Los Jets de Nueva York y el arte de sobrevivir al campo de entrenamiento

Lesiones, nostalgia y liderazgo en una pretemporada repleta de expectativas

El arranque del campo de entrenamiento de los New York Jets ha sido cualquier cosa menos monótono. Entre lesiones precaucionarias, regresos inesperados y una mirada nostálgica a los días de gloria, el equipo dirigido por Aaron Glenn ha ofrecido un interesante retrato de lo que significa construir una franquicia competitiva en una liga tan exigente como la National Football League (NFL).

Quinnen Williams: Una piedra angular temporalmente ausente

Quinnen Williams, el pilar de la defensa de los Jets y seleccionado al Pro Bowl en tres ocasiones consecutivas, será baja al menos una o dos semanas debido a una lesión en la pantorrilla. Fue durante los entrenamientos individuales del pasado jueves que el lineero defensivo sintió molestias en su pierna derecha y decidió abandonar la práctica como medida de precaución.

“Queremos asegurarnos de que esté bien. Sabemos perfectamente de lo que es capaz”, declaró el técnico Aaron Glenn con autoridad. Y es que Williams ya ha lidiado previamente con este tipo de dolencias, lo que permite cierto optimismo respecto a su pronta recuperación.

El impacto de Williams en la defensa no es un secreto. Desde que fue drafteado en el puesto número tres global en 2019 procedente de Alabama, se ha convertido en uno de los tackles defensivos más dominantes de la NFL. En la temporada pasada, registró 62 tacleadas, 7.5 capturas de mariscal y 13 golpes al quarterback, siendo un líder vocal y técnico dentro del vestuario.

John Simpson y Malachi Moore: ¿Bajas sensibles o simples precauciones?

No solo Williams ha sido noticia por su lesión. También el guardia izquierdo John Simpson, quien comenzó todos los partidos la temporada pasada, será baja por una o dos semanas con molestias en la espalda. Glenn ha dejado claro que se trata de otra medida cautelar: “Estará bien. Nada grave”.

A esto se suma el caso de Malachi Moore, la joven promesa defensiva que llegó como selección de cuarta ronda desde Alabama. El safety novato padece un tirón en el oblicuo, y también ha sido apartado de los entrenamientos sin mayor gravedad. Se espera que Moore tenga minutos importantes en situaciones de tercera oportunidad durante la temporada.

Buenas noticias: Braelon Allen regresa a las prácticas

En medio del infortunio, hay motivos para sonreír en Nueva York. El corredor de segundo año Braelon Allen volvió al campo de entrenamiento tras ausentarse por dolores en la rodilla izquierda. “Se está moviendo bien”, afirmó Glenn, respirando aliviado.

Allen, procedente de la Universidad de Wisconsin, es conocido por su potente estilo de carrera y su capacidad para generar yardas después del contacto. Con 574 yardas y 5 touchdowns el año pasado, muchos analistas creen que podría ser la pieza que complemente eficazmente el ataque terrestre liderado por Breece Hall.

El regreso de un viejo conocido: Nick Folk vuelve a los Jets

Entre las historias que alimentan el espíritu de los nostálgicos, destaca el regreso del kicker Nick Folk, quien vuelve a vestir los colores de los Jets nueve años después de su última aparición con el equipo.

Firmado esta semana para reforzar la posición de pateador, Folk jugó por última vez en Nueva York en 2014. En ese entonces compartía vestuario con el legendario Jason Taylor. Hoy, en 2025, es compañero de Mason Taylor, el hijo de Jason, quien forma parte del equipo como ala cerrada novato.

“Recuerdo haberlo visto correr por Cortland cuando era pequeño”, dijo Folk entre risas. “Le pregunté si se acordaba de vivir en Nueva York y me dijo: ‘Un poco’. Es un mundo loco. Muy divertido estar aquí de nuevo”.

Además, hay una conexión curiosa entre Folk y el actual entrenador en jefe de los Jets, Aaron Glenn, quien fue compañero momentáneo del pateador durante el campo de entrenamiento de Dallas en 2007. Ese tipo de vínculos intergeneracionales son los que dan alma a una franquicia, y los fans no tardarán en atesorarlos.

Un entrenador con silbato: El estilo tradicional de Aaron Glenn

En una época donde muchos entrenadores optan por métodos más tecnológicos y asépticos, Aaron Glenn se mantiene fiel a la vieja escuela. Durante cada práctica, el técnico lleva colgado un silbato, herramienta que usa para detener al equipo, marcar tiempos y mantener el orden durante el ensayo.

“Necesito controlar la práctica”, explicó Glenn con una sonrisa. “Cuando suena el silbato, ellos saben lo que significa”.

Lo que para algunos es una reliquia de tiempos pasados, para Glenn es una declaración de principios: disciplina, constancia y control. Y no cabe duda de que el equipo ha respondido positivamente a ese tipo de liderazgo.

¿Podrán los Jets traducir esta intensidad en resultados?

Desde hace décadas, los Jets viven en una especie de limbo competitivo. No logran clasificarse a la postemporada desde 2010, y su último Super Bowl fue en… 1969. Sí, más de 55 años desde aquella tarde inolvidable de Joe Namath. ¿Qué tiene esta generación que podría cambiar la historia?

  • Un tacle defensivo estrella consolidado: Quinnen Williams
  • Una línea ofensiva joven pero sólida con Simpson y Joe Tippmann
  • Un backfield lleno de talento con Hall y Allen
  • Elementos noveles como Malachi Moore, que prometen electricidad
  • Un cuerpo técnico disciplinado y centrado, liderado por Glenn

Todo esto, además, sin mencionar al siempre polarizante quarterback Aaron Rodgers, quien seguirá siendo una figura fundamental dentro y fuera del campo para el equipo. Su influencia y liderazgo serán determinantes en la cultura de vestuario que intenta implantar Glenn.

Un vistazo al horizonte

Con una AFC Este más competitiva que nunca, donde Buffalo y Miami siguen siendo favoritos pero vulnerables, los Jets parecen posicionados para sorprender en 2025. Todo dependerá de factores que en la NFL siempre están sujetos a tensión: salud, cohesión y calendario.

Por lo pronto, el convencimiento del cuerpo técnico en priorizar la salud sin presionar a sus figuras deja una lectura clara: el equipo busca llegar sano a septiembre, donde comienza —por fin— la verdadera prueba.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press