Cuomo vs. Mamdani: El enfrentamiento que reaviva la guerra por la vivienda en Nueva York
La polémica sobre los apartamentos con renta estabilizada enfrenta a dos visiones opuestas de la ciudad que nunca duerme
Una contienda con sabor a revancha
Andrew Cuomo, exgobernador de Nueva York y autoproclamado defensor de las clases trabajadoras, ha lanzado una feroz ofensiva contra su rival en la carrera por la alcaldía de la ciudad, el legislador estatal Zohran Mamdani. ¿El motivo? Mamdani ocupa un apartamento con renta estabilizada en Queens, lo que Cuomo ha calificado como "repugnante" al referirse a su oponente como “una persona muy rica” que, según él, le quita posibilidades a una familia sin hogar.
Las acusaciones de Cuomo circularon rápidamente por redes sociales, alcanzando decenas de millones de visualizaciones. Pero más allá del golpe político, abrieron un viejo y espinoso debate: ¿para quién es realmente el programa de renta estabilizada en Nueva York?
¿Qué es un apartamento con renta estabilizada?
Los rent-stabilized apartments fueron creados en Nueva York para proporcionar cierta estabilidad habitacional. Aproximadamente el 40% del parque de alquiler de la ciudad —alrededor de 1 millón de unidades— entra bajo esta categoría. Estos apartamentos tienen incrementos de renta limitados por ley, otorgando mayor previsibilidad a los inquilinos.
Históricamente, el programa ha sido criticado por no incluir restricciones de ingreso. Según datos del New York State Division of Housing and Community Renewal, el ingreso medio de los hogares en apartamentos estabilizados es de unos $60,000 anuales, pero no es raro encontrar inquilinos de mayores ingresos, algunos pagando alquileres de más de $3,000 por mes en zonas deseadas de Manhattan.
¿Quién es Zohran Mamdani?
Mamdani, hijo de cineasta y profesor universitario, es actualmente legislador del estado de Nueva York por el distrito 36 en Queens. En su campaña, ha abanderado posturas progresistas centradas en el derecho a la vivienda, tarifas de transporte asequibles y congelamiento de los alquileres en unidades estabilizadas.
Vive junto a su esposa en un apartamento de un dormitorio en Astoria, por el cual paga $2,300 al mes, mientras percibe un salario anual de $143,000. Esta situación, para Cuomo, es inaceptable.
El contraataque de Cuomo: “La Ley Zohran”
Cuomo propuso una nueva medida a la que bautizó como “Ley Zohran”. Su objetivo: impedir que personas “ricas” —definidas como aquellas que destinan menos del 30% de su ingreso mensual al alquiler— accedan a viviendas con renta estabilizada.
La crítica fue inmediata. Expertos como Ellen Davidson, abogada de vivienda de Legal Aid Society, señalaron que incentivar a inquilinos a vivir en viviendas que no pueden permitirse resulta contraproducente. “Parece una receta para el fracaso”, argumentó Davidson, añadiendo que además supondría un “desastre burocrático”.
Además, recordó que este tipo de políticas nunca han sido diseñadas como programas de viviendas accesibles, sino como herramientas de estabilidad de vecindarios, evitando desplazamientos masivos.
Cuomo y la retórica digital millennial
En su ofensiva, Cuomo ha adoptado un tono que mezcla ironía, sarcasmo e incluso léxico millennial. En plataformas como TikTok y X (antes Twitter), utiliza frases como “check your privilege” contra Mamdani, mientras enarbola su propio apartamento de $8,000 mensuales en Midtown Manhattan como ejemplo de transparencia.
Este enfoque ha sido objeto tanto de burla como de admiración. Mientras algunos ven en Cuomo a un político desesperado intentando “comprar votos” con indignación moral, otros lo consideran un voz necesaria frente al uso de recursos públicos por parte de quienes más tienen.
Una ciudad al borde de la crisis habitacional
El verdadero protagonista de este debate no es solo Mamdani o Cuomo, sino la vivienda en Nueva York. La ciudad enfrenta una grave escasez de viviendas accesibles. Según el Furman Center de NYU, el alquiler promedio en la ciudad superó los $3,600 en 2024, mientras que el ingreso medio no creció al mismo ritmo.
A ello se suma la controversia del control de alquileres. Desde 2019, Nueva York endureció regulaciones al respecto, pero aún existen “lagunas” que permiten aumentos o salidas del programa bajo ciertas condiciones.
¿Deberían las rentas estabilizadas restringirse según los ingresos, como propone Cuomo? ¿O se trata, como sostienen defensores como Mamdani, de mantener la ciudad habitable para todos sin importar ingresos?
El precedente histórico: el caso Nixon en los 70
La discusión sobre quién merece vivir dónde no es nueva. En los años 70, durante la administración de Richard Nixon, se debatió a nivel federal si la housing assistance debía tener criterios exclusivamente basados en ingresos. Al final, se concluyó que los programas mixtos eran más estables socialmente.
Nueva York adoptó un enfoque híbrido, evitando convertir las viviendas estabilizadas en programas exclusivos de bajos ingresos. Esto permitió preservar la diversidad económica de los vecindarios, al tiempo que evitaba la guetificación.
¿Populismo o reforma legítima?
Para algunos analistas, Cuomo busca posicionar a Mamdani como parte de una élite “progresista pero privilegiada”, lo que llama la atención en una contienda donde ambos jugadores tienen elevados ingresos y conexiones sociales.
Sin embargo, otros acusan a Cuomo de incoherencia moral: ¿puede alguien que gasta $8,000 en alquiler medir el grado de “justicia social” que le corresponde a otro inquilino de clase media?
Una elección más allá de la política: ¿qué modelo de ciudad queremos?
El trasfondo de todo este debate es ideológico. Mamdani representa una visión donde el gobierno municipal debe proteger a los inquilinos y garantizar dignidad. Cuomo, aunque también apoya regulaciones, prioriza la eficiencia del sistema considerando factores como ingreso, demanda y escasez.
La elección para alcalde de Nueva York, por tanto, no solo será una elección entre un socialista democrático y un centrista oportunista. Será una elección entre dos visiones opuestas sobre la función del gobierno en el acceso a la vivienda.
¿Cuándo se volverá accesible Nueva York?
Hasta que la ciudad aborde su déficit habitacional —calculado en más de 500,000 unidades por algunos estudios— y simplifique su marasmo burocrático en materia de vivienda, seguirán existiendo disputas como esta. Y mientras tanto, la retórica política no hará más que encender pasiones.
Pero tras cada tuit de Cuomo y cada declaración de Mamdani, hay millones de neoyorquinos preguntándose: ¿alguien realmente se preocupa por nosotros?