Jimmy Rollins: El alma de los Phillies y su deuda pendiente con el Salón de la Fama
Del chico que dijo “¿quiénes son los Phillies?” al MVP y campeón mundial que transformó a una franquicia moribunda
Un chico del Área de la Bahía con ídolos históricos
Jimmy Rollins nació en Oakland, California, en una tierra donde el béisbol late con fuerza y los ídolos son parte de la cultura local. Creció admirando a Rickey Henderson —uno de los robadores de bases más legendarios— y Jackie Robinson, el hombre que rompió la barrera racial en las Grandes Ligas. Desde joven, Rollins demostró una habilidad excepcional como campocorto, lo que lo convirtió en uno de los prospectos más buscados en el béisbol de preparatoria.
Por eso, cuando los entonces irrelevantes Philadelphia Phillies lo seleccionaron en la segunda ronda del Draft de 1996, su reacción fue tan auténtica como desconcertada: “¿Quién?”, dijo Rollins entre risas al recordar el momento años después. En ese entonces, los Phillies eran sinónimo de mediocridad y fracasos acumulados en los años 90. Pero ese joven velocista sería quien les cambiaría la cara para siempre.
El renacimiento de los Phillies con Rollins como alma y motor
Lo que comenzó como una relación incierta se convirtió en una de las historias de transformación deportiva más impactantes de la MLB. Rollins, con su velocidad, guante seguro, y liderazgo indiscutido, fue el eje de una dinastía que dominó la División Este de la Liga Nacional durante cinco años seguidos, de 2007 a 2011.
Sus logros son contundentes:
- Campeón de la Serie Mundial en 2008
- Campeón de la Liga Nacional en 2009
- Ganador del Premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Nacional en 2007
- Tres veces All-Star
- Un récord de franquicia con 2,306 hits
- Una racha de 38 juegos seguidos bateando de hit
Rollins no sólo sobresalía con sus estadísticas, sino también con su mentalidad competitiva. El ex primera base Ryan Howard, uno de sus compañeros más importantes, lo resumió de forma clara: “You go, we go”, es decir: si Jimmy iba, el equipo iba con él.
Un Wall of Fame merecido, pero todavía falta Cooperstown
El viernes 1 de agosto de 2025, el Citizens Bank Park se llenó de emoción al ver a Rollins ser inducido al Philadelphia Phillies Wall of Fame. Fue un homenaje merecido, donde también fue incluido Ed Wade, el ex gerente general que confió en el talento de Rollins e impulsó la reconstrucción de los Phillies a inicios de los años 2000.
“Yo estaba destinado a estar aquí,” dijo Rollins durante la ceremonia, “Le dije a mi madre cuando me reclutaron: voy a ganar un campeonato en esta ciudad.” Y lo cumplió a lo grande.
A pesar de todos estos logros, el Salón de la Fama de Cooperstown sigue siendo una cuenta pendiente. En la última boleta recibió apenas 18% de votos, muy lejos del 75% necesario para ser elegido.
¿Por qué Jimmy Rollins merece estar en el Salón de la Fama?
El argumento no se basa solo en sentimientos o lealtades de fanáticos. Los números y los intangibles respaldan su caso:
- Defensiva: Ganador de cuatro Guantes de Oro, un maestro del posicionamiento y con un brazo firme.
- Velocidad: Acumuló 470 bases robadas en su carrera, además de ser capaz de convertir jugadas rutinas en dobles electrizantes.
- Durabilidad: Jugó más de 2,200 partidos en 17 temporadas. Fue un reloj suizo de consistencia.
- Liderazgo: Capaz de motivar a sus compañeros desde el diamante y en el clubhouse. Para los Phillies fue el alma de una era ganadora.
Wade lo expresó de forma tajante: “Desde el punto de vista del carácter, la ética y el talento, Jimmy es un Salón de la Fama total. Hay jugadores en Cooperstown que solo reúnen una o dos de esas categorías. Rollins cumple con las tres.”
Comparaciones con otros SS en el Salón de la Fama
Veamos algunas cifras para evaluar su candidatura contra algunos referentes que sí están en Cooperstown:
Jugador | Hits | HR | BR | Promedio de bateo |
---|---|---|---|---|
Jimmy Rollins | 2,455 | 231 | 470 | .264 |
Ozzie Smith | 2,460 | 28 | 580 | .262 |
Alan Trammell | 2,365 | 185 | 236 | .285 |
Con estas comparaciones, Rollins no solo compite de tú a tú, en algunos casos incluso lo supera en cuadrangulares y presencia ofensiva.
La conexión con la ciudad: más allá del béisbol
Rollins se volvió un icono en Filadelfia no solo por su juego, sino por el vínculo emocional que construyó con su gente. En una ciudad orgullosa, exigente y muchas veces brutal con sus atletas, Rollins siempre rindió homenaje a su fanaticada. En múltiples ocasiones, cargó con críticas, desafíos y momentos duros, como la derrota en la Serie Mundial de 2009.
Su frase “Somos el equipo a vencer en la Liga Nacional”, dicha en 2007, fue vista por muchos como arrogante. Pero resultó ser una profecía autocumplida. Ese año ganó el MVP y Filadelfia comenzó una dinastía con la que todo aficionado sueña.
Lo que Cooperstown debería considerar para 2026 y más allá
Cada vez que se da a conocer una nueva boleta al Salón de la Fama, surge la conversación de los “salón-famistas del pueblo”, aquellos cuyas carreras no son perfectas numéricamente, pero que representaron el juego como pocos. Ese es el caso de Jimmy Rollins.
Entre sus atributos, hallamos un valor intangible altamente respetado por los votantes: la defensa de élite sostenida por más de una década. Sumemos a eso su impacto emocional, carácter fuera del terreno y legado en una franquicia históricamente golpeada, y tenemos un caso irresistible.
Una historia que merece verse en mármol
Alrededor del Citizens Bank Park permanece su placa en el Wall of Fame, junto a grandes como Mike Schmidt, Steve Carlton y Chase Utley. Sin embargo, falta un pedestal más alto: el templo del béisbol en Cooperstown.
Rollins no fue sólo una estrella del béisbol, fue un arquitecto de identidad en una ciudad difícil, un ícono de generaciones y un atleta que cambió el rumbo de una franquicia.
No hay duda alguna: Cooperstown debería darle un espacio con su nombre. Porque, como bien dijo una vez, “Estoy aquí para ganar un campeonato”... y lo hizo.