Nic Enright: Una historia de coraje, lucha y triunfo en las Grandes Ligas
De vencer el linfoma de Hodgkin a salvar su primer juego en MLB: el emotivo viaje del lanzador de los Guardians
Nic Enright no solo salvó un juego de béisbol para los Cleveland Guardians. Salvó un capítulo entero de su vida. Su primer salvamento en las Grandes Ligas no fue solo otra estadística en una hoja de cálculo; fue el símbolo de una batalla, de un renacimiento y de una inspiración para miles que luchan contra el cáncer alrededor del mundo.
Un diagnóstico que lo cambió todo
El 22 de diciembre de 2022, cuando la mayoría del mundo celebraba las fiestas decembrinas, Nic Enright recibió uno de los peores diagnósticos posibles: linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que afecta el sistema linfático.
Apenas 15 días antes, había sido seleccionado por los Miami Marlins en el draft de Regla 5. Su prometedora carrera parecía tomar vuelo, pero la vida tenía otros planes. Sin embargo, como él mismo ha señalado, “decidí que no iba a dejar que eso definiera mi vida”.
La guerra contra el cáncer: inmunoterapia y rehabilitación
A principios de 2023, Enright comenzó un riguroso tratamiento de inmunoterapia. Durante este proceso, logró hacer nueve apariciones de rehabilitación en las ligas menores con los Marlins. A pesar de su valentía y esfuerzo, fue designado para asignación, lo que permitió su regreso a los Guardians en mayo.
No fue el final de su pesadilla médica. Mientras lidiaba con los efectos del tratamiento, también sufrió una distensión en el hombro que lo dejó fuera casi toda la temporada 2023. Sin embargo, cuando volvió al montículo con los Triple-A Columbus Clippers, registró una impresionante efectividad de 1.06 en 16 apariciones.
Una noche inolvidable en Nueva York
El pasado lunes por la noche, Enright lanzó la décima entrada ante los Mets de Nueva York en un juego vibrante que los Guardians ganarían por 7-6. Con la presión al máximo y un corredor en posición anotadora producto de la regla del corredor fantasma, permitió una carrera sucia, pero logró cerrar el partido con un elevado que dejó a su rival suspendido en la advertencia del jardín derecho.
“Casi estaba llorando en el campo”, dijo el mánager Stephen Vogt. “Si lees su historia, es verdaderamente inspiradora”.
De las lágrimas a la cerveza: la celebración en el vestuario
El vestuario de los Guardians se convirtió en una fiesta. Enright fue bañado en cerveza por sus compañeros mientras celebraban el momento más emotivo de su carrera.
“Estaba tan feliz, estaba loco aquí”, dijo el lanzador abridor de Cleveland Slade Cecconi. “Llegó corriendo por las escaleras con una sonrisa en la cara”.
Enright no pudo evitar agradecer a su esposa, padres y demás familia. Planea guardar la pelota del último out, su uniforme, gorra y la tarjeta del lineup como recuerdos de una noche imborrable.
Un guerrero bajo presión
El desempeño de Enright no solo respondió a su lucha personal. También llega en un momento crítico para los Guardians, quienes enfrentan incertidumbre en su bullpen por la ausencia de su cerrador estelar Emmanuel Clase, actualmente en licencia pagada por una investigación sobre apuestas deportivas.
Con una efectividad de 2.01 en 19 apariciones en MLB, Enright se perfila como una pieza clave en el cuerpo de lanzadores intermedios y posiblemente como un cierre eventual si la situación de Clase se extiende.
Más allá del juego: inspiración y resiliencia
Lo que hace aún más significativo este capítulo es el poderoso mensaje que transmite Nic Enright. En un mundo donde el cáncer sigue siendo una de las principales causas de mortalidad, su historia sirve como testimonio de lucha y perseverancia.
Datos de la American Cancer Society indican que en Estados Unidos se esperan más de 8,500 nuevos casos de linfoma de Hodgkin en 2024. Aunque es menos común que otros tipos de cáncer, su tratamiento es demandante física y emocionalmente.
Y sin embargo, aquí está Nic Enright, lanzando a más de 90 millas por hora contra los mejores bateadores del mundo, cuando hace apenas un año estaba en medio de la incertidumbre médica y personal.
Un ejemplo para futuras generaciones
Nic se ha convertido en un referente silencioso dentro del mundo de las Grandes Ligas. En una liga con millones de dólares en juego y egos titánicos, historias como la suya devuelven al deporte su rostro más humano.
Sus estadísticas no solo reflejan talento, sino también una fortaleza mental fuera de lo común. En un deporte donde los márgenes de error son mínimos y la carga emotiva puede ser abrumadora, Enright ha sabido convertir su dolor en motivación.
La importancia del apoyo
La historia de Enright también deja al descubierto el papel fundamental del apoyo familiar y comunitario durante este tipo de procesos. En múltiples entrevistas, el lanzador ha sido enfático en reconocer a su esposa, padres, entrenadores e incluso a compañeros de equipo por no dejarlo solo.
“No me guardé en casa sintiendo lástima por mí mismo. Salí a vivir mi vida”, declaró. Ese tipo de mentalidad no solo fortalece al individuo, sino a toda una comunidad que encuentra en su historia un espejo donde mirarse.
¿Qué sigue para Nic Enright?
Aunque ha logrado un regreso soñado, su lucha aún no termina. Le queda una ronda más de tratamiento contra el cáncer pronosticada para noviembre de este año. Pero si algo ha demostrado Nic Enright, es que la adversidad no es obstáculo para los valientes.
Con el respaldo ahora de la fanaticada y la atención nacional que su historia ha generado, es probable que su presencia dentro y fuera del campo gane aún más valor. Se ha ganado el respeto de sus compañeros, de los medios especializados y, sobre todo, del gran público.
Y puede que, algún día, su nombre no solo aparezca en los libros de estadísticas del béisbol, sino también en las páginas de inspiración para quienes atraviesan tormentas similares.
Nic Enright es una lección viviente de que el coraje también usa guante y lanza strikes.