Ulchi Freedom Shield 2025: Tensiones en la península coreana y el nuevo ajedrez militar global
Corea del Sur y EE.UU. retoman sus ejercicios militares más complejos frente a un Norte nuclearizado y una región inestable
Seúl, Corea del Sur — En un escenario geopolítico sumamente volátil, Corea del Sur y Estados Unidos han anunciado el inicio de su mayor ejercicio militar conjunto del año, Ulchi Freedom Shield (UFS), programado del 18 al 28 de agosto de 2025. Esta operación anual no solo busca reforzar las capacidades defensivas ante posibles ataques norcoreanos, sino también enviar un poderoso mensaje estratégico a la comunidad internacional.
¿Qué es el Ulchi Freedom Shield?
El Ulchi Freedom Shield es una de las dos maniobras militares más importantes que realizan conjuntamente Estados Unidos y Corea del Sur cada año. Se caracteriza por involucrar desde simulaciones computarizadas a nivel de mando, hasta operaciones de campo mixtas con tropas en terreno.
Este año, según el portavoz del Estado Mayor Conjunto surcoreano, coronel Lee Sung-jun, participarán aproximadamente 18,000 soldados surcoreanos. Aunque Estados Unidos no ha revelado la cifra exacta de sus efectivos, se espera una participación similar a años anteriores.
Un ejercicio bajo el lente norcoreano
Para Corea del Norte, estas maniobras se interpretan como “ensayos de invasión”. Históricamente, los ejercicios UFS han sido motivo de amenazas y demostraciones militares por parte de Pyongyang, que en reiteradas ocasiones ha respondido con pruebas de misiles balísticos.
Desde la ruptura del proceso diplomático en 2019, el régimen de Kim Jong-un ha intensificado su carrera armamentista, incluso estableciendo lazos estrechos con Rusia. En los últimos meses, ha despachado miles de tropas y grandes cantidades de armamento a Moscú en apoyo a su guerra en Ucrania, destacando la cada vez mayor cooperación militar entre ambos países.
¿Están EE.UU. y Corea del Sur buscando el conflicto?
En medio del nuevo mandato del presidente liberal surcoreano Lee Jae-myung, surgieron rumores de que el gobierno podría intentar reducir el alcance del ejercicio para fomentar una nueva apertura con el Norte. Sin embargo, tanto el coronel Lee como el coronel Ryan Donald —vocero de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en Corea— negaron tales especulaciones, asegurando que el tamaño y los objetivos del UFS 2025 son comparables a los años previos.
No obstante, la ola de calor extrema que azota a Asia oriental obligó a la postergación de la mitad de los 40 ejercicios de campo originalmente planeados.
Un entrenamiento que responde a las guerras modernas
Este año, el Ulchi Freedom Shield no solo se centrará en una eventual agresión de Pyongyang, sino que también estará impregnado por lecciones extraídas de los conflictos recientes, incluyendo la guerra entre Rusia y Ucrania, y los enfrentamientos entre Israel e Irán.
El plan contempla entrenamiento contrarrestando amenazas modernas como:
- Interferencia por GPS
- Ciberataques de alta escala
- Uso táctico de drones
Este tipo de entrenamiento refleja el cambio que atraviesan los conflictos contemporáneos, donde el dominio tecnológico y la información son tan relevantes como la infraestructura militar tradicional.
Un Norte cada vez más agresivo
Desde 2020, Corea del Norte ha incrementado sus pruebas armamentísticas a una frecuencia sin precedentes. Según datos del Center for Strategic and International Studies, el régimen norcoreano ha disparado más de 60 misiles balísticos solo en los últimos dos años, incluyendo modelos intercontinentales.
En paralelo, las agencias de inteligencia surcoreanas y estadounidenses han reportado indicios de nuevas construcciones en el sitio nuclear de Yongbyon, alimentando el temor de que una nueva prueba nuclear sea inminente —sería la séptima desde 2006.
Cooperación con Rusia: ¿Un nuevo eje antioccidental?
En un giro importante de su política exterior, Corea del Norte ha potenciado intensamente sus vínculos con Rusia. Funcionarios de inteligencia estiman que entre la primavera de 2023 y el verano de 2025, más de 10,000 soldados norcoreanos han sido enviados como apoyo militar a Rusia.
Además, se sospecha que Pyongyang ha proporcionado artillería, misiles y vehículos blindados a Rusia, todos ellos usados en los frentes ucranianos, lo cual viola numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
China, el tercer actor en la sombra
Aunque no ha participado directamente en los recientes ejercicios, Beijing ve con desconfianza la cooperación militar cada vez más estrecha entre Washington y Seúl. Para China, Corea del Norte es una «zona tapón» ante la influencia estadounidense en Asia Oriental, aunque las relaciones bilaterales tampoco están exentas de tensiones.
En palabras de Bonnie Glaser, experta en Asia-Pacífico en el German Marshall Fund: “Beijing no quiere una guerra en la península, pero tampoco quiere una Corea unificada bajo valores democráticos pro-occidentales.”
¿Estamos en la antesala de una nueva carrera armamentística en Asia?
Muchos analistas temen que el ritmo acelerado de maniobras militares, como el UFS, sumado a la inestabilidad nuclear norcoreana y los nuevos alineamientos con Rusia e Irán, signifiquen el detonante de una nueva carrera armamentística regional.
El equilibrio estratégico en Asia está cada vez más marcado por una “triple tensión” entre:
- Democracias defensivas como Corea del Sur y Japón.
- Potencias revisionistas como China y Rusia.
- Estados impredecibles como Corea del Norte.
Implicaciones globales de un conflicto coreano
En caso de un estallido bélico en la península, las consecuencias serían catastróficas. Se estima que, en los primeros días de combates, podrían morir 300,000 personas solo en Seúl, debido a su cercanía con la frontera y su densidad poblacional.
Además, un conflicto podría interrumpir gravemente las cadenas de suministro globales, especialmente en industrias clave como la electrónica y los semiconductores, de los cuales Corea del Sur es proveedor líder mundial.
¿Qué debería hacer la comunidad internacional?
Los expertos piden que se refuercen las vías diplomáticas multilaterales. La inacción o el aislamiento solo favorecen a actores como Kim Jong-un, al tiempo que debilitan iniciativas de desarme y cooperación.
Para Go Myong-Hyun, investigador del Asan Institute for Policy Studies, “seguir ignorando las provocaciones norcoreanas en aras de la paz podría ser la ruina de la región”.
En un mundo cada vez más polarizado, donde las coaliciones están determinadas por rivalidades económicas y tecnológicas, el Ulchi Freedom Shield 2025 simboliza una de las últimas fronteras de contención ante lo que muchos ya describen como una Segunda Guerra Fría.