Mason Taylor: La nueva joya de los Jets y el legado que busca superar
El hijo del legendario Jason Taylor está ganando terreno rápidamente en su primer campamento con los New York Jets, demostrando que su apellido no es su único mérito
Mason Taylor no es un nombre desconocido para los fanáticos del fútbol americano. Su apellido está grabado con letras doradas en la historia de la NFL, gracias a su padre, Jason Taylor, miembro del Salón de la Fama y uno de los mejores defensivos de todos los tiempos. Sin embargo, este joven ala cerrada de 21 años está comenzando a escribir su propia historia, no solo como heredero de una dinastía deportiva, sino como una promesa real en una ofensiva de los New York Jets que busca identidad y efectividad.
Un legado familiar de élite
Ser hijo de Jason Taylor no es tarea sencilla, mucho menos en la NFL. Con 139.5 sacks en su carrera y una reputación como uno de los cazamariscales más temidos de su época, Jason dejó una huella imborrable en los Miami Dolphins, pasando brevemente por Washington y cerrando en los propios Jets en 2010, año en el que el equipo llegó hasta la final de conferencia de la AFC.
Pero lo que muchos no saben es que el talento viene también por el lado materno: el tío de Mason es Zach Thomas, otro miembro del Salón de la Fama y un linebacker icónico. Así que lo que corre por las venas de Mason no es solo presión, sino también gen puro del más alto nivel de fútbol.
Campamento con sabor a revancha generacional
A 15 años de haber recorrido las canchas como niño, hoy Mason Taylor pisa con garra y determinación el mismo terreno de los Jets, no como espectador, sino como actor principal. Miami, LSU y ahora la NFL. Su camino ha sido sólido, comenzando con 129 recepciones, 1,308 yardas y 6 touchdowns en sus tres temporadas con los Tigers, convirtiéndose en el ala cerrada más prolífica en la historia de la universidad.
El salto al profesionalismo fue natural. En el Draft de 2025, los Jets lo seleccionaron en la segunda ronda, visualizando en él no solo potencia como receptor, sino también un bloqueador adaptable. Según Aaron Glenn, el entrenador, Mason está superando expectativas ya desde el inicio:
“Sus habilidades para recibir no me sorprenden, sabía que podía hacerlo. Pero su bloqueo... honestamente, no esperaba que fuera tan eficiente desde el primer día.”
Silencio, disciplina y talento natural
Justin Fields, el mariscal de campo de los Jets, lo resume claramente:
“No habla mucho, pero trabaja sin descanso. No comete errores mentales y tiene unas manos muy naturales. Todo lo que hace se ve fluido.”
Y eso se refleja. En los primeros nueve entrenamientos del campamento, Mason ha sido una figura recurrente en las jugadas claves ofensivas. Con sus 1,95 metros (6’5") y 114 kg (251 libras), es una auténtica torre con movilidad. Su posición en el primer gráfico de profundidad —como respaldo de Jeremy Ruckert— no parece alinearse con la cantidad de acción y protagonismo que está teniendo.
La visión de un equipo con urgencias
Los Jets vienen de temporadas inconsistentes. La salida de Tyler Conklin dejó un vacío en la posición de ala cerrada que se vuelve clave en una NFL centrada, cada vez más, en esquemas híbridos y opciones aéreas versátiles. Taylor encaja perfectamente allí, especialmente como complemento de Garrett Wilson en el ataque.
Darren Mougey, nuevo gerente general del equipo, no dudó al ver a Taylor disponible en el draft. Y parece haber acertado. La adaptación ha sido inmediata y su capacidad para absorber el contenido del libro de jugadas no ha pasado desapercibida.
“Las cosas vuelan durante las prácticas, pero creo que me estoy adaptando rápido. Ha sido clave el apoyo de mis compañeros y entrenadores”, comentó Mason tras un entrenamiento.
Rutina, filosofía familiar y hambre de grandeza
Más allá del físico andante, del historial académico o de las estadísticas, Taylor carga una filosofía que ha sido clave para su formación. Su padre le mandó un mensaje antes del campamento con un mantra simple pero poderoso:
“Quédate donde están tus pies.”
Una manera de decir que viva el presente, que no se pierda en el pasado ni se proyecte en exceso al futuro. “Es algo que siempre decimos en la familia: día por día, atacar el momento y aprovechar cada instante”, dijo Mason.
Proyección 2025: ¿El año de Mason Taylor?
Las señales apuntan a que Taylor no solo tendrá snaps significativos, sino que puede terminar arrebatando la titularidad antes del inicio de la temporada regular. A medida que Fields continúa buscando química con sus nuevos receptores, jugadores como Mason, con seguridad de manos y estructuras de rutas confiables, se vuelven un salvavidas vital, especialmente en terceros intentos o situaciones de zona roja.
Tanner Engstrand, coordinador ofensivo de los Jets, ya ve un futuro promisorio:
“Está en camino de convertirse en lo que esperamos que sea. Ha mejorado en el pase y el bloqueo. Vemos crecimiento constante, y eso siempre es emocionante.”
Un equipo que busca identidad
El posible ascenso de Mason Taylor debe analizarse también dentro del contexto de un equipo que experimenta cambios fundamentales. Con Fields en su segundo año y una ofensiva que busca establecerse, contar con jugadores jóvenes que puedan convertirse en pilares es vital. La dinámica ofensiva ha sido intermitente, y jugadores como Taylor podrían transformarse en engranajes estratégicos para alcanzar una identidad clara.
¿Será el inicio de una era en Nueva York con Mason como protagonista? Todavía es pronto, pero las señales apuntan a que la gran manzana puede estar viendo el nacimiento de su próximo héroe ofensivo.