Travis Hunter revoluciona la NFL: el fenómeno que juega en ambos lados del balón
El flamante novato de los Jacksonville Jaguars impacta en el training camp con su versatilidad como receptor y esquinero
La doble amenaza de Jacksonville
Travis Hunter no es un novato cualquiera. Elegido con la segunda selección global del Draft 2025 por los Jacksonville Jaguars, este joven fenómeno está escribiendo su propia narrativa como uno de los jugadores más singulares en la historia reciente de la National Football League (NFL). ¿El motivo? Está revolucionando el juego al entrenar oficialmente como receptor y esquinero al mismo tiempo.
La escena es tan atípica como emocionante. Durante las prácticas del training camp, Hunter porta un jersey aguamarina con el número 12 cuando alinea en ofensiva y, segundos después, se coloca encima un peto blanco cuando se une a la defensa. Aunque el cambio de vestimenta provoca más de una interferencia (literal) entre jugadas, este sistema dual permite a los Jaguars experimentar con uno de los talentos más dinámicos de la liga.
Travis Hunter: un caso único desde la universidad
Antes de llegar a la NFL, Hunter deslumbró en la Universidad de Colorado tras haber sido el mejor recluta del país en 2022. Fue dirigido por Deion Sanders, una leyenda que también brilló como jugador de doble vía en la NFL. Siguiendo los pasos de su entrenador, Hunter acumuló números espectaculares:
- 96 recepciones para 1,258 yardas y 15 touchdowns como receptor en 2024
- 35 tacleadas, 11 pases defendidos, 4 intercepciones y 1 solo touchdown permitido como esquinero en cobertura
- 1,461 snaps jugados en toda la temporada, más que cualquier otro jugador universitario
Tras ganar el codiciado Heisman Trophy, otorgado al mejor jugador universitario, los Jaguars no dudaron en escalar posiciones en el draft —cediendo una selección de segunda ronda y una de primera del 2026— para asegurarse a esta joya.
El plan meticuloso de los Jaguars
La transición del fútbol americano universitario a la NFL es difícil incluso para los talentos más preparados. Sin embargo, los Jaguars han sido estratégicos. Comenzaron organizando actividades de equipo en mayo (OTAs, por sus siglas en inglés), utilizando a Hunter exclusivamente como receptor. Posteriormente, a medida que se acumulaban las prácticas, lo alternaron en defensa.
Liam Coen, entrenador en jefe de Jacksonville, afirmó:
“Planeamos esto durante meses. Fue un proceso paso a paso, y ahora es más común verlo en ambas posiciones que en una sola.”
Un fenómeno difícil de replicar
La NFL, desde sus comienzos, tuvo jugadores que jugaban en ambos lados del balón. Sin embargo, con la especialización moderna, estos casos se han vuelto prácticamente inexistentes. La leyenda Deion Sanders fue uno de los últimos casos notables, incluso participando en ofensiva en momentos puntuales durante su carrera. También Champ Bailey llegó a lanzar algunos snaps a la ofensiva en sus primeros años.
Pero Hunter va más allá. Su constante impacto en ambas fases del juego lo coloca en un nivel superior. El mariscal de campo de los Jaguars, Trevor Lawrence, destacó la energía y versatilidad de su nuevo compañero:
“Es divertido verlo cambiar entre ofensiva y defensa. Juega con una intensidad que contagia. Tiene esa chispa que hace especiales a los grandes jugadores.”
Retos y oportunidades de la doble función
Entrenar y competir a este nivel requiere algo más que talento. Las exigencias físicas de jugar ambos lados del balón son enormes: aumenta el riesgo de lesiones, la fatiga se acumula y la capacidad de concentración es llevada al límite.
Los Jaguars son conscientes de ello, y aseguran que no usarán a Hunter de esta forma cada partido. El plan podría incluir solo paquetes específicos en defensa y roles controlados en ofensiva, especialmente como slot receiver e esquinero exterior. Aún así, el impacto de Hunter podría cambiar la manera en que se desarrollan jóvenes talentos en la NFL.
¿Una nueva era en la NFL?
Los avances en entrenamiento, nutrición y estrategias de rotación hacen que hoy, más que hace 20 años, sea ligeramente más viable tener jugadores multifuncionales. Pero aún son una rareza.
Hunter podría marcar el inicio de una generación distinta. Si logra mantener el nivel físico y mental adecuado, podría abrir las puertas a más atletas duales, o al menos, a sistemas más flexibles en ciertas situaciones de juego.
Además, representa un recurso valiosísimo para una franquicia como Jacksonville, que busca consolidarse como contendiente a playoffs en una conferencia muy competitiva.
Expectativas para la pretemporada
Está por definirse cuánto jugará Travis Hunter en el primer partido de pretemporada ante los Pittsburgh Steelers. Coen, quien trabajó en los Rams y los Buccaneers, sabe bien la complejidad de estas decisiones. En palabras del entrenador:
“Es un dilema. Queremos proteger a nuestros jugadores, pero también necesitan repeticiones reales. Veremos qué decidimos esta semana.”
Aunque los Jaguars no muestran todos sus planes, no hay duda de que la NFL entera observará con lupa cada paso de este fenómeno. Un jugador que representa la frontera entre lo posible y lo impensable.
Las estadísticas no mienten
Travis Hunter no solo es una promesa: respaldado por sus estadísticas, está consiguiendo lo inimaginable.
- En el scrimmage reciente en EverBank Stadium: 17 snaps ofensivos y 21 defensivos
- Durante sesión de entrenamiento el martes: 9 snaps en ofensiva y 9 más en defensa
Este ritmo no es común, y mucho menos sostenible si se replica durante toda la temporada. Pero la sola idea brinda a los Jaguars oportunidades que muy pocos equipos pueden considerar.
¿Candidato al Novato del Año?
Su talento es innegable, pero el hecho de jugar en ambas unidades puede jugar a su favor o en su contra en las votaciones de premios. Sin embargo, si solo mantiene el nivel mostrado en prácticas, es probable que su nombre esté en la conversación.
Y si logra producir tanto en ofensiva como en defensa desde el inicio de la temporada, no hay duda —estaremos ante un caso histórico y sin precedentes.
Travis Hunter no es solo una apuesta atlética: es una apuesta por romper paradigmas. Y eso, en un deporte tan estructurado, es más revolucionario que cualquier pase de touchdown o intercepción.