¿Justicia o impunidad? El caso Jabari Peoples reabre el debate sobre el uso de fuerza letal por la policía en EE.UU.

Una comunidad en Alabama exige respuestas tras la muerte de un joven afroamericano a manos de un oficial que no enfrentará cargos.

El caso que sacude Homewood, Alabama

El 23 de junio de 2025, Jabari Peoples, un joven afroamericano de 18 años recién graduado de la escuela secundaria, fue abatido por un oficial de policía en Homewood, un suburbio acomodado de Birmingham, Alabama. Según la fiscal del condado de Jefferson, Dany Carr, el agente actuó en defensa propia al disparar contra Peoples, quien presuntamente había tomado un arma tras resistirse al arresto. Sin embargo, la familia del joven y un amplio sector de la comunidad discrepan con la versión oficial, y el caso ha generado tensiones que resuenan con una historia mucho más amplia y dolorosa en Estados Unidos: el uso desproporcionado de la fuerza policial contra personas negras.

Los hechos según la fiscalía

De acuerdo con Dany Carr, la secuencia comenzó alrededor de las 9:30 p.m., cuando un oficial se acercó al vehículo donde estaban Peoples y un amigo, tras detectar un posible olor a marihuana. Al observar un arma de fuego en la puerta del conductor, el oficial intentó esposar a Peoples “por seguridad”. En ese momento, según el informe, se produjo un forcejeo, seguido por una huida de Peoples hacia su vehículo, donde habría tomado el arma con su mano derecha. Fue entonces cuando el agente disparó una sola vez, impactando al joven en el costado izquierdo de la espalda, provocando finalmente su muerte.

"Corría por su vida": el testimonio de la familia

Pese a esta versión, los familiares de Peoples no están convencidos. Angel Smith, hermana del joven, declaró tras ver una breve parte de la grabación de la cámara corporal del oficial que su hermano aparentaba miedo. Según ella, se le oye decir: “Señor, le prometo que no estoy tratando de resistirme.”

El abogado de derechos civiles Ben Crump, quien representa a la familia, exigió la publicación íntegra del video. Crump afirmó: “Queremos exactamente lo que querrían si fuera su hijo al que dispararon por la espalda mientras intentaba huir.”

La indignación ha motivado protestas frecuentes en Homewood, donde activistas critican la falta de transparencia por parte del departamento de policía local. Hasta ahora, el video solo ha sido compartido de manera limitada y no se ha hecho público.

Un patrón recurrente: estadísticas y percepciones

El caso de Jabari Peoples no es excepcional. Según un reporte del Proyecto de Mapeo de la Violencia Policial, en 2023 más de 1,200 personas fueron víctimas de la policía en EE.UU., y aproximadamente 26% de ellas eran afroamericanas, a pesar de que los afroamericanos representan solo el 13% de la población total.

Además, investigaciones revelan que los jóvenes negros tienen hasta seis veces más probabilidades de ser abatidos por la policía que sus contrapartes blancas. Casos como los de Tamir Rice, Michael Brown, y ahora Jabari Peoples, juegan un papel en la erosión constante de la confianza en las instituciones de seguridad pública.

¿Justicia legítima o legalismo conveniente?

La decisión de no presentar cargos contra el oficial que disparó a Peoples se basa, en gran parte, en las leyes estatales que otorgan amplio margen a los agentes para utilizar fuerza letal si perciben una amenaza inminente. Sin embargo, críticos del sistema argumentan que esta percepción es subjetiva y, a menudo, sesgada por prejuicios raciales y exceso de poder discrecional.

Como subraya el profesor Paul Butler, ex fiscal federal y autor del libro "Chokehold: Policing Black Men", las leyes estadounidenses sobre fuerza policial están diseñadas de tal modo que son "casi una receta para la impunidad". Esto ha generado preocupación incluso en instancias internacionales. En 2021, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU instó a Estados Unidos a revisar sus protocolos de actuación policial, abordando de raíz los prejuicios sistémicos.

¿Dónde queda la transparencia?

Un punto esencial del debate en Homewood es el acceso al video completo de la cámara corporal. En otros casos similares, la publicación oportuna de las grabaciones ha sido clave para desenmascarar versiones oficiales erróneas o incompletas. En el caso de George Floyd, sin el famoso video grabado por una transeúnte, quizá Derek Chauvin no habría sido condenado.

Como dice Crump, “Si quieren alcanzar justicia real, hay que permitir que la gente vea la verdad.” La limitación del acceso al video en el caso de Peoples despierta sospechas y alimenta la idea de que se está ocultando información crucial.

El contexto local: Alabama y las heridas del pasado

Alabama tiene una historia compleja y profundamente vinculada al racismo institucionalizado. Desde las marchas de Selma hasta la represión del movimiento por los derechos civiles en Birmingham, el estado ha sido escenario clave en la lucha por la igualdad racial en EE.UU. Y aunque han pasado décadas, los fantasmas del pasado siguen latentes.

Homewood, un suburbio mayoritariamente blanco y de clase media alta, contrasta fuertemente con ciudades cercanas más diversas. Este contexto no es menor: la percepción diferencial del comportamiento de los ciudadanos por parte de la policía varía dependiendo de quién eres, cómo luces y dónde estás.

La juventud perdida: ¿cuánto vale una vida?

Jabari Peoples no era solo un número más. Era hijo, hermano, amigo. Se graduó en 2024 de la escuela secundaria de Aliceville y tenía toda una vida por delante. Su muerte se produce antes incluso de que pudiera descubrir su lugar en el mundo, un evento devastador no solo para su familia, sino también para una comunidad que vuelve a preguntarse si realmente está segura frente a quienes deberían protegerla.

En palabras de su hermana, Angel: “Mi hermano tenía miedo. Corría por su vida. No merecía morir así.”

¿Qué sigue?

Las protestas continúan en Homewood. La familia ha anunciado que buscará investigaciones independientes y no descarta acciones legales. Mientras tanto, crecen las presiones sobre el departamento de policía para que publique el video completo y se transparente el expediente del caso.

Además, organizaciones como NAACP han iniciado campañas de concienciación y presentaciones legales para aumentar la supervisión ciudadana sobre actuaciones policiales. Propuestas de reforma incluyen desde la desmilitarización de la policía hasta la inclusión obligatoria de mediadores comunitarios en detenciones.

Sin embargo, para muchos, nada reparará el vacío dejado por Jabari Peoples. Solo queda el eco de su muerte resonando como un grito más en el largo historial de vidas jóvenes truncadas por un sistema que, a ojos de millones, sigue siendo más represivo que protector.

¿Nos estamos acostumbrando a esto?

Quizá la pregunta más inquietante es si como sociedad estamos desarrollando una peligrosa inmunidad ante la repetición de estos hechos. ¿Cuántos nombres más deben añadirse a la lista? ¿Cuántas familias más deben llorar a sus hijos? Hasta que algo cambie estructuralmente, la historia de Jabari Peoples seguirá siendo otra página dolorosa en un libro que parece interminable.

No es solo una cuestión de justicia, es una cuestión de humanidad.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press