En peligro de extinción: el cierre de pequeños periódicos y la amenaza a la democracia local
La desaparición de diarios rurales pone en jaque la información comunitaria en EE. UU. ¿Qué hay detrás de esta crisis silenciosa?
Esta semana, se apagaron las rotativas en decenas de comunidades estadounidenses tras el anuncio de News Media Corp. (NMC), una editorial radicada en Illinois, que cerrará abruptamente 31 periódicos locales por razones financieras. Desde Wyoming hasta Illinois y Arizona, la pérdida de estos medios deja a miles de personas sin acceso a noticias relevantes de sus propias comunidades.
¿Qué significa la desaparición de un periódico local?
El cierre repentino de estos periódicos refleja una crisis estructural en el periodismo local, uno de los pilares fundamentales para la democracia. La desaparición de una fuente confiable de noticias en pueblos pequeños deja áreas convertidas en desiertos informativos, donde los ciudadanos carecen de acceso a información sobre decisiones gubernamentales, actividades escolares, iniciativas comunitarias o incluso emergencias locales.
El alcalde de Brookings, Ope Niemeyer, expresó con tristeza: “Nos quedamos sin voces. Es devastador para la comunidad. Ya habíamos perdido las noticias locales en la radio, ahora también el periódico”. La pérdida no es sólo sentimental; tiene implicaciones directas sobre la transparencia gubernamental, la participación ciudadana y el tejido social.
Una tendencia preocupante en declive
NMC no es la única editorial afectada. Según el Medill Local News Initiative de la Universidad de Northwestern, Estados Unidos ha perdido más de un tercio de sus periódicos impresos desde 2004 y dos tercios de sus periodistas. Esta tendencia pone en evidencia los gigantescos desafíos que enfrenta el modelo de negocio del periodismo local.
Las cifras son alarmantes:
- En 2004, EE. UU. contaba con más de 9,000 periódicos impresos. En 2024, el número cayó por debajo de los 6,000.
- Más de 3,000 condados en el país carecen de cobertura diaria robusta.
- El 70% de los periódicos locales pertenecen hoy a grandes corporaciones o fondos de inversión.
¿Qué provocó la debacle?
Los motivos detrás del colapso del periodismo local son múltiples y complejos:
- Transformación digital sin adaptación a tiempo: Mientras los hábitos de los lectores migraban a lo digital, muchos periódicos no supieron innovar con éxito.
- Dependencia de la publicidad impresa: Plataformas como Facebook y Google absorbieron la mayoría del gasto publicitario local.
- Modelos de negocio obsoletos: Muchos periódicos siguen operando bajo modelos de suscripción y anuncios impresos pensados para el siglo XIX.
- Desinterés del público: Hay una creciente reticencia a pagar por noticias locales, algo impensable hace unas décadas.
- Falta de cohesión social y desconfianza en los medios: El clima político ha erosionado la credibilidad de las instituciones, incluyendo la prensa.
“La voz de la América rural” enmudecida
News Media Corp. se había presentado por años como “la voz de la América rural”, operando publicaciones en cinco estados. Para muchas de estas comunidades, sus periódicos eran el único medio con periodistas comprometidos cubriendo las reuniones del consejo municipal, la calidad del agua y las historias humanas que nutren la vida comunitaria.
Benjamin Chase, editor de uno de los diarios cerrados en Dakota del Sur, relató: “Nadie sabía que esto ocurriría hoy. Todos estamos en shock y tratando de averiguar cómo reinventarnos.”
Consecuencias que trascienden lo informativo
La desaparición de la prensa local no solo pone en riesgo la cobertura periodística, sino también mecanismos legales fundamentales. Muchas jurisdicciones están obligadas por ley a comunicar decisiones oficiales a través de medios impresos, como licitaciones públicas o avisos judiciales.
La profesora Teri Finneman, de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Kansas, advirtió: “Una generación entera está creciendo sin saber cómo funciona su comunidad porque no hay un medio que lo explique.”
Además, el impacto económico es directo: decenas, a veces cientos, de personas pierden su empleo inmediato, y los pueblos pierden una empresa que también mantenía vínculos económicos locales a través de impresión, distribución y publicidad.
¿Existe solución o estamos ante el ocaso definitivo?
Para algunos analistas y periodistas de medios emergentes, el cierre de periódicos tradicionales podría abrir una oportunidad para modelos nuevos y más sustentables:
- Medios hiperlocales digitales independientes, financiados por donaciones, suscripciones o modelos sin fines de lucro.
- Colaboraciones regionales entre medios entre pares, que permiten optimizar recursos y ampliar cobertura.
- Iniciativas públicas y filantrópicas como Report for America que inserta periodistas en redacciones en crisis.
Al mismo tiempo, figuras como Niemeyer hacen un llamado de conciencia: “Los habitantes tenemos que apoyar nuestros medios. No es opción, es necesidad.”
Más que periodistas: guardianes comunitarios
La labor del periodista local va más allá de cubrir noticias. Son cronistas del devenir ciudadano, quienes documentan las historias de vida, denuncian irregularidades municipales y promueven la cohesión a través de la palabra impresa.
Cuando estas voces desaparecen silenciosamente, también se debilita el sistema donde la fiscalización, el acceso equitativo a información y la participación comunitaria descansan. Una ciudad informada es una ciudad más justa, más segura y más democrática.
El riesgo, de no revertirse la tendencia, es claro: la democracia local muere no con un grito, sino con un silencio impreso.