¿Crisis o simple bajón? Radiografía de los equipos con rachas negativas en agosto en la MLB
Mets, Reds y Rockies: ¿Problemas pasajeros o señales de colapso en la recta final de temporada?
Con agosto en pleno desarrollo, la tensión en la MLB se eleva. Cada partido comienza a pesar más, las clasificatorias se tensan y los equipos buscan ese impulso definitivo que los catapulte hacia la postemporada o, al menos, los mantenga en la conversación. Sin embargo, no todos avanzan con paso firme. Mientras algunos conjuntos como los Milwaukee Brewers se posicionan como potencias con una racha de 9-1 en los últimos 10 encuentros, otros atraviesan un momento sombrío, acumulando derrotas y sembrando dudas.
Hoy analizamos tres equipos que experimentan rachas negativas significativas: New York Mets, Cincinnati Reds y Colorado Rockies. ¿Estamos ante simples tropiezos o síntomas de problemas estructurales más profundos?
New York Mets: De ilusionantes a preocupantes en cuestión de días
Los Mets comenzaron la temporada con expectativas de competir en la National League East, pero sus últimos 10 partidos presentan un inquietante balance de 1-9. En este período, tienen un promedio de bateo de apenas .187 y una efectividad colectiva de 5.10 ERA. Han sido superados en carreras por 21, lo que refleja una combinación de ofensiva apagada y picheo vulnerable.
El equipo cuenta con figuras como Juan Soto, quien acumula 27 cuadrangulares, 87 boletos y 65 carreras impulsadas. No obstante, su promedio de bateo es de solo .249, insuficiente para compensar la falta de consistencia en otros sectores del lineup.
En contraste, los Brewers —su verdugo reciente— lucen imponentes con el segundo mejor ERA de la MLB: 3.61, y una marca colectiva de .314 en bateo durante los últimos 10 juegos. Si consideramos que el bullpen de los Mets está plagado de lesiones (Christian Scott, Drew Smith, Jose Siri, entre otros están en la lista de lesionados de 60 días), la caída tiene una causa estructural evidente.
Reds: Promesas jóvenes, errores dolorosos
Los Cincinnati Reds, terceros en la NL Central, también encaran un momento complicado. Han perdido tres partidos consecutivos como visitantes y presentan un registro general de 60-57. En los últimos 10 encuentros tienen un promedio de bateo de .240 —ligeramente por debajo del estándar—, y han sido superados por sus rivales en 8 carreras.
Si bien jugadores jóvenes como Elly De La Cruz (19 HR, 24 dobles, 3 triples) y TJ Friedl (14 hits en sus últimos 38 turnos) aportan chispa, el picheo ha sido su talón de Aquiles. Su lanzador para el próximo juego frente a los Pirates, Nick Martinez (9-9, 4.66 ERA), ha sido inconsistente como abridor.
Frente a ellos estarán los Pirates, que poseen una sólida marca de 35-19 en partidos donde no permiten jonrones. Un dato revelador considerando que los Reds dependen mucho del poder en su ofensiva.
La serie entre estos equipos está 4-4, enfatizando lo parejo de sus enfrentamientos. No obstante, la tendencia reciente favorece a Pittsburgh, quienes vienen de ganar dos juegos claves contra Cincinnati gracias a estrellas emergentes como Paul Skenes y Bryan Reynolds.
Colorado Rockies: ¿Un caso perdido en 2024?
Pocos equipos representan tan claramente la inestabilidad como los Colorado Rockies. Con un récord de 30-85, están al borde de una de las peores temporadas en la historia de la franquicia. Han perdido también tres en fila fuera de casa y su efectividad en los últimos 10 partidos —10.34 ERA— es un cráter del cual parece imposible salir.
Hunter Goodman y Jordan Beck ofrecen destellos con poder y consistencia desde el plato, pero no pueden compensar la debilidad total del cuerpo de lanzadores. Su rival más reciente, los Diamondbacks, ya dominan la serie 5-2 y lucen más estables, con 160 jonrones en la temporada (terceros en la Liga Nacional).
¿El mayor problema de los Rockies? Su calendario restante. Enfrentan a equipos de mitad de tabla hacia arriba —como los Padres y Dodgers— lo cual les deja pocas esperanzas incluso de evitar el centenar de derrotas.
¿Colapso o simple variabilidad?
Al observar a Mets, Reds y Rockies, es claro que el contexto importa. Para los Rockies, se trata de una temporada de reconstrucción forzada, marcada por lesiones extensas y deficiencias estructurales. En contraste, los Mets y Reds tenían aspiraciones más altas, pero lesiones clave, desequilibrios en el bullpen y producciones ofensivas irregulares han frenado sus avances.
En la MLB moderna, donde las rachas pueden subir o hundir a un equipo rápidamente, estos bajones podrían revertirse, pero el tiempo no está a su favor. Para los Mets, cualquier posibilidad de cazar una posición de comodín pasa por comenzar una racha ganadora inmediata —casi perfecta—. Cualquier otra cosa, y la temporada 2024 será archivada como otra decepción en la Gran Manzana.
En cuanto a los Reds, su futuro parece más prometedor a mediano plazo. En manos de jóvenes como De La Cruz y Friedl, podrían volver con fuerza si aseguran consistencia en la rotación y bullpen el próximo año.
Finalmente, los Rockies parecen condenados a mirar ya hacia el Draft 2025, preparando el terreno para una reconstrucción que necesitará tanto de aciertos estratégicos como de paciencia a largo plazo.
¿Será agosto el mes donde se decida quién resiste y quién cae? La historia lo dirá.