El drama bajo tierra de El Teniente: Minería, sismos y sacrificio en las entrañas de Chile

Un accidente mortal en la mina más grande de cobre del mundo reaviva el debate sobre seguridad, sismicidad y la industria minera en Chile

Un nuevo golpe a la minería chilena

Chile ha vuelto a enfrentar la dura realidad de su dependencia minera. El reciente colapso en la mina subterránea El Teniente, operada por la Corporación Nacional del Cobre (Codelco), dejó un saldo trágico: un trabajador fallecido, cinco atrapados sin contacto alguno y nueve heridos.

La mina —ubicada en la comuna de Machalí, región de O’Higgins— pasó a los titulares después de que un sismo de magnitud 5 sacudiera la zona el jueves en la tarde, coincidiendo con el accidente. El epicentro fue detectado a solo 100 kilómetros de Santiago. Aún no se ha determinado si el sismo fue natural o inducido por las actividades mineras, lo que ha generado preguntas urgentes sobre riesgos geotécnicos y políticas de seguridad.

El Teniente: gigante del cobre y del riesgo

Considerada la mina subterránea de cobre más grande del mundo, El Teniente tiene una historia que se remonta a más de un siglo. Actualmente produce aproximadamente el 5% del cobre mundial, y ha sido un pilar clave de la economía chilena. Pero su prominencia también la convierte en un punto extremadamente vulnerable ante accidentes y catástrofes naturales.

El proyecto Andesita —donde ocurrió el accidente— busca ampliar en 25 kilómetros más la red subterránea de túneles. Se trata de una obra faraónica, no solo por su tamaño sino también por los desafíos técnicos y humanos que representa. Paulo Marín Tapia, el trabajador fallecido, fue una de las personas que enfrentó ese desafío con su vida.

Incertidumbre entre roca y tierra

Desde el incidente, los equipos de rescate han trabajado ininterrumpidamente intentando localizar y rescatar a los cinco trabajadores atrapados. Los derrumbes ocasionados por el sismo bloquearon todos los accesos en las galerías ubicadas a 900 metros de profundidad. La falta de contacto con los mineros ha sumido al país en la incertidumbre.

“Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para intentar el rescate. Las próximas 48 horas serán críticas”, aseguró Andrés Music, gerente general de El Teniente.

Como medida de precaución, se evacuaron más de 3.000 trabajadores, demostrando un esfuerzo coordinado entre la empresa, autoridades locales y servicios de emergencia.

Un país minero y sísmico: ¿una combinación peligrosa?

Chile no solo es el mayor productor de cobre a nivel mundial, sino también un país ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas de mayor actividad sísmica del planeta. El doble legado —rico en minerales, pero constantemente amenazado por terremotos— plantea enormes desafíos para la industria minera.

La coincidencia del sismo con el accidente en El Teniente despierta interrogantes sobre cómo se gestionan los riesgos sísmicos subterráneos. Si bien los procedimientos técnicos intentan anticiparse a los movimientos de tierra, eventos como este demuestran que no siempre se puede controlar la furia natural ni el efecto estructural de la actividad humana en el subsuelo.

Recuerdo indeleble: los 33 de Atacama

Para muchos chilenos, esta tragedia evoca inevitablemente el rescate de los 33 mineros en la mina San José en 2010. Aquella vez, los trabajadores quedaron atrapados durante 69 días antes de ser rescatados exitosamente, en una operación que mantuvo al mundo entero en vilo. Fue un triunfo de la ingeniería, pero también una llamada de atención sobre las condiciones de seguridad laboral.

Desde entonces, se han implementado normativas más estrictas, pero cada accidente trae consigo la sensación de que aún queda mucho por hacer. El costo humano continúa siendo alarmante.

Minería verde y seguridad: el reto actual

En el contexto internacional donde la transición energética aumenta exponencialmente la demanda de cobre, Chile se encuentra bajo presiones múltiples. Por un lado, se requiere una producción eficiente para mantenerse competitivo globalmente. Por otro, se exige responsabilidad ambiental y social.

La llamada minería verde —basada en principios de sustentabilidad— busca reducir el impacto ambiental, pero también debe incluir políticas más agresivas en términos de seguridad laboral y prevención de desastres geológicos. ¿Es posible avanzar hacia un modelo que no solo favorezca a los mercados, sino también proteja a los trabajadores?

El papel de Codelco: entre orgullo nacional y cuestionamientos

Codelco, la empresa estatal encargada de más del 28% de la producción cuprífera mundial, es uno de los principales motores de ingresos de Chile. Su eficiencia ha sido reconocida a nivel global, pero también ha estado en el centro de controversias por falta de transparencia y cuestionamientos sobre la seguridad en algunas operaciones.

El accidente en El Teniente es un nuevo llamado de atención que podría abrir el camino para revisar e incluso reformular protocolos de seguridad, especialmente en zonas subterráneas activas sísmicamente.

¿Es posible evitar futuras tragedias?

Expertos en seguridad industrial coinciden en que ningún sistema es infalible. No obstante, señalan la importancia de incorporar tecnologías modernas, como sensores sísmicos en tiempo real, monitoreo por IA, y robótica de inspección para detectar posibles puntos de colapso antes de que ocurran.

Además, destacan la necesidad de una coordinación más fuerte entre los servicios geológicos, universidades y entidades operativas del Estado, para una gestión del riesgo auténticamente interdisciplinaria.

El factor humano: más allá de cifras y protocolos

Detrás de cada incidente minero hay familias, comunidades y cientos de operarios que arriesgan su vida a diario. En muchos casos, la noticia del fallecimiento de un minero o su rescate no solo afecta a su entorno inmediato sino que resuena a nivel nacional, despertando una mezcla de dolor, indignación y reflexión.

Paulo Marín Tapia tenía familia, sueños y proyectos. Como muchos en su posición, vio en la minería una oportunidad de mejora económica. Y como muchos, expuso su cuerpo y su espíritu a los desafíos del subsuelo. Su muerte debería inspirar algo más que luto: debería activar cambios reales.

Una sociedad pendiente

Mientras Chile continúa con los esfuerzos de rescate y la investigación de las causas del colapso, crece la expectativa ciudadana sobre las medidas que tomarán Codelco y el gobierno. No se trata solo de una mina paralizada: es el espejo de una nación que aún camina sobre terreno inestable, literal y metafóricamente.

El mundo observa, esperando que la minería chilena —símbolo de riqueza técnica y orgullo nacional— demuestre también ser ejemplo de empatía, innovación, y respeto por la vida humana.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press