¿Debería Roblox cerrarse? El oscuro dilema detrás del juego favorito de millones de niños
Una mirada crítica a las recientes demandas e investigaciones contra la plataforma de juegos Roblox y su impacto en la seguridad infantil
Roblox en el ojo del huracán legal
La plataforma de videojuegos en línea Roblox ha sido objeto de intensas críticas en los últimos meses. Con más de 111 millones de usuarios activos mensuales, muchos de ellos menores de edad, su popularidad ha venido acompañada de una creciente preocupación por la seguridad infantil. La situación se ha tornado aún más tensa con la reciente demanda presentada por Liz Murrill, Fiscal General de Luisiana, quien alega que el videojuego “facilita un entorno donde los depredadores sexuales prosperan, se reúnen, cazan y victimizan a los niños”.
Estas declaraciones han desatado un intenso debate sobre la responsabilidad de las plataformas digitales en la protección de menores. En esta análisis, exploraremos los antecedentes de Roblox, sus medidas de seguridad, los casos más graves reportados y lo que podría deparar el futuro para una de las comunidades de juego más masivas del planeta.
El atractivo infinito de Roblox
Creado en 2006, Roblox se describía inicialmente como una plataforma de creación de juegos. Más que un videojuego, es un metaverso minimalista donde los usuarios pueden diseñar, jugar y monetizar sus propios mundos virtuales. Esta propuesta ha captado una audiencia infantojuvenil masiva.
El auge fue evidente durante la pandemia: en el primer trimestre de 2021, los ingresos alcanzaron los $387 millones de dólares, según reportes financieros de la empresa. Y mientras los niños jugaban, los inversores festejaban: tras debutar en la bolsa en marzo de 2021 con una valoración de $41 mil millones, Roblox se consolidó como uno de los gigantes del entretenimiento digital.
Cuando la fantasía se convierte en pesadilla
Sin embargo, tras ese mundo de bloques y colores, emergen sombras cada vez más difíciles de ignorar. La demanda presentada por el estado de Luisiana no es un caso aislado.
En Iowa, se presentó otra demanda el mes pasado, después de que una niña de 13 años fuera contactada a través de Roblox por un adulto que la secuestró y la traficó por varios estados. Similarmente, el condado de Livingston, también en Luisiana, ha reportado múltiples investigaciones criminales relacionadas con la plataforma. En uno de los casos más inquietantes, un adulto utilizó tecnología para alterar su voz y hacerse pasar por una joven, con el fin de comunicarse con menores.
Estas situaciones encendieron las alertas entre padres, fiscales y asociaciones civiles. Para muchos, lo preocupante no es solo la presencia de estos criminales, sino la falta de filtros adecuados por parte de la empresa para impedir su acceso.
¿Qué hace (o no hace) Roblox para proteger a los niños?
Oficialmente, la empresa asegura aplicar una política de cero tolerancia frente a la explotación infantil, así como filtros que impiden compartir imágenes, videos o datos personales dentro del chat. No obstante, la realidad demuestra que estas medidas pueden ser fácilmente evadidas.
Además, no hay una verificación de edad rigurosa para crear cuentas. Aunque han empezado a probar un sistema que exige a los adolescentes (13-17 años) enviar una selfie en video para activar funciones de chat extendidas, esta opción aún se encuentra “en fase de prueba”.
En defensa propia, Roblox anunció en agosto de 2025 que implementó un sistema de inteligencia artificial para detectar lenguaje sexualmente explotador, lo cual derivó en más de 1,200 reportes de posibles incidentes al Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) en los primeros seis meses del año.
Pero para Murrill, estas acciones llegan demasiado tarde. “Roblox prioriza su crecimiento y ganancias por encima de la seguridad de los niños”, sostuvo al presentar la demanda.
Una utopía ingenua: la cultura Roblox
Millones de niños en todo el mundo ven Roblox como más que un videojuego: es un espacio donde pueden expresarse, aprender a programar, compartir con amigos y formar parte de una comunidad creativa. Eventos como los Roblox Developer Conferences o conciertos virtuales con artistas como Lil Nas X o The Chainsmokers han reforzado esa imagen de innovación y libertad.
Sin embargo, esa misma naturaleza abierta ha facilitado un ecosistema difícil de controlar. Los creadores independientes pueden subir mundos virtuales con escasa o ninguna supervisión previa. Y si bien Roblox emplea moderadores humanos, el volumen de contenido generado diariamente (más de 40 millones de experiencias activas) convierte la moderación en una batalla cuesta arriba.
¿La industria del videojuego como corresponsable?
Este caso pone sobre la mesa una discusión más amplia: ¿tienen las empresas tecnológicas la responsabilidad legal de proteger a sus usuarios menores de forma proactiva? Y más aún, ¿deberían responder penal o civilmente cuando fallan en hacerlo?
En años recientes, otros gigantes como Meta, Snapchat y TikTok también han sido criticados por permitir -o no evitar- situaciones de explotación y grooming digital. A veces, el problema no es que se haga “lo mínimo”, sino que las soluciones llegan como reacción a una tragedia y no como prevención.
Como destaca la abogada y activista digital Maria McNamara: “No podemos permitir que plataformas con acceso a millones de menores operen sin los mismos estándares de seguridad que aplicamos a su mundo físico”.
¿Cerrar la plataforma? Una medida extrema
La posición de la fiscal Murrill es clara: Roblox debería ser cerrada. Pero esta solución extrema plantea dilemas también enormes.
- ¿Qué pasa con la libertad digital de los millones de niños que usan responsablemente la plataforma?
- ¿Y con los desarrolladores jóvenes que generan ingresos creando juegos dentro del ecosistema Roblox?
- ¿Quién define un estándar aceptable de seguridad digital y cómo se aplica globalmente?
Algunos expertos en derecho digital argumentan que cerrar Roblox extrapola un problema puntual a toda una comunidad global. Others, como la psicóloga infantil Andrea Nuñez, afirman: “Cuando proteger la vida y bienestar de un niño entra en conflicto con un modelo de negocio, la elección debería ser clara. Primero los niños, luego los dividendos.”
Mirando hacia el futuro: ¿regulación o autogestión?
Sea cual sea el desenlace legal, está claro que Roblox y plataformas similares ya no pueden funcionar sin una estructura de regulación más sofisticada.
Algunos posibles pasos adelante incluyen:
- Obligatoriedad de verificación biométrica para usuarios menores de edad.
- Mayor supervisión externa y regulaciones globales estandarizadas sobre plataformas de contenido generado por usuarios.
- Transparencia total respecto a sus herramientas de seguridad, IA y mecanismos de moderación.
- Participación activa de los padres como monitores, no solo consumidores pasivos.
Y nosotros como sociedad debemos hacernos la pregunta más inquietante: ¿Estamos dispuestos a pagar el precio de la innovación digital con la seguridad de nuestros hijos?
El debate continúa y las voces a favor y en contra son muchas, pero el foco debe centrarse en una verdad inapelable: la infancia no puede negociarse. La responsabilidad no pertenece solo a Roblox, sino también a legisladores, tutores y usuarios. El metaverso ha llegado, pero aún tenemos que decidir bajo qué reglas queremos habitarlo.