La cara oculta del turismo en Puerto Rico: una tragedia en La Perla
La muerte de un turista estadounidense en la icónica comunidad de San Juan revela tensiones entre el auge turístico y la inseguridad persistente
Un viaje de ensueño que terminó en tragedia
El turismo en Puerto Rico ha vivido un renacimiento en los últimos años gracias a la creciente popularidad de artistas como Bad Bunny, quien con su serie de conciertos ha atraído a miles de visitantes a la isla. Sin embargo, una tragedia reciente ha puesto en evidencia los contrastes existentes entre el auge turístico y las zonas aún marcadas por la violencia.
Kevin Mares, un joven de 25 años oriundo de Nueva York, falleció el pasado domingo tras ser víctima de un tiroteo en La Perla, un sector costero históricamente marginado en San Juan. El incidente ocurrió en las primeras horas de la mañana en un local conocido como “Shelter for Mistreated Men”. Mares, quien se encontraba de vacaciones con tres amigos para asistir a uno de los 30 conciertos del reguetonero Bad Bunny, resultó ser un espectador inocente en medio de una discusión acalorada que derivó en disparos.
La Perla: de zona prohibida a atractivo turístico
Ubicada en las inmediaciones del Viejo San Juan, La Perla fue durante muchos años considerada una “zona roja”, un espacio donde incluso la policía evitaba patrullar. Esta reputación comenzó a cambiar drásticamente en 2011, tras una megaoperación federal que resultó en decenas de arrestos, debilitando las redes de narcotráfico que operaban allí.
El punto de inflexión, sin embargo, fue cultural: en 2017, los artistas Luis Fonsi y Daddy Yankee incluyeron a La Perla como locación principal del video musical “Despacito”, que actualmente cuenta con más de 8 mil millones de vistas en YouTube. La exposición global cambió la percepción del lugar, convirtiéndolo en un atractivo turístico y cultural. Muchos viajeros curiosos comenzaron a recorrer sus coloridas calles y aprovechar las vistas al mar poco accesibles desde otras zonas del Viejo San Juan.
¿Realmente ha cambiado La Perla?
La violencia en La Perla se redujo significativamente durante casi una década, pero incidentes como el ocurrido con Mares demuestran que los riesgos persisten. Este no es un caso aislado. En febrero de 2023, tres turistas fueron apuñalados tras recibir advertencias de no grabar videos en ciertas zonas de la comunidad. Unos meses después, un turista de 24 años de Delaware fue asesinado y su cuerpo quemado tras una disputa vinculada a drogas y fotografías indebidas.
Estos sucesos han levantado una fuerte discusión en redes sociales y entre los medios locales sobre la seguridad de los visitantes en zonas populares pero aún frágiles desde el punto de vista social.
El dilema Puerto Rico: turismo masivo vs. realidad local
Con una población de aproximadamente 3.2 millones de personas, Puerto Rico ha reportado más de 270 homicidios en lo que va del año. Aunque la cifra es ligeramente inferior a la del año pasado (325 para la misma fecha), la sensación de inseguridad se mantiene especialmente en comunidades como La Perla.
“La presencia de turistas no puede sustituir los procesos comunitarios ni garantizar la seguridad automáticamente”, comentó la socióloga puertorriqueña Marla Rivera López en una entrevista reciente con El Nuevo Día. “La gentrificación cultural puede maquillar, pero no resolver la raíz de los problemas”, agregó.
El aumento de la presencia turística ha generado una suerte de economía informal en zonas como La Perla. Algunos residentes ofrecen tours no regulados, venta de bebidas o productos artesanales. Esta dinámica, si bien puede ser vista como una fuente de ingresos, también complica la seguridad y control del espacio.
Bad Bunny: ícono cultural e involuntario promotor del turismo
Es innegable que Benito Martínez, mejor conocido como Bad Bunny, ha sido un motor para la economía turística de Puerto Rico. Según la Compañía de Turismo de Puerto Rico, sus conciertos representan un boom económico estimado en varios millones de dólares, impulsando hoteles, restaurantes y transporte local.
Sin embargo, este flujo masivo atrae también a visitantes poco informados sobre las dinámicas culturales de los barrios periféricos. “La mayoría viene influenciada por el ‘cool factor’ sin conocer las restricciones del entorno”, explica Edwin Torres, guía turístico con más de 10 años de experiencia en el Viejo San Juan. “No todo lugar es para selfies”, sentencia.
¿Qué hay que saber antes de visitar La Perla?
Si bien La Perla puede ofrecer una experiencia auténtica y visualmente atractiva, las siguientes recomendaciones son clave para evitar contratiempos:
- Evitar visitar de noche o sin guía local.
- No tomar fotos ni grabar sin permiso explícito de los residentes.
- Respetar las señales y normas informales establecidas por la comunidad.
- Consultar con operadores turísticos certificados.
- Evitar transacciones de drogas, NI en tono “curioso”.
Existen también proyectos comunitarios como La Perla Project, que promueven visitas responsables, arte comunitario y desarrollo sostenible en la zona.
Turismo sí, pero con conciencia
El trágico caso de Kevin Mares deja una huella profunda no solo en quienes lo acompañaban en el viaje, sino también en la imagen internacional de Puerto Rico como destino turístico. Mientras la isla lucha por impulsar su economía post-pandemia a través del turismo, no puede desatender los focos de violencia que, aunque aislados, tienen el potencial de disuadir a futuros visitantes.
“Puerto Rico es una isla hermosa, pero la seguridad del turista no puede depender del azar”, declaró Carmen Salgado, activista por la equidad turística en comunidades vulnerables.
El reto está en encontrar un equilibrio. Que el turismo no solo embellezca visualmente las comunidades populares, sino que fomente su desarrollo integral, respetando a quienes las habitan desde mucho antes de los millones de vistas en YouTube.