Refugio temporal o calabozo inhumano: las alarmantes condiciones de detención de migrantes en Nueva York
Un juez federal ordena reformas urgentes tras denuncias de hacinamiento, suciedad y trato indigno en una sede de ICE en Manhattan
El escenario: 26 Federal Plaza, Nueva York
En el corazón de Manhattan, entre rascacielos, tribunales y oficinas gubernamentales, se encuentra 26 Federal Plaza, un edificio que, más allá de su fachada burocrática, alberga una realidad profundamente alarmante. Allí, en las llamadas “salas de detención temporal” o hold rooms, migrantes detenidos por ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) han denunciado condiciones infrahumanas que finalmente han llevado a la justicia federal a intervenir.
Un llamado judicial urgente
El juez federal Lewis A. Kaplan emitió el martes una orden de restricción temporal ordenando a ICE a:
- Reducir el número de detenidos por sala
- Mejorar la limpieza de las instalaciones
- Proporcionar colchonetas, productos de higiene y acceso adecuado al agua y alimentos
La orden fue el resultado de una demanda presentada por diversas organizaciones de derechos civiles, entre ellas Make the Road New York, la Unión de Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU) y la ACLU, quienes calificaron las condiciones como "inhumanas y horrorosas".
Testimonios que desgarran
El caso de Sergio Barco Mercado, inmigrante peruano que pidió asilo en 2022, desgarró al tribunal. Detenido tras comparecer ante una corte migratoria, fue confinado durante dos días en una sala "extremadamente abarrotada, fría y con olor a aguas residuales", según su declaración jurada. Además, relató que un guardia solo proporcionaba agua "como si fuéramos animales, rociando nuestras bocas con una botella".
López Benítez, otro migrante detenido tras una audiencia, denunció que fue presionado a deportarse voluntariamente con amenazas y mofas. "Me mostraron una foto de mi arresto en su celular mientras se reían de mí por llorar", relató.
Las condiciones documentadas
Un video grabado por un detenido mostró a unas 24 personas durmiendo en el suelo con solo mantas térmicas, sin colchonetas, algunos sin acceso a papel higiénico, jabón, pasta dental o productos menstruales. Los inodoros estaban al aire libre dentro del mismo espacio, lo que agravaba el hedor y la falta de privacidad.
En palabras de la abogada Heather Gregorio: “estamos hablando de seres humanos tratados como cifras descartables”.
La respuesta de ICE y el gobierno
ICE a través de Nancy Zanello, directora asistente del campo de Operaciones de Remoción y Aplicación en Nueva York, declaró que el número máximo de 154 personas permitido por bomberos no está siendo alcanzado y que se están ofreciendo insumos básicos. No obstante, reconoció que 24 personas estaban detenidas en salas diseñadas para menos.
Jeffrey S. Oestericher, abogado gubernamental, concedió que “las condiciones inhumanas no son apropiadas ni deben tolerarse”. Kaplan, en audiencia, fue enfático: "hay una seria amenaza de daño irreparable si no se actúa de inmediato".
Requisitos de la orden judicial
El juez determinó que:
- Cada persona debe tener al menos 50 pies cuadrados (4.6 metros cuadrados)
- Las salas deben limpiarse tres veces al día
- Se debe proveer jabón, toallas, papel higiénico, cepillos y pasta dental, así como productos menstruales suficientes
- Debe garantizarse acceso a llamadas legales confidenciales y no grabadas
¿Qué es una sala “hold room”?
Las hold rooms son espacios no diseñados para detención prolongada, donde se coloca a los migrantes antes de su traslado a centros de detención formales. Pero, como denuncian los abogados, algunos migrantes permanecen durante días o semanas, muy por encima del límite estándar de 72 horas.
ICE aún no ha proporcionado datos oficiales sobre cuántas personas han permanecido más de tres días en 26 Federal Plaza.
Un reflejo de una política migratoria agresiva
Desde 2017, Estados Unidos ha reforzado su política de detención y deportación de inmigrantes. Durante la administración de Donald Trump, edificios como 26 Federal Plaza fueron protagonistas de redadas migratorias y arrestos arbitrarios, como ha documentado el ACLU.
El gobierno actual no ha desmantelado por completo estas prácticas, y muchos activistas afirman que los abusos continúan.
Las repercusiones legales
La orden de Kaplan podría inspirar demandas similares en otras ciudades. Según Human Rights First, los centros de detención temporal en Houston, Chicago y Los Ángeles contienen también condiciones cuestionables.
Además, esta orden impulsa reformas en el protocolo operativo de ICE. Es probable que la agencia tenga que rendir cuentas más estrictas al Congreso y organismos de fiscalización.
La salud mental y física en juego
No se trata solo de condiciones físicas indignas. Los testimonios revelan una erosión clara de la salud mental de los migrantes. El frío constante, la comida, el aislamiento, las burlas y la falta de sueño son tácticas que, para muchos expertos en derechos humanos, equivalen a maltrato psicológico.
Expertos en inmigración como Clara Long de Human Rights Watch afirman: “el trauma migratorio no termina al cruzar la frontera; en muchos casos se intensifica en custodia estadounidense”.
El trasfondo político y social
Este caso no ocurre en el vacío: se da en un país dividido entre visiones totalmente opuestas sobre la inmigración. Para algunos, la deportación es una política de seguridad nacional. Para otros, es una cuestión de racismo estructural disfrazado de legalidad.
El hecho de que 26 Federal Plaza aloje la misma corte de inmigración y el FBI dentro de un solo edificio es una muestra del cruce, a veces peligroso, entre legalidad y coerción. ¿Cómo puede haber imparcialidad judicial en un lugar donde se detiene a testigos y demandantes?
¿Qué viene después para los migrantes?
La orden emitida por el juez Kaplan es provisional. A futuro, podría abrirse un juicio mayor que redefina cómo ICE trata a las personas bajo su custodia. También es posible que el Congreso tome medidas, especialmente si el caso toma relevancia mediática o si ocurren nuevas muertes o filtraciones.
Por ahora, los migrantes que pasen por 26 Federal Plaza deberían experimentar mejoras mínimas. Pero para organizaciones como la NYCLU, eso no es suficiente. Exigen transparencia, auditorías externas y sobre todo, un trato humano que respete la dignidad de quienes buscan una vida mejor en Estados Unidos.
“No pedimos privilegios. Solo pedimos que nos traten como humanos”, dijo uno de los detenidos en su declaración.