Praggnanandhaa y el renacimiento del ajedrez indio: una generación dorada con hambre de gloria

El número 4 del mundo lidera una camada brillante de jóvenes maestros indios que desafían al dominio histórico del ajedrez europeo, con un enfoque humilde y una cultura de trabajo imparable

Si hace veinte años alguien hubiese dicho que la India se convertiría en una superpotencia del ajedrez mundial, muchos habrían levantado las cejas escépticos. Sin embargo, en 2024, esa visión se ha materializado y tiene un nombre destacado al frente: Rameshbabu Praggnanandhaa, mejor conocido como 'Pragg'. El joven prodigio, a punto de cumplir 20 años, ocupa actualmente la posición número 4 del ranking mundial de la FIDE, escoltado nada menos que por otros dos compatriotas indios, Gukesh Dommaraju y Arjun Erigaisi, empatados en el quinto puesto.

Un fenómeno colectivo con un líder destacado

A diferencia del tradicional dominio individual de figuras europeas o rusas, la revolución india en ajedrez es un fenómeno colectivo que refleja un sistema en ebullición. “Todos nos empujamos mutuamente”, comentó Praggnanandhaa recientemente. “Gukesh al ganar el Campeonato Mundial me inspiró a exigirme más. Estamos creciendo juntos”.

Y no es una exageración. En el Mundial del año pasado, cuatro de los ocho cuartofinalistas eran indios —un hito sin precedentes para el país del sur de Asia, que además ha alcanzado ya más de 80 grandes maestros, cuando antes del 2000 tenía apenas tres. De esos 80, alrededor de 30 provienen del estado sureño de Tamil Nadu, y en particular de su capital, Chennai, que hoy se considera la nueva 'capital mundial del ajedrez'.

Una nueva generación forjada en las calles

¿Cuál es el secreto detrás del auge floreciente del ajedrez en la India? Mucho tiene que ver con el trabajo de base. “Había muchos torneos locales cada fin de semana y los jugadores eran muy fuertes”, recuerda Pragg. “Yo siempre competía en categorías mayores a la mía, así que cuando jugaba con los de mi edad, ya tenía una experiencia muy superior”.

Este enfoque competitivo desde temprana edad ha dado sus frutos. Pragg obtuvo el codiciado título de Gran Maestro a los 12 años y 10 meses, convirtiéndose en uno de los más jóvenes de la historia. Pero lo más destacable no es solo la precocidad, sino la profundidad: detrás de él, asoman decenas de talentos que sueñan con igualar o superar sus logros.

Inspirado por una leyenda: Viswanathan Anand

No se puede hablar del renacer del ajedrez indio sin mencionar a Viswanathan Anand, cinco veces campeón mundial y pionero absoluto. Se convirtió en Gran Maestro en 1988, cuando era todavía un adolescente. “Empezamos a jugar ajedrez cuando Anand era campeón del mundo”, recuerda Pragg. “Él nos inspiró a todos.”

La figura de Anand, quien sigue activo en el circuito y es una figura paternal para muchos jóvenes jugadores, actuó como catalizador para una generación que vio en él un modelo a seguir. Hoy, ya no es solo un ídolo del pasado, sino un mentor activo que ayuda a guiar a las futuras estrellas.

Una cultura de trabajo por encima de los resultados

Uno de los rasgos que destacan tanto entrenadores como analistas es la mentalidad de estos jóvenes prodigios indios. “Trabajamos duro y nos enfocamos en mejorar más allá de los resultados”, afirma Pragg. A diferencia de otros jugadores que se obsesionan con el ELO y los rankings, esta generación india pone la lupa en el desarrollo constante y la autoevaluación crítica.

Este enfoque también ha generado un estilo de juego distintivo: agresivo pero sólido, creativo sin perder precisión, y capaz de adaptarse tanto al ajedrez clásico como al cada vez más popular ajedrez rápido y blitz. No es casualidad que hayan comenzado a brillar también en competiciones híbridas entre ajedrez y esports.

La dimensión de la victoria sobre Magnus Carlsen

Uno de los hitos que puso a Pragg en el radar del gran público fue su triunfo ante Magnus Carlsen en 2022. Ganarle al número uno del mundo —y probablemente el mejor jugador de lo que va del siglo XXI— no es poca cosa. La hazaña fue celebrada en la India como una gesta nacional. Incluso la leyenda del cricket Sachin Tendulkar lo felicitó públicamente, consolidando a Pragg como una figura más allá del ajedrez.

Creo que puedo llegar a ser el número uno del mundo y campeón, no tengo dudas”, declaró Pragg, con una combinación de convicción y humildad que lo caracteriza.

El reto económico: del hobby a la carrera

Como deporte individual, el desarrollo de ajedrecistas de élite está íntimamente ligado al acceso a recursos. Pragg proviene de una familia de clase media que, como la mayoría de los niños indios talentosos, enfrentó el dilema de cómo costear entrenamientos, viajes y tecnología. Afortunadamente, el crecimiento del ajedrez en India ha ido de la mano de una mayor participación tanto de iniciativas privadas como del sector público.

El auge del ajedrez online, las plataformas como Chess.com y Lichess, y torneos como el World Esports Cup en Arabia Saudita —que este año incluyó ajedrez, con más de 30,000 espectadores en línea— están ayudando a canalizar ingresos nuevos y amplificar el potencial profesional del deporte. “Es una gran oportunidad para los ajedrecistas y una nueva vía para mostrar el juego”, opina Pragg sobre este fenómeno.

Un India multipolar en el tablero global

El ascenso meteórico de la India en el ajedrez también tiene implicaciones geopolíticas. En un deporte que durante décadas fue dominado por potencias europeas y exsoviéticas, el liderazgo actual de un país asiático representa una verdadera redistribución de fuerzas. Hoy, la India alberga más grandes maestros activos que Estados Unidos y países nórdicos combinados, y sus talentos siguen en ascenso.

No solo hay presencia en la élite absoluta, sino también en todas las divisiones juveniles, femeninas y en múltiples formatos. Vaishali Rameshbabu, hermana de Pragg, es campeona en categorías juveniles, lo que avala que el fenómeno tiene un alcance familiar y estructural.

Más allá del tablero: una nueva identidad nacional

El ajedrez está emergiendo en la India no solo como una disciplina, sino como una expresión cultural y de identidad. En una nación que tradicionalmente ha idolatrado a héroes del cricket como Tendulkar, Kohli o Dhoni, hoy muchos niños crecen queriendo ser como Pragg, Gukesh o Arjun. Las escuelas integran torneos en sus eventos, los medios transmiten partidas en horario estelar y las redes sociales vibran con cada nueva victoria.

Pragg ya es reconocido en las calles de Chennai, y no sería descabellado imaginar que en poco tiempo, el ajedrez se convierta en uno de los principales emblemas deportivos de toda la India. Con apenas 20 años y un futuro que promete aún más, la próxima gran jugada de este joven maestro de mirada tranquila podría ser tan determinante como una dama en la séptima fila.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press