Claire’s se declara en bancarrota por segunda vez: el fin de una era en los centros comerciales
El icónico minorista de accesorios para adolescentes enfrenta su segunda crisis financiera en medio de deudas abrumadoras y la transformación del comercio minorista
Claire’s, la mítica cadena de tiendas para adolescentes conocida por sus perforaciones en las orejas y accesorios coloridos, se ha declarado en bancarrota por segunda vez. La icónica marca, fundada en 1974, ha sido durante décadas sinónimo del paso a la adolescencia en Estados Unidos y otros países, pero ahora enfrenta un panorama sombrío, afectada por deudas multimillonarias y un giro decisivo en los hábitos de consumo juvenil.
Un símbolo de los centros comerciales en crisis
Durante décadas, Claire’s fue un bastión en los centros comerciales, ofreciendo todo desde brillantes aretes en forma de corazones hasta tiaras de princesa. El ritual de ir a una tienda Claire’s para perforarse las orejas con amigas era visto como un hito generacional.
Sin embargo, esa era gloriosa parece haber llegado a su fin. En marzo de 2024, Claire’s Holdings LLC presentó una solicitud de protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 en la Corte de Quiebras de EE.UU. en Delaware. Esta es la segunda vez que realiza este procedimiento, la anterior fue en 2018. En ambas ocasiones, la compañía citó como razones principales una carga de deuda excesiva y un cambio profundo hacia el comercio electrónico.
Un modelo de negocio obsoleto frente a nuevas tendencias
En palabras de Chris Cramer, CEO de Claire’s: “Esta decisión es difícil, pero necesaria… La creciente competencia, las tendencias de gasto de los consumidores y el giro continuo en contra del comercio físico, junto con nuestras obligaciones actuales de deuda y factores macroeconómicos, hacen necesario este curso de acción”.
Los nuevos jugadores, como Amazon, Shein y Temu, han logrado capturar la atención de las consumidoras más jóvenes con productos más variados, envío rápido y precios competitivos. Además, marcas como la australiana Lovisa están comiendo terreno a Claire’s con colecciones más modernas, de mejor calidad y accesibles.
Según un informe de GlobalData, dirigido por Neil Saunders, experto en comercio minorista: “La bancarrota de Claire’s no es una sorpresa. La cadena ha sido arrastrada por un cóctel de problemas internos y externos que la dejan indefensa ante los retos actuales”.
Deudas, aranceles y tensiones macroeconómicas
Claire’s estima que sus activos y pasivos están entre $1,000 millones y $10,000 millones. Esta magnitud de carga financiera ha hecho casi imposibles las operaciones estables. La compañía también sufrió un golpe importante por los aumentos arancelarios impulsados durante la administración Trump, los cuales encarecieron sus costos de importación, afectando directamente su rentabilidad.
Cramer enfatizó que, pese a la bancarrota, las más de 2,750 tiendas de Claire’s en 17 países —junto con las 190 tiendas Icing presente en Norteamérica— seguirán operando mientras exploran “todas las alternativas estratégicas”.
¿Sobrevivirá el modelo del centro comercial?
El caso Claire’s no es aislado. En los últimos años, otros gigantes del comercio juvenil han caído. Forever 21 se declaró en bancarrota dos veces, y su negocio en Estados Unidos fue liquidado. Otras marcas como Charlotte Russe y Aéropostale enfrentaron cierres masivos.
Este fenómeno refleja una tendencia más profunda: la caída del centro comercial como epicentro del consumo adolescente. Según CBRE Group, una de las mayores firmas de bienes raíces comerciales del mundo, más del 25% de los centros comerciales en EE.UU. están en peligro de cierre permanente o reconversión.
Las nuevas generaciones prefieren comprar desde sus celulares, seguir recomendaciones de influencers y evitar la experiencia física de comprar en una tienda. Y aunque Claire’s intentó adaptarse con una presencia en línea, las cifras indican que no lo logró a tiempo.
Entre la nostalgia y la reinvención
Lo interesante del caso Claire’s es que no estamos simplemente hablando de una empresa con problemas financieros: estamos hablando de una marca con valor emocional. ¿Quién no recuerda haber salido de la tienda con una pequeña bolsita púrpura y las orejas recién perforadas?
Es esa emotividad la que Claire’s espera capitalizar para sobrevivir. Según la empresa, están en discusiones activas con posibles socios estratégicos —financieros o industriales— que puedan reinvertir en la compañía y darle un nuevo aire. El objetivo es transformarse en una marca relevante en la era digital.
Además, la empresa solicitó a la corte usar efectivo colateral para seguir pagando sueldos y beneficios a sus empleados, así como mantener relaciones con proveedores y arrendadores. Ha prometido no descuidar a su infraestructura actual mientras planifica su futuro.
¿Qué vendrá después para Claire’s?
Las posibles estrategias que podría tomar la compañía pasan por varias rutas:
- Transformarse en una marca digital como Glossier o ColourPop, apoyándose en redes sociales y ventas exclusivamente en línea.
- Reconvertir sus tiendas físicas como espacios de experiencia, algo que han intentado Apple o LEGO.
- Ofrecer alianzas de marca con IPs populares entre adolescentes como Disney, Harry Potter, o TikTok, para aprovechar el marketing emocional.
- Expandirse hacia nuevos públicos, con líneas para adolescentes mayores o adultos jóvenes.
No cabe duda de que reinventarse en este clima será una tarea titánica. Como apuntó Saunders: “Reinventar la marca Claire’s en un mercado tan desafiante requerirá visión, inversión y mucha suerte”.
No obstante, si existe alguna posibilidad de que Claire’s resurja como una marca adaptada a la era digital mientras mantiene su esencia nostálgica, el momento para actuar es ahora.
Claire’s: más allá de los pasillos del mall
El caso de Claire’s sirve como ejemplo de cómo los retos del siglo XXI —tecnología, globalización, cambios culturales— pueden desestabilizar hasta las marcas más queridas. Para muchas personas, Claire’s no era simplemente una tienda: era un lugar seguro, un escape adolescente, un ícono de un tipo de compra que ya no existe.
Mientras sigue abierta la incógnita sobre su futuro, una cosa es segura: la nostalgia por Claire’s no basta para mantenerla a flote. Se necesita una evolución real, valiente y, quizás, disruptiva para que Claire’s se gane un lugar en la nueva era del comercio.