Thomas Selby Ellis III: Un juez entre la obstinación legal y los juicios que marcaron época

El fallecimiento del juez federal T.S. Ellis III deja un legado forjado en casos emblemáticos, frases lapidarias y decisiones judiciales que aún hacen eco en la justicia estadounidense

El mundo judicial estadounidense despide a uno de sus rostros más conocidos e icónicos: el juez federal Thomas Selby Ellis III, quien falleció a los 85 años tras una larga enfermedad. Originario de Colombia, Ellis dejó una huella profunda en más de tres décadas en el “Rocket Docket” de Alexandria, Virginia, con su estilo inusual, su dominio de la ley y un carisma que a veces rozaba lo teatral en una sala de audiencias.

El juez que hablaba español y exigía sinceridad

Una de las anécdotas más humanas y reveladoras en la carrera de Ellis fue su empeño por escuchar a los acusados de habla hispana en su propio idioma. Aunque había intérpretes presentes, Ellis solía pedir que los acusados hablasen directamente si podían, diciéndoles que quería oír sus palabras por sí mismo, especialmente cuando pedían clemencia.

Una carrera que empezó en el mar y pasó por tres universidades de élite

Antes de imponerse como figura jurídica, Ellis sirvió en la Marina estadounidense, lo cual aportó rigor y estructura a su vida profesional. Estudió en Princeton, Oxford, y obtuvo su licenciatura en Derecho magna cum laude en Harvard. Fue nombrado juez federal en 1987 por Ronald Reagan, convirtiéndose en un actor protagónico en el sistema judicial durante más de 35 años.

Corte de Alexandria: cuando el reloj no siempre imperaba

La corte federal de Alexandria es famosa por su apodo: el “Rocket Docket”, ya que se caracteriza por resolver los casos con rapidez. Paradójicamente, Ellis solía comenzar tarde sus audiencias —excepto cuando había jurados presentes— y, sin embargo, se mantenía inflexible con las exposiciones largas. “Esto es una concesión a la brevedad de la vida”, solía decir mientras recortaba las intervenciones de abogados con tono sarcástico.

Frases memorables y un temperamento que marcaba el ritmo judicial

Quienes compartieron sala con Ellis conocían su tendencia a imponer orden con frases que eran casi proverbios personales. Durante las audiencias de sentencia, era frecuente que dijera a los acusados:

“Usted escribe las páginas de su propia historia de vida.”

Esta filosofía parecía guiar no solo sus decisiones judiciales, sino también la forma en que abordaba cada caso: con cierto rigor moral combinado con un sentido profundo de humanidad —aunque a veces enfrentado con su temperamento.

Paul Manafort: el caso que atrajo focos y polémica

Uno de los momentos más mediáticos de su carrera fue el juicio en 2018 contra Paul Manafort, ex jefe de campaña de Donald Trump, acusado por fraude bancario y fiscal. Ellis sentenció a Manafort a 47 meses de prisión, un castigo considerado sorprendentemente leve por muchos en comparación con las directrices federales.

Pero lo que más generó controversia fue su comentario: "Ha llevado una vida por lo demás intachable", frase que algunos consideraron una burla frente al historial de Manafort asesorando a políticos prorrusos e industrias cuestionables.

El caso Jefferson: corrupción política y dinero en el congelador

Otro juicio con amplia repercusión fue el del congresista demócrata William "Dollar Bill" Jefferson, sentenciado en 2009 a 13 años de prisión por recibir sobornos, reafirmando su visión sobre la corrupción:

“La corrupción pública es un cáncer. Necesita ser procesada y castigada.”

El caso tuvo tintes de escándalo cinematográfico: un responsable de FBI involucrado sentimentalmente con una testigo clave; más de $90 mil escondidos en un congelador; y una posterior reducción de la sentencia a tiempo cumplido tras un cambio en la interpretación legal del soborno —aunque Ellis no dudó en reafirmar que Jefferson actuó de forma “venal”.

Un contraste constante: firmeza moral y temperamento volátil

Ellis podía ser impaciente, mordaz y crítico en un momento, y al minuto siguiente disculparse con calidez por su tono. Ese vaivén emocional fue tanto su firma como su talón de Aquiles. Durante un mismo juicio podía alternar entre un profesor severo y un abuelo amigable, un juez de mano dura y un hombre dispuesto a escuchar hasta la más modesta súplica.

Una forma particular de aplicar justicia

Además de su manejo directo de leyes, Ellis asumía un rol casi pedagógico en la sala. Pedía a los acusados que dijeran todo lo que quisieran “a modo de extenuación o mitigación” antes de dictar sentencia, dándoles espacio para ser parte de ese proceso que, en última instancia, marcará sus vidas.

En palabras del jurista Michael Dreeben, quien colaboró en múltiples casos contra Manafort: “El juez Ellis combinaba el pensamiento jurídico más riguroso con una personalidad disonante que podía oscilar entre la hostilidad y el encanto paternalista.”

De la sala a la historia judicial

Ellis tomó estatus de juez sénior en 2007, pero siguió manejando una gran carga de casos casi hasta el final de su vida. Su salud se fue deteriorando y sus últimos asuntos fueron reasignados. Aunque no fue uno de esos jueces que buscan protagonismo fuera de los tribunales, sus decisiones, frases y estilo escénico dejaron huella en múltiples generaciones de abogados y ciudadanos.

Murió en paz, en su hogar de Keswick, Virginia, pero su legado —ya grabado en múltiples sentencias y, sobre todo, en las historias que tejía en cada audiencia— permanecerá como una parte indeleble del sistema judicial estadounidense.

¿Un juez conservador? Tal vez. ¿Un juez humano? Sin duda.

Es tentador etiquetar a Ellis como conservador únicamente porque fue nombrado por Reagan o por sus decisiones en casos sensibles. Sin embargo, su visión de justicia estaba más anclada en una ética personalista y casi filosófica que en una inclinación ideológica clara.

Más que juez, Ellis fue un narrador de vidas ajenas, un hombre que entendía que cada acusado tenía una historia —por vil que fuera— y que, como el mismo solía decir, debía ser relatada en voz alta, no solo en papeles judiciales fríos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press