Una noche de gigante: José Ramírez entra en la historia de los Guardians con su 27º juego con múltiples jonrones

El dominicano sigue rompiendo récords en Cleveland mientras lleva a su equipo a soñar con los playoffs tras una potente remontada en la temporada

Un bate que inspira respeto

José Ramírez, tercera base estelar de los Cleveland Guardians, volvió a grabar su nombre en los libros de historia con una nueva hazaña que consolida su legado en Grandes Ligas. El pasado martes, ante 21,874 fanáticos en Progressive Field, conectó su 27º juego con múltiples jonrones, estableciendo un nuevo récord de franquicia y dejando atrás a figuras legendarias como Jim Thome y Albert Belle.

El batazo ocurrió en la octava entrada contra los Miami Marlins, cuando Ramírez envió una recta por el jardín derecho, su segundo cuadrangular de la noche. Este batazo solitario selló la victoria 4-3 de los Guardians, que han encontrado en su número 11 un verdadero líder.

Más que estadísticas: un símbolo

Ramírez nació en Baní, República Dominicana, y desde sus 15 años ya soñaba con ser un bateador potente, aunque admitió no contar con el típico poder natural que tienen otros sluggers. "Sabía que quizás no tendría el poder, pero tengo manos rápidas, así que debía aprender a ejecutar", dijo tras el partido. Ha cumplido con creces.

Su histórico home run fue anunciado en el estadio antes del inicio del noveno inning, momento que provocó una ovación de pie por parte de los aficionados. Su manager, Stephen Vogt, no escatimó en elogios: “Siempre sientes que va a responder. Es simplemente especial. Una noche increíble para él y su familia.”

Cifras que hablan de grandeza

  • 27 juegos con múltiples jonrones: nueva marca en la historia de los Cleveland Guardians.
  • 230 jonrones como tercera base con Cleveland: récord de franquicia en esa posición.
  • Más de 275 jonrones y 275 bases robadas: primer tercera base en la historia de MLB en lograrlo.
  • Empata con 27 juegos multihomer en MLB: puesto número 8 en la lista desde 2013, superado solo por superestrellas como Aaron Judge (44).

En una temporada donde ya suma 25 cuadrangulares (13 de ellos con dos outs), Ramírez se ha consolidado como uno de los bateadores ambidiestros más peligrosos de la liga. Su consistencia y capacidad para responder en los momentos más críticos lo han elevado a la categoría de "pieza central" de un equipo que busca dejar atrás años de reconstrucción.

Reconstrucción y resurgimiento: Los Guardians tras la tormenta

El equipo de Cleveland ha mostrado una volcadura impresionante en la temporada. Después de estar con marca de 40-48 tras una racha de 10 derrotas, han logrado un récord de 22-8 desde el 7 de julio, el mejor de toda la Liga Americana en ese periodo. Ahora solo se encuentran a un juego del último puesto de comodín para la postemporada.

Ramírez ha sido pilar en esta recuperación, aportando no solo con batazos, sino como figura dentro del club house. “Es como nuestro papá”, bromeó su compañero Steven Kwan. “Nos está llevando en sus hombros, haciendo lo suyo. Hay jugadores que no logran 54 jonrones en toda su carrera, y él lo ha hecho solo en multijonrones. Es una locura.”

El arte de batear: una lección dominicana

“No es fácil jugar a este nivel,” confesó Ramírez. Y ciertamente, su camino no fue sencillo. Firmado a los 17 años como agente libre por los entonces Cleveland Indians, su físico menudo y su estilo de juego fueron subestimados por muchos. Pero su mentalidad, velocidad de manos y enfoque disciplinado lo fueron transformando.

Entrar en la historia de una franquicia donde jugaron nombres como Thome, Belle, Omar Vizquel y Francisco Lindor no es poca cosa. Ramírez ha superado a todos en su estilo. Su versatilidad como bateador ambidiestro ha sido fundamental para enfrentar a los pitchers más duros de ambas manos.

Momento icónico: el bate sagrado del octavo inning

Todavía no se apagaban los ecos de la primera anotación de Cleveland aquella noche, cuando Ramírez se presentó al plato en el octavo inning. Lo que vino fue un latigazo seco, un lineazo que abandonó el terreno por el jardín derecho. Desde que salió del bate, la multitud lo sabía: era historia pura.

Ese batazo, que significó su segundo de la noche, fue también el que selló la victoria y desató el júbilo en el estadio. Era mucho más que una victoria. Era una consagración.

El impacto regional y latino

José Ramírez se ha convertido en uno de los principales referentes del béisbol latino actual. No solo por sus estadísticas, sino por su ejemplo a miles de jóvenes en la región que sueñan con llegar a MLB. Su historia recuerda que con perseverancia, incluso sin el poder natural de los Giancarlo Stanton o Aaron Judge, se puede construir una carrera llena de gloria.

En República Dominicana lo admiran como a un hijo pródigo que nunca olvida sus raíces. Cada batazo suyo resuena en barrios humildes de Baní, donde los niños ven en él una inspiración tangible.

¿Camino al Salón de la Fama?

Con 31 años y varios logros aún por conquistar, la carrera de José Ramírez podría tomar ese rumbo. Si mantiene este nivel durante cinco o seis temporadas más, sus números lo ubicarán claramente como candidato. A día de hoy, ya posee:

  • Más de 235 jonrones.
  • Más de 250 bases robadas.
  • Más de 1,000 carreras impulsadas.
  • Varias temporadas con OPS por encima de .900.
  • Cinco selecciones al All-Star Game.

Estos números lo acercan al estatus de leyenda en Cleveland y lo pondrán en consideración cuando llegue el momento de escribir su legado definitivo en Cooperstown.

La temporada 2025 aún respira

A pesar de todas las historias, lo cierto es que la campaña de MLB sigue su curso. Cleveland está dando batalla. Las probabilidades de wild card están vivas, y aunque no son favoritos en esta pelea, el empuje de Ramírez puede ser determinante. Pocos jugadores le dan tanta esperanza a una organización como él.

Como dijo el propio José tras el partido: “Lo más importante es ganar. Es la verdadera sensación al final. Todo lo demás es extra.”

Queda por ver hasta dónde puede llevar a los Guardians esta temporada. Pero una cosa está clara: con José Ramírez al mando, no hay que subestimar a Cleveland.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press