James Cook vs. Buffalo Bills: ¿Está cambiando el valor del corredor en la NFL?

El desacuerdo contractual entre James Cook y los Bills refleja una tendencia más amplia en la NFL: la caída del valor de la posición del corredor, incluso cuando las cifras cuentan otra historia.

Una disputa cada vez más común en la NFL

James Cook, corredor titular de los Buffalo Bills, ha decidido pausar su participación en los entrenamientos del equipo mientras busca una extensión de contrato justa según su criterio, en lo que se ha convertido en una estrategia conocida como hold-in, es decir, asistir al campamento pero no entrenar oficialmente. Con ello, el jugador entra en una etapa crítica de negociación con la gerencia mientras evita exponerse a lesiones en un año crucial.

Esta situación no es ajena al ecosistema de la NFL, donde cada vez más corredores se enfrentan a un dilema: ¿cómo exigir salarios acordes a su producción cuando la liga está devaluando su posición?

La temporada 2024: una campaña de consagración

Cook viene de una temporada sensacional en 2024: lideró la NFL con 16 touchdowns por tierra, empatando el récord de franquicia de los Bills en una temporada. También se transformó en un eje clave del nuevo enfoque ofensivo desde que Joe Brady asumió como coordinador ofensivo a mitad de la temporada 2023. Con una ofensiva más balanceada, Cook no solo fue un arma terrestre sino también como receptor en momentos clave.

Sin embargo, sus esfuerzos y méritos no están recibiendo la compensación que esperaba. Aunque publicó en redes sociales su deseo de ganar 15 millones de dólares al año, informes señalan que el pedido más realista ronda entre 11 y 12.5 millones garantizados.

¿Por qué el desacuerdo?

Brandon Beane, gerente general de los Bills, ha sido directo en el tema: el dinero es limitado y las prioridades múltiples. "No quieres perder a un James Cook. Es valioso para nuestro equipo", aseguró el ejecutivo. "Pero tampoco quieres perder a Dion Dawkins, Spencer Brown o a nuestra línea ofensiva o lo invertido en el pass rush. Estos son los sacrificios que se deben hacer cuando ya has firmado a tu quarterback titular con un contrato millonario."

Josh Allen actualmente tiene un contrato de 258 millones de dólares que le garantiza estabilidad hasta 2028, lo que inevitablemente afecta las decisiones salariales en otras posiciones.

La crisis estructural de los running backs en la NFL

El caso de James Cook es reflejo de una tendencia general: el declive del poder contractual de los corredores en la NFL. Saquon Barkley, Josh Jacobs y Jonathan Taylor también protagonizaron tensas negociaciones en el pasado reciente.

  • En 2023, Barkley accedió a firmar por un año después de no lograr un acuerdo a largo plazo con los Giants.
  • Josh Jacobs (Raiders) recibió la etiqueta de jugador franquicia, que limitó su poder de negociación individual.
  • Jonathan Taylor fue transferido tras conflictos contractuales con los Colts, siendo un jugador joven y en su mejor rendimiento.

El común denominador: los equipos consideran que los corredores son “reemplazables”, al tener carreras más cortas (2.5-4 años promedio de rendimiento pico) y alto riesgo de lesiones.

Las estadísticas revelan otra realidad

Pese a esta devaluación percibida, las cifras demuestran que el corredor sigue siendo una pieza fundamental:

  • En 2024, James Cook promedió 4.7 yardas por acarreo, ubicándose en el Top 5 entre corredores con más de 200 intentos.
  • Co-líder de touchdowns por tierra (16), junto a Christian McCaffrey.
  • Fue el jugador más productivo de los Bills en zona roja.
  • Participó en el 65% de las jugadas ofensivas del equipo.

Entonces, ¿cómo explicar la brecha entre valor percibido y valor en producción?

La estructura salarial y el dilema del running back

La clave está en la economía moderna de la NFL. Según Spotrac, el promedio del salario base para corredores en 2024 fue de apenas 1.8 millones de dólares, frente a 3.2 millones para receptores abiertos, 4 para cornerbacks y más de 7 millones para línea ofensiva izquierda (left tackle).

Y sin embargo, la vida útil promedio de un running back es de 2.57 años, según estadísticas de la Players Association, siendo esta la más baja entre todas las posiciones. La paradoja es obvia: altísimo desgaste, bajo retorno económico.

¿Justicia contractual en el horizonte?

James Cook no está buscando hacer historia como el mejor pagado. Busca una mejora justificada por rendimiento, posición en el esquema ofensivo y riesgo físico. Lo que hace difícil el acuerdo es la distancia entre el impacto emocional que tiene su juego en el vestuario (y en los fans), y el análisis empresarial que hace el equipo, donde se pondera el equilibrio del tope salarial y el retorno proyectado sobre inversión.

“Me merezco lo que quiero, lo que necesito, y eventualmente va a pasar”, insistió Cook en el campamento. Y no dudó en confirmar que no se arrepiente de haber puesto “15 mill/año” en su perfil. Para él, esas cifras no son antojadizas, reflejan lo que cree que puede aportar a largo plazo.

Pero la perspectiva del equipo es otra. "Puedes amar a un jugador, pero amar aún más a los recursos que necesitas para ganar un Super Bowl", dijo Beane.

El precedente que podrían sentar los Bills

Si los Bills acceden a lo pedido por Cook, otros corredores de tercer y cuarto año pedirán lo mismo. Si no lo hacen, mandan un polémico mensaje a sus jugadores: ni ser uno de los mejores en tu posición te garantiza mejoras salariales si eres running back.

Este aspecto es crítico especialmente porque Cook fue un gran profesional durante su contrato de novato, no generó polémicas internas y se convirtió rápidamente en líder juvenil dentro del equipo. Su actitud ahora –al asistir pero no entrenar– busca balancear presión pública con respeto institucional.

¿Qué viene ahora?

A corto plazo, Cook seguirá asistiendo pero sin entrenar, evitando multas por ausencias y reduciendo el riesgo de lesiones. El equipo tiene alternativas como Ray Davis y Ty Johnson, pero ambos están muy lejos del nivel demostrado por Cook.

La temporada de pretemporada empezará pronto, y los Bills deben prepararse sin saber cuándo regresará la pieza clave de su ataque terrestre.

Desde el punto de vista de la afición, el respaldo moral es para Cook, mientras que desde la lógica deportiva, el equipo necesita que vuelva lo antes posible.

Pero lo que está en juego es mucho más que un contrato. Se trata del valor a futuro de una posición que construyó leyendas como Emmitt Smith, Barry Sanders y LaDainian Tomlinson, y que hoy lucha por no desaparecer del radar financiero de la NFL moderna.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press