La guerra interminable en Gaza: entre reocupación, negociaciones estancadas y sufrimiento humano

Mientras miles de palestinos enfrentan hambruna y desplazamiento, Israel y Hamas no logran cerrar un acuerdo de cese al fuego. ¿A dónde se dirige este conflicto sin fin?

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El conflicto sin cierre: ¿qué buscan Israel y Hamas?

La guerra entre Israel y Hamas, que ha devastado la Franja de Gaza desde el ataque del 7 de octubre de 2023, parece haber entrado en una fase prolongada y estancada. Aunque militarmente Hamas ha sido debilitado drásticamente —con la muerte de miles de combatientes y líderes, según fuentes israelíes—, el grupo islámico continúa su resistencia mediante ataques insurgentes. Mientras tanto, más de 2 millones de palestinos se enfrentan a la ruina total: infraestructura colapsada, acceso limitado a alimentos y medicamentos, y más de la mitad de la población desplazada.

Israel, por su parte, ha demostrado un poderío bélico contundente, logrando avances territoriales y destrucción del aparato militar de Hamas. Sin embargo, aún no ha conseguido recuperar a la totalidad de los rehenes capturados por Hamas —alrededor de 20 aún sobreviven en cautiverio—, y enfrenta duras críticas internacionales por la magnitud de la destrucción en Gaza.

Escenario 1: Reocupación total de Gaza

Informes de medios israelíes señalan que el primer ministro Benjamin Netanyahu baraja emitir una orden para la reocupación completa de Gaza, algo que no ocurre desde el retiro unilateral de tropas y colonos en 2005. Esta acción podría implicar la entrada a zonas aún densamente pobladas —alrededor del 25% restante del territorio—, como los campos de desplazados en al-Muwasi, donde se encuentran cientos de miles de personas refugiadas.

Una reocupación brutalmente costosa humanitaria e internacionalmente, podría equivaler a ocupar un estado fallido: el Estado israelí se haría responsable, según el Derecho Internacional Humanitario, de proveer servicios básicos y garantizar la seguridad de los civiles.

La propuesta cuenta con el respaldo de los socios más ultraderechistas del gobierno de coalición, como Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, quienes han manifestado su deseo de trasladar a la población gazatí a terceros países y reconstruir asentamientos judíos en la zona. No obstante, exjefes militares e incluso sectores moderados de Israel alertan sobre los riesgos de caer en un "pantano" prolongado, que causaría más pérdida de vidas y socavaría la legitimidad de Israel en la escena internacional.

Escenario 2: Cese del fuego total según condiciones de Hamas

Hamas, debilitado pero aún con capacidad de negociación, ha ofrecido liberar a todos los rehenes restantes a cambio de:

  • La excarcelación de prisioneros palestinos en cárceles israelíes.
  • Un retiro total de las tropas israelíes de la Franja.
  • Un cese al fuego permanente.

Esas demandas resonaron con la postura asumida por la administración Biden y la ONU, que firmaron en 2024 un acuerdo de cese al fuego facilitado originalmente por el exmandatario Donald Trump. Durante esa tregua (enero-marzo), se logró liberar a 25 cautivos y recuperar restos de 8 más, además de permitir alto volumen de ayuda humanitaria.

Sin embargo, la tregua colapsó en marzo por decisión de Israel, que optó por reanudar operaciones militares debido a la negativa de Hamas de entregar a todos los rehenes sin condiciones y la supuesta intención del grupo de recomponer su base de operaciones.

Desde ese momento, las esperanzas de una paz duradera se han evaporado progresivamente.

Escenario 3: Cese del fuego según condiciones de Israel

Netanyahu ha indicado que el fin del conflicto solo llegará cuando:

  • Todos los rehenes hayan sido liberados.
  • Hamas sea completamente desarmado o exiliado.
  • Se facilite la “emigración voluntaria” de parte de la población gazatí —algo que comunidades internacionales y expertos consideran una limpieza étnica en violación al derecho internacional.

En este marco, Israel aceptaría pausas temporales, ayuda humanitaria masiva y el intercambio parcial de prisioneros; todo condicionado a un compromiso de Hamas de dejar las armas. Hamas se niega, pues considera dicha rendición unilateral inaceptable mientras Israel continúe ocupando territorios destinados a un futuro Estado palestino.

Las conversaciones han llegado a un punto muerto.

Escenario 4: Una guerra sin fin

El panorama actual sugiere que el escenario de una guerra continua es desafortunadamente muy probable. A pesar de las victorias militares, Israel podría sostener ataques aéreos diarios sobre Gaza y mantener una zona de amortiguamiento militarizada, mientras Hamas —sin mando central pero con células activas— ejecuta ataques esporádicos contra soldados.

Este escenario dejaría:

  • A los 20 rehenes vivos en tierra de nadie, potencialmente en cautiverio por años, como ocurrió con el soldado Gilad Shalit (2006-2011).
  • A Gaza en una situación de hambruna —la ONU alertó en abril 2025 que el 80% de los niños en el norte sufría de malnutrición aguda.
  • A una Israel más aislada en la arena internacional, especialmente frente al Consejo de Seguridad.
  • A una Cisjordania más tensa, con repunte de extremismo y violencia.

El próximo ciclo electoral israelí se anticipa en octubre de 2026, aunque podría adelantarse si la coalición de Netanyahu se desmorona. Cualquier cambio de liderazgo podría abrir otra posibilidad de negociación, pero el tiempo juega en contra de las víctimas del conflicto.

¿Y el papel de Estados Unidos y mediadores internacionales?

Donald Trump ha reiterado su apoyo pleno a Israel, pero también ha manifestado querer resolver el conflicto y traer a casa a los rehenes. No obstante, ha evitado presionar públicamente, lo que algunos analistas interpretan como un cheque en blanco al gobierno israelí.

Los mediadores tradicionales —Egipto y Qatar— han perdido capacidad de persuasión, en parte por el reviraje geopolítico en Medio Oriente y el desgaste acumulado. Francia y Arabia Saudita insisten en un camino hacia la solución de dos Estados, pero eso parece hoy lejano e irrelevante para los actores primarios.

El conflicto de Gaza ha dejado hasta la fecha más de 31,000 muertos palestinos desde octubre de 2023, según cifras del Ministerio de Salud gazatí, más de un millón de desplazados, y un trauma social que marcará a varias generaciones. Mientras tanto, las alternativas políticas siguen congeladas en intereses, miedo y rabia acumulada.

“Estamos viendo el colapso funcional de una sociedad entera”, advirtió Francesca Albanese, relatora especial de la ONU, quien ha pedido una encerrona multilateral urgente. La pregunta ahora es dolorosamente simple: ¿queda algo que evitar?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press