Packers y Bengals: Dos equipos, una misma misión en sus líneas ofensivas y juego aéreo
Entre la intensa competencia en los receptores de Green Bay y el debut de Dylan Fairchild en Cincinnati, todo apunta a una temporada donde el talento joven busca transformar el presente de ambos equipos en la NFL
Renovación ofensiva en Green Bay: competencia y dinamismo en el cuerpo de receptores
La temporada baja de la NFL siempre trae historias de evolución, crecimiento y presión. En el caso de los Green Bay Packers, uno de los focos principales ha sido su cuerpo de receptores. Después de una campaña pasada con altibajos, la gerencia decidió añadir nuevos talentos al grupo con la esperanza de construir un núcleo confiable alrededor de Jordan Love, el joven quarterback que lidera la nueva era en Lambeau Field.
Reforzando su apuesta en el Draft 2025, los Packers seleccionaron al velocista Matthew Golden de Texas y a Savion Williams de TCU, ambos en las primeras tres rondas. Golden, en particular, destaca como el primer receptor elegido en la primera ronda por Green Bay desde Javon Walker en 2002, un dato que subraya la importancia de su incorporación.
"Estamos siendo cada vez más versátiles," comentó Jayden Reed, quien lideró al equipo la temporada pasada con 55 recepciones para 857 yardas. "Tenemos una sala repleta de talentos que pueden explotar de manera diferente cada jugada. La competencia está brutal y eso nos lleva a crecer día a día."
Reed no está solo en esta ambición. Romeo Doubs también ha brillado en el campamento de entrenamiento, logrando grandes recepciones en drills y demostrando química con su mariscal. Además, nombres como Mecole Hardman, Dontayvion Wicks y el aún lesionado Christian Watson completan un grupo con talento bruto que podría explotar si logra afinar sus detalles técnicos.
No obstante, la productividad pasada deja dudas. Estadísticas de Pro Football Reference indican que más del 7% de los pases de Love fueron dejados caer, siendo uno de los porcentajes más altos de la NFL en 2024.
La reconstrucción silenciosa en Cincinnati: Dylan Fairchild y la muralla que espera proteger a Burrow
A casi 800 kilómetros de distancia, en Ohio, otra historia igualmente importante está tomando forma. Los Cincinnati Bengals han decidido reforzar su línea ofensiva con una inversión importante en el Draft de 2025: Dylan Fairchild, guardia izquierdo proveniente de la Universidad de Georgia.
Fairchild, un All-American de segundo equipo, inició 14 partidos en su año senior, y llega a la NFL con la etiqueta de protector físico y con buen conocimiento técnico. "Este no es más un juego de fuerza bruta," dijo su coach de línea ofensiva, Scott Peters. "Esto es ajedrez, no damas. Y Dylan ya está aprendiendo eso."
Fairchild no se ha achicado ante la presión. Durante las prácticas del training camp, ha mostrado la madurez y agresividad que se esperaban. Su integración será fundamental si los Bengals quieren proteger a Joe Burrow, quien fue capturado 48 veces en la temporada 2024, empatado con el cuarto peor total de la liga.
La presencia de Lucas Patrick en el lado derecho (ex Saints y con 64 juegos NFL en su haber) fortalece una línea que también cuenta con Cordell Volson y Cody Ford. Sin embargo, las dudas persisten alrededor del tackle derecho Amarius Mims, ex compañero de Fairchild en Georgia, quien ha luchado contra diversas lesiones desde que fue seleccionado en la primera ronda del draft pasado.
Para el entrenador en jefe Zac Taylor, este año la apuesta es llegar fuertes desde la semana 1. "Nuestro objetivo es evitar los arranques lentos como el de la temporada pasada", dijo en una rueda de prensa reciente. En 2024, los Bengals perdieron cuatro de sus primeros cinco partidos, algo que al final los condenó a un 9-8 insuficiente.
Smelling salts: el debate que sacudió la NFL por unas horas
Más allá del talento emergente y los entrenamientos, en los últimos días una discusión diferente captó la atención en la liga: la aparente prohibición del uso de “smelling salts”, o sales aromáticas, en las laterales durante los juegos.
Todo comenzó cuando la NFL emitió un memorando informando a los equipos que su personal no podría distribuir inhalantes de amoníaco —incluidos los clásicos "smelling salts"— durante los partidos ni en actividades previas o de medio tiempo. ¿La razón? Una alerta de la FDA en la que advirtió la falta de evidencia científica que sustente su eficacia y los posibles riesgos de enmascarar síntomas de conmoción cerebral.
Sin embargo, la NFLPA aclaró posteriormente que los jugadores aún pueden usarlos de forma personal, siempre y cuando la iniciativa no venga de los equipos. La medida se centró en limitar el suministro institucional, no el uso individual.
Desde la década de los 80, las sales aromáticas se han asociado a jugadores que buscan un golpe rápido de alerta antes o durante el juego. Y aunque hay detractores, muchos jugadores siguen creyendo fervientemente en sus beneficios.
"Claro que me despiertan. Es como si te electrocutaras por dentro. Entras a jugar con los ojos abiertos," dijo en 2022 el defensive end J.J. Watt sobre el uso de smelling salts.
Ahora, el debate también gira en torno a posibles restricciones futuras, pues estudios recientes han empezado a identificar posibles efectos adversos en uso prolongado o repetitivo.
Dos franquicias en momentos paralelos
Ya sea en Wisconsin reconfigurando y potenciando el juego aéreo, o en Ohio blindando a su mariscal ante la presión rival, tanto Green Bay como Cincinnati están encarando 2025 con proyectos sólidos y apuestas por talento joven. La evolución será larga, pero las señales indican que ambos equipos están plantando las semillas correctas.
Mientras el debate sobre los smelling salts se enfría, el calor verdadero está en el emparrillado.