Alerta en Alaska: El deshielo glaciar que amenaza con arrasar Juneau cada verano
El fenómeno de inundaciones glaciales en el Suicidio Basin vuelve con más fuerza que nunca, y el Mendenhall Glacier se convierte en un emblema inquietante del cambio climático
Un fenómeno natural que se repite como una pesadilla anual
El pequeño paraíso natural de Juneau, la capital de Alaska, enfrenta una vez más una amenaza que se vuelve cada año más grave: las inundaciones por desbordamiento glaciar. Esta vez, las predicciones son más preocupantes que nunca.
El glaciar Mendenhall, ubicado apenas 20 kilómetros al noroeste del centro de la ciudad y visitado por más de 700,000 turistas anualmente, actúa como una represa natural que retiene el agua acumulada en lo que se conoce como el Suicide Basin. Ese “cuenco” natural se llena cada primavera y verano con el derretimiento de la nieve y las lluvias.
Cuando la presión del agua acumulada supera la fuerza de contención del glaciar, el agua se abre paso raudamente hacia el lago Mendenhall y después al río Mendenhall, causando crecidas súbitas de nivel similar al caudal de las Cataratas del Niágara, según reportes científicos.
2023 y 2024: años de récords catastróficos
Mientras que en años anteriores solo se registraban afectaciones menores en calles y propiedades cercanas a la ribera, los veranos de 2023 y 2024 marcaron un antes y un después. En agosto del año pasado, el caudal del río alcanzó 15.99 pies (4.9 metros), batiendo el récord anterior. Se reportaron daños en casi 300 viviendas y múltiples evacuaciones.
Este año, la crecida podría llegar hasta 16.8 pies (5.12 metros), lo que convertirá a 2025 en otro año fatídico si se cumplen los peores pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional.
¿Qué es una "glacier outburst flood"?
Conocidas como inundaciones por desbordamiento glaciar o jökulhlaups (término de origen islandés), estos fenómenos implican la liberación súbita de enormes volúmenes de agua que se encuentran atrapados por una barrera de hielo. En el caso de Juneau, el Mendenhall Glacier cumple ese rol de barrera.
Solo en un evento, se pueden liberar hasta 15 mil millones de galones de agua, el equivalente a 23,000 piscinas olímpicas, según cálculos de la Universidad del Sureste de Alaska y el Centro de Ciencia de Adaptación Climática de Alaska.
¿Una bomba de tiempo al ritmo del cambio climático?
Según la propia universidad y centros de investigación, el Mendenhall Glacier seguirá reteniendo el Suicide Basin por unos 25 a 60 años más, mientras el glaciar continúa derritiéndose y retrocediendo lentamente. Este retroceso ocurre a medida que las temperaturas globales aumentan, y se convierte en una metáfora dramática del cambio climático.
El glaciar ha adelgazado significativamente en las últimas décadas. En 1958, el frente del glaciar terminaba en el propio lago Mendenhall. Hoy, ha retrocedido varios kilómetros tierra adentro, lo cual ha dado lugar a la formación del Suicide Basin, antes cubierto por hielo sólido.
“Esto será un nuevo récord con base en toda la información que tenemos.”
– Nicole Ferrin, meteoróloga del Servicio Nacional del Clima.
Medidas de emergencia vs. naturaleza implacable
Este año, las autoridades de Juneau instalaron de manera preventiva un dique temporal a lo largo de 4 km de ribera del río, usando unas 10,000 barreras de 1.2 metros de altura. La idea es proteger más de 460 propiedades.
Sin embargo, se teme que estas barreras no sean suficientes si el flujo de agua supera lo anticipado. Nate Rumsey, subdirector del departamento de ingeniería de la ciudad, señaló que este dique es tan solo un “parche temporal” para una amenaza que persiste y se agrava.
Mientras tanto, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU. ha iniciado un proceso de varios años para estudiar la situación y buscar soluciones más permanentes. La lentitud de este proceso ha provocado molestia entre residentes como Mark Ellis, cuya casa sufrió daños la temporada pasada: "¿Vamos a esperar una década más, mientras nuestras casas se inundan todos los veranos?".
El turismo, entre la fascinación y el riesgo
Irónicamente, al mismo tiempo que el glaciar representa un peligro para la población local, sigue siendo una de las principales atracciones turísticas de Juneau. Las rutas en kayak por el lago Mendenhall, las caminatas por los senderos panorámicos y las vistas desde el Centro de Visitantes del Glaciar Mendenhall son parte del atractivo de la ciudad.
Pero algunos tours ya están siendo alertados o cancelados por seguridad, como relató Elisa Morgan, guía de turismo local: “Nos encanta mostrar el esplendor del glaciar, pero cuando la naturaleza se desata, también debemos proteger a los visitantes.”
¿Un modelo de resiliencia urbana en el futuro?
La situación de Juneau no es aislada. Desde Islandia hasta los Andes, pasando por el Himalaya o los Alpes, cientos de comunidades enfrentan riesgos similares vinculados al derretimiento glaciar. Las autoridades y científicos de Alaska argumentan que lo que se está viviendo en Juneau podría ser un laboratorio natural para estrategias de adaptación urbana al colapso climático.
Desde nuevas normativas de construcción en áreas de riesgo hasta sistemas de monitoreo hidrológico a tiempo real con IA, los caminos para adaptarse existen, pero requieren inversión y coordinación entre múltiples niveles del gobierno, además de participación comunitaria.
Una advertencia que se repite como eco en el hielo
Mientras Juneau entera sigue en vilo, muchos se preguntan: ¿cuánto más podemos retrasar medidas de fondo? La amenaza del Suicide Basin no es un evento aislado, sino una consecuencia directa de un mundo que se calienta a pasos acelerados.
El glaciar Mendenhall quizá siga brillando al sol del verano, atrayendo lentes de turistas fascinados. Pero también es una cuenta regresiva de lo que ocurre cuando la belleza natural se convierte en un riesgo existencial.