NFL y contratos millonarios: Broncos y Bengals redefinen su futuro
Desde extensiones multimillonarias hasta renovaciones de estadios, ambas franquicias apuestan en grande por su estabilidad a largo plazo
Contratos que sacuden el verano de la NFL
El mercado de la National Football League (NFL) ha explotado este verano con movimientos sorprendentes. Mientras los Denver Broncos aseguraron a uno de sus pilares defensivos, Zach Allen, con un contrato millonario, el condado de Hamilton y los Cincinnati Bengals cerraron un acuerdo crucial que define el futuro del equipo en su estadio Paycor hasta 2036, con posibilidad de extenderlo hasta 2046.
Ambas noticias reflejan un momento crucial para ambas organizaciones, que están invirtiendo grandes sumas en infraestructura y talento para asegurar la competitividad y la estabilidad de sus franquicias.
Zach Allen: de promesa a pieza clave
Zach Allen, quien llegó a la NFL como tercera ronda proveniente de Boston College en 2019, ha emergido como una fuerza dominante en la defensa. Desde que siguió al coordinador defensivo Vance Joseph desde Arizona hasta Denver en 2022, su progresión ha sido constante y notable.
En la temporada pasada, Allen registró 8.5 capturas, 15 tacleadas para pérdida y 40 golpes al mariscal, todos ellos máximos personales. Estos números le valieron el reconocimiento como segundo equipo All-Pro, un logro significativo para un jugador que apenas cumplirá 28 años este mes.
Por estos méritos, los Broncos le ofrecieron una extensión de cuatro años y $102 millones de dólares, con un impresionante total de $70 millones garantizados. Con esto, Denver mantiene una base sólida para su defensa y manda un mensaje claro: quieren competir al más alto nivel.
Un verano de inversión en Denver
Allen no ha sido el único en recibir un trato jugoso. El receptor estelar Courtland Sutton también firmó por $92 millones en cuatro años, con $41 millones garantizados. Estas renovaciones muestran la intención del equipo de retener talento clave mientras se preparan para competir en una AFC cada vez más exigente.
Otros jugadores como el joven apoyador Nik Bonitto y el liniero defensivo John Franklin-Myers también están en línea para renovaciones, posiblemente esperando que sus contratos reflejen el nuevo estándar económico dentro de la franquicia.
Los Bengals y el compromiso con Cincinnati
Mientras Denver asegura su defensa, en Cincinnati los Bengals sellaron un nuevo acuerdo de 11 años de arrendamiento con el Condado de Hamilton que incluye $470 millones en renovaciones al Paycor Stadium. Este acuerdo termina un largo y, en ocasiones, tenso proceso de negociación sobre el futuro de la franquicia en la ciudad.
El nuevo contrato finaliza en 2036, pero incluye 10 años adicionales opcionales, lo que podría extender la estadía del equipo hasta 2046. También establece un sistema de financiamiento compartido: el condado aportará $350 millones y los Bengals $120 millones.
Esto supone una rebaja considerable respecto a la propuesta inicial del equipo, que ascendía a $830 millones. Además, abre la puerta a colaboración estatal, tomando como ejemplo el caso de los Cleveland Browns, quienes recibirán $600 millones del presupuesto estatal de Ohio para un nuevo estadio.
Renovaciones necesarias en un estadio histórico
Paycor Stadium, inaugurado en el año 2000 como Paul Brown Stadium, ha sido el hogar de los Bengals durante más de 20 años y está finalmente enviando señales de modernización. El equipo planea hacer mejoras significativas en palcos, concesiones, zonas VIP y tableros de video. Otra de las propuestas en el horizonte es contar con una instalación de práctica cubierta permanente.
Durante muchos años, Cincinnati fue el único equipo de clima frío sin una instalación cubierta. Esta necesidad fue parcialmente solventada en 2022 con una burbuja de práctica temporal cruzando la calle de sus campos exteriores, pero los Bengals apuntan a una infraestructura más moderna que sostenga su desarrollo a largo plazo.
Un ejemplo a seguir, según el propietario
Para Mike Brown, propietario del equipo, los cambios proyectados y el nuevo arrendamiento representan un enfoque prudente pero eficaz. En sus propias palabras:
“No estamos buscando cosas lujosas o extravagantes. Queremos actualizar áreas clave como la zona de clubes y concesiones. No vamos a construir una cúpula ni instalar pantallas gigantescas. Solo queremos que siga siendo lo que ya es, algo funcional y representativo de lo que somos.”
La frase de Brown revela una conexión cultural con la afición y con la tradición de la franquicia, que apunta a modernizarse sin perder su esencia de “mercado medio”.
Comparaciones inevitables con el pasado
El primer contrato de arrendamiento entre los Bengals y el condado, firmado en 1996, ha sido referencia recurrente como ejemplo de lo que los gobiernos locales no deberían permitir al negociar con franquicias deportivas. Otorgó demasiado control al equipo y dejó al condado con poca capacidad de maniobra.
Esta vez, las autoridades locales parecen haber aprendido de los errores. Stephanie Summerow Dumas, comisionada del condado, ofreció una visión optimista y centrada en los contribuyentes:
“Nos mantuvimos firmes en lo que pensamos que era mejor. Creo que este arrendamiento es bueno para la gente y para el equipo. Este es el arrendamiento del pueblo, y me siento orgullosa de ello.”
Una nueva era de estabilidad deportiva y financiera
Estos movimientos son más que simplemente contratos o renovaciones. Son apuestas estratégicas por la continuidad competitiva y el vínculo con comunidades locales. En un momento donde las franquicias podrían coquetear con reubicaciones (como han hecho los Rams, Raiders o Chargers), la claridad de compromiso con una ciudad importa, y mucho.
Denver y Cincinnati demuestran que es posible encontrar un equilibrio entre los intereses corporativos y los públicos. Sus decisiones reafirman que la fidelidad a una ciudad y a una afición puede traducirse también en éxito deportivo... y financiero.
Por ahora, Broncos y Bengals avanzan a toda máquina hacia un futuro definido, ambicioso y con raíces firmes.