El renacer de los receptores en la MLB: Cal Raleigh lidera una ofensiva histórica desde el plato
Con 42 cuadrangulares y liderazgo defensivo excepcional, el catcher de los Mariners encabeza una generación explosiva detrás del plato
Cal Raleigh está teniendo una temporada que redefine lo que significa ser catcher en las Grandes Ligas. El receptor de los Seattle Mariners no solo comanda la defensa de su equipo desde la posición más exigente del diamante, sino que además encabeza una insólita explosión ofensiva entre los receptores de la MLB. Con 42 jonrones hasta la fecha y un ritmo que apunta a poder desafiar el récord de la Liga Americana de Aaron Judge (62 cuadrangulares), Raleigh está escribiendo su nombre en los libros de historia del béisbol.
Un apodo que pega tanto como sus batazos
Cal Raleigh es ampliamente conocido en el mundo del béisbol como “Big Dumper”. Un apodo tan poco ortodoxo como carismático, que surgió en redes sociales y rápidamente fue adoptado por fanáticos y medios por igual. Pero este mote no es sólo una broma interna: habla de su potencia, su presencia física, y cómo hace sentir su huella en cada encuentro.
“Eso es lo que obtienes con Cal”, dijo su entrenador de receptores, Dan Wilson. “Noche tras noche, bloqueando lanzamientos, guiando a los lanzadores, sacando corredores, liderando la defensa. Eso es lo que hace Raleigh y lo hace muy bien”.
Raleigh está en camino a una temporada histórica
Aunque el número mágico de 62 cuadrangulares establecido por Judge en 2022 es una vara elevada, Raleigh ya ha dado 42 bombazos, lo que lo proyecta para cerrar con cerca de 60 jonrones si mantiene el ritmo. De lograrlo, sería:
- El primer receptor en la historia en conectar 60 HR en una sola temporada.
- El líder absoluto de jonrones en una temporada para un catcher en la MLB (actualmente el récord lo tiene Javy López con 43 HR en 2003).
- Uno de los pocos jugadores en combinar más de 40 HR y un índice de atrapados robando superior al 30%.
La revolución ofensiva de los catchers
Pero Raleigh no está solo. Este 2025 ha sido testigo de una insólita explosión ofensiva por parte de los receptores tradicionales de la MLB. Según estadísticas de Baseball-Reference, los catchers están promediando un OPS de .755 (el más alto desde la era de Mike Piazza), y contribuyen en conjunto con más del 12% del total de jonrones de las Mayores, una cifra sin precedentes.
Entre los nombres destacados encontramos:
- Will Smith (Dodgers): promedio de .292, 28 HR.
- Adley Rutschman (Orioles): considerado uno de los mejores líderes jóvenes, con 25 HR y OPS de .890.
- William Contreras (Brewers): otro versátil bateador con poder y defensa.
Todo esto ocurre mientras Raleigh lidera con luz propia. La combinación de defensa exigente, estrategia y rendimiento ofensivo ya no es una rara excepción, sino parte fundamental de nuevas estrellas detrás del plato.
¿Puede Cal superar a Judge?
Superar los 62 cuadrangulares de Aaron Judge sería no solo extraordinario, sino altamente improbable. Judge lo logró en la campaña 2022 con la ayuda de condiciones favorables: clima cálido, un estadio propicio para los HR y un contexto ofensivo explosivo en su equipo. Raleigh, por el contrario, juega en el T-Mobile Park, un estadio tradicionalmente menos amigable con los bateadores de poder.
Sin embargo, ya ha bateado 21 jonrones en casa, indicando que ha sabido adaptar su swing a las dimensiones particulares del estadio. De acuerdo con estadísticas de Statcast, Raleigh es uno de los 5 jugadores con mayor “Barrel %” (porcentaje de contactos sólidos) de la MLB, lo que sugiere que sus jonrones no son casualidad.
Además, ha demostrado consistencia contra lanzadores derechos (sus mayores víctimas) pero también ha progresado contra zurdos este año, bateando .267 con 11 HR frente a ellos, cuando en 2023 solo logró 3 HR contra zurdos.
El arte de recibir: Raleigh como cerebro defensivo
Dicho esto, reducir el impacto de Cal Raleigh a sus batazos será siempre un error. El trabajo del receptor comprende mucho más: él comanda el juego desde atrás del plato, guiando a lanzadores, identificando patrones en los bateadores rivales y bloqueando lanzamientos difíciles.
“No hay nadie más a quien quiera tener guiando a mis lanzadores en un juego crítico”, dijo Scott Servais, manager de los Mariners.
Encabeza uno de los cuerpos de lanzadores con menor ERA (3.52) en la Liga Americana, y ha atrapado robadores con una impresionante tasa del 31%, muy por encima del promedio de la liga (24%).
Además, su habilidad para “llamar el juego” es destacada. En un bullpen joven como el de Seattle, que incluye a lanzadores como Logan Gilbert y Bryan Woo, la experiencia táctica de Raleigh es indispensable.
Comparaciones con leyendas
Cuando se examinan los receptores históricos capaces de unir poder con élite defensiva, pocos nombres destacan tanto como:
- Mike Piazza: probablemente el mejor bateador entre los receptores, pero limitado defensivamente.
- Yogi Berra: ofensiva notable y rol crucial en dinastías de Yankees.
- Iván “Pudge” Rodríguez: combinación rarísima de poder, defensa y durabilidad.
Raleigh está mostrando destellos de cada uno de ellos, aunque con un perfil propio. El hecho de que pueda llegar a 60 cuadrangulares con una carga defensiva diaria y poco descanso lo pone en una categoría única.
¿El futuro del catcher se parece a Big Dumper?
Tradicionalmente, la posición de catcher se ha visto como un rol limitado ofensivamente, obligado a priorizar lo estratégico y lo físico. Pero si nos guiamos por 2025, podríamos estar asistiendo a una nueva evolución: el catcher dos vías, que es tanto slugger como guía del pitcheo.
Escuelas de béisbol ya han comenzado a priorizar el desarrollo integral en receptores: bateo con enfoque sabermétrico, análisis de lanzamientos y mejora de los sistemas de framing. Caleb Raleigh es el modelo de esta nueva escuela.
Una temporada para la historia
Si Raleigh se mantiene sano y sigue siendo la bujía ofensiva de los Mariners, podría entrar en conversaciones para el MVP. Su impacto va más allá de lo que reflejan las métricas tradicionales: es el corazón de una defensa, el motor de su ofensiva y un generador de respeto en cada turno.
Lo de Cal Raleigh no es solo una gran temporada. Es una demostración de que los receptores pueden volver a dominar el juego, desde ambos lados del plato.