¿Es viable la solución de los dos Estados? El renacer diplomático para Palestina en la ONU

Con el conflicto en Gaza intensificándose y el rechazo tajante del gobierno israelí, una conferencia de alto nivel liderada por Francia y Arabia Saudí reaviva el debate global sobre la creación de un Estado palestino independiente

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Una conferencia que rompe el hielo

Tras décadas de estancamiento diplomático y constantes estallidos de violencia, la causa palestina volvió a ocupar el centro de la diplomacia internacional gracias a una conferencia de alto nivel celebrada en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Coorganizada por Francia y Arabia Saudí, el evento no solo reunió representantes de 160 de los 193 países miembros de la ONU, sino que trazó una hoja de ruta ambiciosa —y polémica— hacia una solución de dos Estados.

Esta perspectiva, que defiende la coexistencia pacífica de un Estado israelí junto a un Estado palestino independiente, cobró nuevo impulso con el anuncio de declaraciones formales de apoyo de potencias como Canadá, Reino Unido y Malta, mientras que otras como Finlandia, Australia y Portugal expresaron públicamente su "consideración positiva" hacia un posible reconocimiento.

¿Estamos realmente más cerca de una solución histórica o se trata de un gesto diplomático simbólico? Este análisis busca responder a esa pregunta.

Un problema que arde: guerra en Gaza e inestabilidad en Cisjordania

Cualquier conversación relacionada con el futuro político de Palestina está inevitablemente condicionada por la situación actual en el terreno. La guerra en Gaza continúa con una brutalidad desgarradora, mientras que Cisjordania, el otro eje potencial del Estado palestino, sufre una escalada preocupante de enfrentamientos.

Desde el ataque liderado por Hamas el 7 de octubre de 2023, Israel ha endurecido su postura. El primer ministro Benjamin Netanyahu ha declarado que oponerse a la creación de un Estado palestino es "cuestión de seguridad nacional". Más aún: califica la propuesta como una recompensa al terrorismo.

A pesar de ese discurso intransigente, la presión internacional crece. La conferencia, boicoteada tanto por Israel como por Estados Unidos, demostró que buena parte del sistema multilateral está dispuesto a trazar un camino político a pesar de las resistencias.

La Declaración de Nueva York: contenido y alcance

Uno de los logros más significativos de la conferencia fue la adopción de la denominada “Declaración de Nueva York”, un documento de siete páginas que marca propuestas concretas para resucitar la solución de dos Estados.

Entre los elementos clave destacan:

  • Reformas políticas y legales dentro de la Autoridad Palestina.
  • Reconstrucción de Gaza apoyada por misiones internacionales de estabilización.
  • Garantías de seguridad tanto para Israel como para un futuro Estado palestino.
  • Reconocimiento explícito del derecho de existencia de ambos Estados.

Por primera vez, la Liga Árabe —compuesta por 22 países— condenó los ataques de Hamas contra civiles israelíes y abogó por el fin de su control en Gaza. Esto representa una ruptura significativa en el discurso árabe tradicional y refleja los cambios geopolíticos en la región.

Un tablero con muchas piezas moviéndose

La dinámica actual del conflicto israelí-palestino ya no puede explicarse solo en términos bilaterales. La participación de países clave como Francia, Canadá, Reino Unido, Arabia Saudí y Turquía pone en evidencia un modelo de diplomacia multinodal en la que múltiples actores median, presionan e intentan construir puentes donde, hasta ahora, se levantaban muros.

Richard Gowan, director de la International Crisis Group en la ONU, afirmó que la conferencia "permitió a países relevantes como Francia o Canadá expresar su descontento con las políticas israelíes y brindó a los palestinos nuevos argumentos diplomáticos".

Incluso el canciller turco Hakan Fidan aprovechó la tribuna para señalar la creciente aislación internacional de Israel y el fortalecimiento del apoyo global a Palestina. Un giro notable si recordamos que durante décadas, Turquía fue un firme aliado regional de Israel.

¿Por qué ahora?

La reaparición de la causa palestina en el centro del debate internacional no es producto del azar. Obedece a varios factores:

  • Una creciente fatiga global ante los ciclos interminables de violencia en Gaza.
  • La necesidad de reconstrucción regional y humanitaria tras años de conflicto.
  • Cambios en la política interna de potencias occidentales, donde cada vez más sectores exigen una reevaluación del apoyo incondicional a Israel.
  • Presión de sectores de la sociedad civil global cada vez más organizados y vocales en su defensa del derecho palestino a la autodeterminación.

El papel del Consejo de Seguridad y la autoridad palestina

Uno de los puntos más audaces de la Declaración es la propuesta de desplegar una misión internacional de estabilización aprobada por el Consejo de Seguridad. Estaría enfocada en:

  • Proteger a civiles.
  • Respaldar a las fuerzas de seguridad palestinas entrenadas por organismos internacionales.
  • Crear condiciones de seguridad para establecer un Estado viable.

Dicha misión, sin embargo, enfrenta el obstáculo del veto estadounidense en el Consejo de Seguridad, donde EE. UU. tradicionalmente protege los intereses israelíes.

Un cambio de lenguaje: política versus ideología

En los últimos años, los debates sobre Palestina han estado atascados en narrativas ideológicas: de un lado, el derecho histórico de Israel a existir en paz; del otro, el derecho inalienable de los palestinos a su Estado. La conferencia demostró que es posible reformular el debate no desde posiciones simbólicas, sino desde propuestas concretas y técnicas sobre seguridad, economía, gobernanza y legalidad.

La creación de ocho grupos de trabajo con representantes diversos busca precisamente eso: traducir el conflicto político en soluciones administrativas, técnicas y viables. Una innovación diplomática que podría servir de ejemplo para otros procesos similares en el futuro.

El camino por delante

Está claro que la creación de un Estado palestino no va a suceder en semanas ni meses. Sin embargo, esta nueva ofensiva diplomática deja algunas señales alentadoras:

  • La comunidad internacional ya no está dispuesta a aceptar el status quo.
  • La unidad árabe-moderada y europea se fortalece en torno a un objetivo común.
  • Incluso narrativas como la lucha contra el terrorismo encuentran lugar dentro de un esquema pro-palestino moderado.

Como dijo el embajador francés Jerome Bonnafont: “La manera real de defender a los palestinos es dándoles un Estado. Y lo hemos demostrado de forma concreta: esa solución existe y es posible”.

Ahora, el reto consiste en convertir esa posibilidad en una realidad diplomática duradera.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press