La caza del oso negro en Florida: ¿gestión de fauna o violencia innecesaria?
El regreso de la caza del oso negro en Florida provoca una intensa polémica entre ecologistas, residentes y autoridades estatales ante el crecimiento de la población de estos animales
Una medida polémica: vuelve la caza del oso negro en Florida
El estado de Florida se prepara para reinstaurar una práctica altamente controversial: la caza del oso negro. Luego de casi una década sin autorizarse, la Comisión de Pesca y Vida Silvestre de Florida (FWC, por sus siglas en inglés) aprobó de forma unánime una nueva temporada de caza para diciembre de 2025. La medida ha provocado un intenso debate entre quienes la consideran una herramienta necesaria para el control de la fauna y quienes la ven como una acción cruel y anacrónica.¿Por qué vuelve la caza del oso negro?
Según cifras oficiales, la población de osos negros en Florida ronda los 4,000 ejemplares, principalmente distribuidos en áreas del norte y centro del estado. La Comisión argumenta que el incremento de interacciones entre osos y humanos —muchas de ellas en zonas residenciales urbanizadas— es una señal de advertencia. "Las decisiones se toman en base a la ciencia", defendió el presidente de la Comisión, Rodney Barreto. Sin embargo, los críticos de la medida cuestionan esta justificación."No todos los cazadores apoyan esta caza. Deseamos ver la naturaleza en equilibrio", dijo Lauren Jorgensen, dueña de un rancho en el condado de Suwannee.
El precedente de 2015: una caza descontrolada
Florida ya vivió una experiencia crítica en 2015 cuando se permitió la caza del oso negro por primera vez en más de 20 años. En tan solo dos días, más de 300 osos fueron abatidos, incluyendo al menos 38 osas que amamantaban crías. La indignación pública llevó a una rápida suspensión de la temporada. A pesar de que la nueva normativa pretende ser más estricta, muchas organizaciones ambientalistas temen una repetición del mismo escenario caótico."Esta decisión refleja presión política, no necesidad ecológica ni voluntad popular", afirmó Susannah Randolph, directora del capítulo en Florida del Sierra Club.
¿Qué dice la nueva normativa?
La nueva regla establece una serie de restricciones para evitar lo ocurrido en 2015:- Solo se otorgarán 187 permisos, decididos por sorteo aleatorio.
- Cada cazador podrá abatir un solo oso.
- Prohibido matar hembras con crías y oseznos.
- Solo se permitirá la caza en regiones donde la población de osos justifique la medida.
- Los permisos costarán $100 para residentes de Florida y $300 para no residentes.
La crítica ecologista: el problema no es el oso, sino la expansión humana
Uno de los argumentos más sólidos de los activistas contrarios a esta medida es que el verdadero problema no es el crecimiento de la población de osos, sino la invasión progresiva del hábitat por humanos. Florida es uno de los estados de mayor crecimiento demográfico de EE.UU. y las zonas antes salvajes se están urbanizando a toda prisa."El desarrollo desenfrenado ha desplazado a muchos animales salvajes. No podemos culpar a los osos por aparecer donde antes fue su territorio", señaló Janet McAllister del grupo Conservación Florida.
Interacciones con humanos: ¿riesgo real o narrativa alarmista?
Ottice Amison, comisionado del condado de Franklin, habló del creciente número de avistamientos de osos en porches, basureros y parques infantiles. Es un punto que preocupa a muchos residentes locales, incluso si los ataques son extremadamente raros. De hecho, Florida solo ha registrado un ataque mortal de oso negro en su historia reciente: el de Robert Markel, de 89 años, y su perro en mayo, en una zona rural del condado de Collier.¿Caza con perros y cebo? El debate sobre las técnicas
A pesar de las restricciones introducidas, la normativa futura permitiría el uso de hasta seis perros por cazador, así como el uso de estaciones de alimentación para atraer osos en tierras privadas. Además, se permitirán programas de "cosecha de osos" en propiedades privadas de más de 5,000 acres (2,023 hectáreas). En estos terrenos, los propietarios podrán permitir la caza usando cebo. También estará habilitada la caza con arco, bajo reglas similares a la caza de ciervos. Los grupos ecologistas argumentan que estas prácticas son peligrosas, no selectivas y fomentan el sufrimiento animal innecesario.El foco mediático y la presión política
Los detractores de la nueva normativa sostienen que esta acción responde más a intereses políticos y presión de grupos de caza que a una verdadera necesidad ecológica. La FWC ha recibido múltiples peticiones públicas, con más de 160 participantes asistiendo a la última audiencia en la ciudad de Havana, muchos de ellos en firme oposición. Algunos medios locales también han cuestionado la transparencia y el momento de esta decisión, particularmente cuando otras estrategias —como asegurar basureros a prueba de osos o implementar protocolos de seguridad en comunidades cercanas a zonas silvestres— no han sido del todo exploradas.Comparación con otros estados
Florida es uno de los pocos estados con una población significativa de osos negros que no contaba con una temporada de caza activa. En estados como Carolina del Norte o Georgia, la caza del oso está regulada pero permitida, aunque en condiciones controladas. No obstante, estos estados también han invertido significativamente en educación ambiental, gestión de residuos y programas para reducir los conflictos entre osos y humanos, un punto que los críticos mantienen ausente en el enfoque de Florida.¿Qué alternativas existen?
Diversos grupos ambientalistas proponen soluciones no letales para el supuesto problema de sobrepoblación de osos:- Sistemas de contención de residuos adaptados al paso de fauna.
- Campañas educativas sobre convivencia entre humanos y osos.
- Mayor protección y expansión de zonas naturales para reducir la presión urbana.
- Control reproductivo mediante métodos éticos.
Reflexión: ¿quién define el "equilibrio" en la vida silvestre?
El regreso de la caza del oso negro plantea una pregunta profunda sobre la relación del ser humano con la naturaleza: ¿tenemos derecho a manipular poblaciones animales cuando los conflictos surgen por nuestras propias acciones? La ciencia puede ofrecer datos poblacionales, pero la ética y la sostenibilidad deben formar parte de las decisiones públicas. Florida puede estar a punto de repetir errores del pasado. En lugar de una solución a largo plazo, la caza parece una respuesta simplista a un problema complejo: el de la coexistencia entre expansión humana y biodiversidad. Como afirmó Glenn Harris, presidente de Race Forward, hablando en otro contexto pero con sabias palabras que aplican aquí también:“Está claro que las luchas por la justicia ambiental y la vida salvaje estarán con nosotros por un tiempo. Necesitamos instituciones duraderas y estrategias responsables”El oso negro, una especie emblemática del sureste estadounidense, merece un futuro construido por la razón, el respeto y no por el gatillo fácil.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press