El renacer de Calvin Ridley: de la oscuridad a la redención con los Titans

Una mirada profunda al ascenso, caída y redención del receptor que busca brillar de nuevo en la NFL

Un regreso con sabor a casa

El martes 12 de agosto de 2025 marcó un momento simbólico para Calvin Ridley. Durante una práctica conjunta entre los Tennessee Titans y los Atlanta Falcons, el receptor abrió la jornada con una espectacular recepción de touchdown proveniente del pasador novato Cam Ward. No se trató de una jugada cualquiera. Era su regreso a la instalación donde todo comenzó: el campamento de los Falcons en Flowery Branch, Georgia.

Los aplausos de los aficionados locales evidenciaron que, a pesar del paso del tiempo y los episodios controvertidos, Ridley sigue teniendo un lugar en el corazón de los seguidores de Atlanta.

De héroe a paria en Atlanta

Ridley fue seleccionado en la primera ronda del Draft de la NFL en 2018, saliendo de Alabama, una fábrica de talento en la NCAA. Compartió vestuario con el legendario Julio Jones y juntos conformaron una de las duplas más peligrosas de la liga en esa época. Su temporada de novato fue impresionante: 64 recepciones, 821 yardas y 10 touchdowns.

En 2020, Ridley alcanzó su pico estadístico: 90 recepciones para 1,374 yardas y 9 touchdowns, consolidándose como el receptor número uno tras la salida de Jones. Pero en 2021 vino el declive, jugando sólo cinco partidos antes de anunciar, a través de redes sociales, que se alejaba del fútbol americano “para centrarse en su salud mental”.

El escándalo de las apuestas

En marzo de 2022, el panorama se oscureció aún más. Ridley fue suspendido para toda la temporada luego de ser descubierto apostando en partidos de la NFL durante su tiempo alejado del equipo. La liga fue tajante: la integridad del deporte estaba en juego.

“Fue una etapa difícil. Estaba lesionado y atravesaba un momento complicado. Cuando estás lesionado y el equipo espera lo mejor de ti, no es fácil”, confesó Ridley recientemente.

La suspensión fue un duro golpe, pero también el inicio de una etapa de reflexión y reorientación personal.

Jacksonville: el primer paso hacia la redención

A finales de 2022, los Falcons decidieron cortar lazos y lo enviaron a los Jacksonville Jaguars. A muchos les sorprendió, pero en Jacksonville encontró un sistema ofensivo amigable y, lo más importante, un nuevo comienzo. En 2023, Ridley superó las 1,000 yardas por segunda vez en su carrera, demostrando que aún tenía mucho que ofrecer.

Fue ese rendimiento el que convenció a los Tennessee Titans de ofrecerle un contrato de 4 años y 92 millones antes del inicio de la temporada 2024.

La nueva era: Ridley y Cam Ward

Con tan solo 30 años, Ridley se posiciona ahora como una figura veterana en la ofensiva de los Titans, cuyo núcleo está tomando forma alrededor del joven quarterback Cam Ward, reclutado como la primera selección global del Draft 2025. La conexión entre ambos empieza a florecer, como lo demuestra la jugada con la que Ridley abrió la práctica conjunta ante Atlanta.

“Estamos armando algo. Dormimos en camas distintas, lejos de casa en estas giras de prácticas, no nos sentimos bien, pero lo estamos haciendo funcionar”, comentó Ridley. Su disposición y liderazgo son visibles no solo dentro del campo, sino también fuera de él.

Las heridas del pasado y el espejo de otros

La historia de Calvin Ridley encuentra paralelismos con figuras como Josh Gordon o Antonio Brown, cuyos talentos extraordinarios fueron eclipsados por decisiones fuera del emparrillado. Pero a diferencia de ellos, Ridley parece haber reencontrado el rumbo. “Siempre quise estar aquí. Solo necesitaba sanar”, indicó.

Ridley también ha expresado que desea inspirar a otros atletas que atraviesan crisis similares. “No se trata solo de fútbol. Es salud mental, dolor físico y expectativa constante. Muchos no ven eso,” reflexionó en conferencia de prensa semanas atrás.

Lo que los números dicen

  • 10 touchdowns en su temporada de novato, una cifra récord para los receptores debutantes de los Falcons.
  • 1,374 yardas en 2020, octavo mejor registro de la liga ese año.
  • Dos temporadas consecutivas de más de 1,000 yardas luego de su regreso a la NFL.

Más allá de las estadísticas, Ridley ha demostrado resiliencia y madurez. Su actitud renovada y su química con un quarterback joven son claves para un equipo de Tennessee que viene de una terrible temporada de 3-14 y que ahora busca reinventarse.

El apoyo de un viejo conocido

El actual entrenador principal de los Falcons, Raheem Morris, fue entrenador de receptores del equipo cuando Ridley fue reclutado. Su opinión sigue siendo positiva:

“Fui fan de Calvin Ridley cuando estaba en Atlanta, seguí siéndolo cuando me fui, y lo sigo siendo hoy”.

Ese respaldo dice mucho de la reputación profesional que Ridley mantiene en la liga, a pesar de sus tropiezos.

El futuro inmediato: presión y oportunidad

Los Titans completan esta semana una gira que incluyó prácticas conjuntas con los Buccaneers y ahora con los Falcons. Aunque el equipo cayó 29-7 ante Tampa Bay en el primer juego de pretemporada, los técnicos están optimistas por lo que puede aportar Cam Ward junto a Ridley esta temporada.

“Queremos volver mañana y hacerlo mejor”, dijo Ridley sobre la práctica siguiente. Y es allí donde asoma el verdadero rostro del jugador: luchador, autocrítico y comprometido.

Una historia digna de segunda oportunidad

La NFL ama las historias de redención. El ascenso, la caída y la resurrección de Calvin Ridley son prueba viviente de que el talento no desaparece, pero necesita el entorno correcto para florecer nuevamente.

A diferencia de otros nombres sepultados por el escándalo o abandonados por sus habilidades en declive, Ridley ha logrado reinventarse a tiempo. Su historia no solo inspira, sino que también sirve de ejemplo para franquicias que dudan en ofrecer oportunidades a jugadores con interrogantes extradeportivos.

¿Una última gran temporada?

Con 30 años, Ridley aún tiene combustible para ser protagonista en la NFL. Esta puede ser su última gran ventana para liderar a un equipo ofensivamente. Con Ward en ascenso, un contrato millonario asegurado y una mente enfocada, tiene todos los ingredientes para cerrar el ciclo que un día comenzó en Georgia... y tal vez culminarlo con gloria en Tennessee.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press