Monica Seles y su lucha contra la miastenia gravis: una campeona que sigue inspirando fuera de la cancha

La leyenda del tenis rompe el silencio sobre su diagnóstico y emprende una cruzada por la concienciación

Monica Seles, una de las tenistas más prodigiosas de la historia, ha decidido hablar públicamente sobre una nueva etapa en su vida: su batalla diaria con la miastenia gravis, una enfermedad autoinmune que afecta el sistema neuromuscular.

Durante una entrevista reciente, Seles, ganadora de nueve títulos de Grand Slam y miembro del International Tennis Hall of Fame, compartió por primera vez su diagnóstico, buscando visibilizar la enfermedad, amplificar la conversación en torno a ella y, sobre todo, apoyar a quienes también la enfrentan.

¿Qué es la miastenia gravis?

Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS) de EE. UU., la miastenia gravis (MG) es "una enfermedad neuromuscular crónica que provoca debilidad en los músculos voluntarios", es decir, aquellos que controlamos conscientemente, como los brazos, las piernas, los párpados y los músculos responsables de la respiración y la deglución.

La MG afecta principalmente a mujeres jóvenes menores de 40 años y hombres mayores de 60, aunque puede manifestarse en cualquier etapa de la vida, incluso en la infancia. Según estudios, se estima que su prevalencia mundial es de aproximadamente 14 a 20 casos por cada 100,000 personas, aunque estos números pueden estar subestimados debido a la falta de diagnóstico en muchos países.

El diagnóstico inesperado de Seles

Monica Seles fue diagnosticada hace tres años, pero en sus palabras, "solo ahora estoy lista para hablar de ello en público". Su revelación llega unos días antes del US Open, torneo que marcó importantes momentos en su carrera profesional. Recordando los primeros síntomas, compartió su asombro inicial:

"Me di cuenta de que cuando jugaba al tenis con niños o familiares, empezaba a ver doble. Pensaba: ‘¿Estoy viendo dos pelotas?’ Era algo imposible de ignorar".

“Luego empezó algo tan cotidiano como tratar de secarme el cabello y encontrarlo complicado”, añadió.

Una historia de resiliencia: su vida en "resets"

En el transcurso de su carrera y vida personal, Seles ha enfrentado retos que ha comparado con "reinicios duros". El primero fue al abandonar Yugoslavia a los 13 años para emigrar a Estados Unidos y perseguir su sueño tenístico. El segundo, el salto repentino a la fama al conquistar el Abierto de Francia con solo 16 años, momento que empezó a cambiar brutalmente su vida.

En 1993, sufrió un atentado en Hamburgo, cuando un fanático radical la apuñaló en la espalda durante un partido. El episodio la alejó del tenis durante dos años y marcó un antes y un después en su vida.

“Regresar al US Open en 1995 fue algo indescriptible. El apoyo del público neoyorquino me abrazó emocionalmente. La ovación, el cariño… nunca lo olvidaré”, rememoró.

Viviendo con miastenia gravis: aceptar el nuevo normal

Hoy, con 51 años, Seles se enfrenta a otro "hard reset": una enfermedad que condiciona su cotidianidad. Desde la debilidad muscular en las extremidades, la visión doble o la fatiga al hablar o respirar, hasta el impacto emocional al asimilar un diagnóstico para el que no estaba preparada.

Narró que descubrir que tenía MG fue un shock: “Cuando me diagnosticaron, pensé: ‘¿Qué es esto?’ Nunca lo había oído antes.”

Por ello, ahora se ha aliado con la firma de biotecnología argenx, con sede en Países Bajos, como embajadora de la campaña "Go for Greater", cuyo objetivo es fomentar el conocimiento sobre esta patología poco reconocida.

El valor de hablar: “Ojalá alguien lo hubiera hecho por mí”

Uno de los motivos que impulsaron a Seles a romper el silencio sobre su condición fue el deseo de que otras personas con MG no se sientan solas. "Ojalá alguien como yo hubiera hablado sobre esto antes", dijo, enfatizando la importancia de la visibilidad.

“Sabía que debía hacerlo. Si ayuda a una sola persona a buscar ayuda médica o a entenderse mejor a sí misma, habrá valido la pena”, añadió.

Una tenista que sigue inspirando

Pocas figuras han dejado una huella tan profunda en el tenis femenino como Monica Seles. Con un estilo agresivo, inconfundibles gritos al golpear la bola y una zurda letal, dominó el circuito entre 1990 y 1993, periodo en el que ganó ocho de sus nueve Grand Slams.

Después del atentado, su carrera volvió, pero ya no como la de antes. Aun así, su determinación, su amor por el juego y su entrega nunca se apagaron.
En 2009, su legado fue oficialmente reconocido con su ingreso al Salón Internacional de la Fama del Tenis (International Tennis Hall of Fame).

Campaña de concienciación y empoderamiento

La campaña Go for Greater, que encabeza junto a argenx, no pretende enfocarse solo en los aspectos médicos, sino también en lo psicológico y emocional: cómo encontrar una nueva normalidad, cómo seguir adelante, cómo inspirar.

“Les digo a los jóvenes en mis programas de mentoría: la vida es como la pelota de tenis, siempre bota diferente… tienes que ajustarte. Y eso es lo que hago ahora: ajustar”, sintetizó Seles.

Una voz potente en una enfermedad silenciosa

En un mundo donde aún se estigmatiza la enfermedad crónica y, en particular, las que afectan la salud mental o física de figuras públicas, que una deportista del calibre de Seles alce la voz es un acto de valentía. De hecho, cada vez más figuras deportivas están hablando abiertamente sobre problemas de salud como la depresión (Michael Phelps), el síndrome de Tourette (Tim Howard) o la epilepsia (Florence Griffith-Joyner).

Con su testimonio, Monica Seles se suma a esta ola de normalización de la vulnerabilidad, demostrando que la grandeza no sólo está en vencer en la cancha, sino en vivir con dignidad y autenticidad fuera de ella.

¿Qué podemos aprender de Monica Seles?

  • Escuchar al cuerpo: síntomas como visión doble, debilidad y fatiga recurrente no deben ser desestimados. Busque siempre orientación médica.
  • No estamos solos: aunque se trata de una enfermedad rara, existe una comunidad global de pacientes, especialistas y organizaciones.
  • Inspirar desde la vulnerabilidad: hablar de nuestras batallas fortalece no solo a quien las atraviesa, sino también a quienes están observando en silencio.

Seles ha empezado una nueva etapa de su vida: la de ser portavoz, mentora y símbolo de que, incluso fuera de las pistas, hay muchas formas de seguir luchando por la victoria.

Para saber más acerca de la miastenia gravis o acceder a recursos de apoyo, puede consultar organizaciones como Myasthenia Gravis Foundation of America.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press