moda Marc Jacobs.
- En 2009, Syracuse University y Nike pelearon por los derechos del color naranja brillante característico de los deportes universitarios.
- En 2020, la Universidad de Texas presentó una demanda contra la empresa de tecnología "HornRaiser", por el uso de un símbolo de cuernos similar al gesto deportivo “Hook 'Em Horns”.
Estas tensiones surgen del hecho de que hoy, el nombre y la imagen de una universidad generan millones en licencias, marketing, patrocinios y colaboraciones.
¿Qué dicen los expertos?
Expertos en marcas e imagen corporativa han opinado sobre el caso Columbia vs. Columbia. Según Deborah Gerhardt, profesora de derecho en la Universidad de Carolina del Norte:
"Cuando dos entidades poderosas y reconocidas comparten parte de un nombre, deben establecer claramente sus franjas de territorio, y respetarlas. Si Columbia University firmó un contrato y lo incumplió, las consecuencias legales pueden ser significativas".
Por su parte, especialistas en marketing aseguran que el nombre “Columbia” está tan cargado de asociaciones, que cualquier material promocional debe evitar ambigüedades.
Un juicio sin precedentes para 2025
Si ambas partes no llegan a un acuerdo extrajudicial, el juicio se celebraría durante el primer semestre de 2025, y podría sentar precedente sobre cómo se regulan los nombres compartidos entre marcas e instituciones educativas.
El caso también plantea un debate interesante: ¿Hasta qué punto una universidad puede usar su propio nombre si ese uso rompe las reglas de mercado?. La respuesta podría redefinir el modo en que otras instituciones manejan sus licenciaturas de marca y líneas de productos universitarios.
Por ahora, estudiantes, egresados y consumidores seguirán atentos al desarrollo de esta batalla azul.