Edison y Ford: Los genios que iluminaron Florida y revolucionaron el invierno estadounidense

De vacaciones entre palmas a pioneros del desarrollo industrial: una mirada divertida y profunda a cómo Thomas Edison y Henry Ford convirtieron Fort Myers en su laboratorio tropical secreto

Dos gigantes, una ciudad soleada

Cuando pensamos en Thomas Edison, probablemente imaginamos bombillas incandescentes en un laboratorio polvoriento de Nueva Jersey. Y si pensamos en Henry Ford, lo vemos entre engranajes y líneas de producción revolucionando la movilidad. Pero pocos saben que estos dos íconos estadounidenses compartieron algo más que genio: compartieron vacaciones, amistad y descubrimientos científicos desde una apacible ciudad en el suroeste de Florida.

Fort Myers no siempre fue un destino turístico. A fines del siglo XIX era un asentamiento de agricultores modestos en lo que fue un antiguo fuerte militar. Sin embargo, el lugar se convertiría en un ícono del “snowbirding”, esa migración anual de ricos norteños que huyen del frío para gozar del sol en la península de Florida. Pero Edison y Ford no estaban en busca solo de vitamina D: buscaban innovación.

La llegada de Edison: luces sobre el río Caloosahatchee

En 1885, un médico recomendó a Thomas Edison buscar un clima más cálido para preservar su salud. Así fue como descubrió Fort Myers. Encantado, Edison compró un terreno frente al río Caloosahatchee y al año siguiente construyó lo que sería conocido como Seminole Lodge.

Según Isaac Hunter, historiador de las propiedades Edison y Ford, Edison instaló su propio generador frente a la casa apenas la construyó: “El pueblo entero —unas 350 personas— se acercó para mirar cómo se encendían las luces por primera vez”. No electrificó toda la ciudad, pero plantó la semilla del apetito eléctrico.

La aparición de Henry Ford: de admirador a vecino

Ford conoció profesionalmente la figura de Edison mucho antes de conocerlo en persona. Trabajó como ingeniero en la Compañía Edison Illuminating en Detroit en 1891. Aunque sus caminos no se cruzaron directamente, Ford idolatraba a Edison.

El tan esperado encuentro se dio en 1896 durante una convención de científicos e inventores. “Ese fue el momento en que se encendió una amistad que eventualmente los transformaría en vecinos”, señala Hunter.

En 1916, Ford compró la propiedad contigua al Seminole Lodge. Juntos, Edison y Ford —a veces acompañados del naturalista John Burroughs y el empresario de neumáticos Harvey Firestone— crearon un célebre club informal: los Vagabundos.

Vagabundos por placer... e innovación

Los paseos que emprendían los Vagabundos podrían verse como las primeras versiones de los “road trips” modernos. Ford ponía los autos (Model T), Firestone las llantas, Edison las linternas e ingenios portátiles... y todos ponían ideas sobre la mesa.

Este cuarteto no solo exploraba bosques y pantanos, también conversaban sobre cómo hacer autos más eficientes, cómo encontrar fuentes internas de materias primas y cómo potenciar la industria estadounidense.

“Uno de los grandes objetivos de estas expediciones era encontrar una fuente local de caucho”, explica Hunter. “No querían depender de Asia o Sudamérica para conseguir látex”.

El laboratorio botánico de Edison: la ciencia florece en Florida

En 1927, Edison inauguró el Laboratorio de Investigación Botánica Edison. Junto a Ford y Firestone, experimentó con más de 17,000 especies vegetales distintas en busca de una alternativa rentable y eficiente al caucho tradicional.

  • ¿El resultado más exitoso? La solidago o goldenrod, una planta silvestre común en Estados Unidos que, al ser manipulada genéticamente por Edison, comenzó a producir un alto contenido de látex natural.
  • El objetivo era que los granjeros estadounidenses pudieran cultivarla en masa para afrontar la escasez de caucho generada por la Primera Guerra Mundial.

Sin embargo, Edison falleció en 1931 y el laboratorio cerró poco después. Para entonces, la industria ya apostaba por el caucho sintético derivado del petróleo, más barato y fácil de producir.

Amigos hasta el final: la historia detrás de las propiedades

En 1947, Mina Edison, viuda de Thomas, donó su casa al municipio de Fort Myers por 1 dólar simbólico. La condición: que se transformara en un museo para el público. La propiedad fue restaurada, y hoy recibe más de 250,000 visitantes anualmente.

Por su parte, la casa de Ford fue comprada por el gobierno de la ciudad en 1988, después de haber pasado por varios propietarios privados. Hoy en día, ambas casas forman el complejo turístico “Edison and Ford Winter Estates”.

“Estas propiedades no solo son monumentos históricos, son pruebas vivas de la amistad, la curiosidad científica y el deseo de mejorar el mundo”, dice Lisa Wilson, directora de mercadeo del complejo.

¿Eran vacaciones o laboratorios tropicales?

Lejos de la imagen de ricos descansando en sillas de playa, Edison y Ford en realidad seguían trabajando durante sus inviernos en Florida. A través de sus sesiones científicas hasta reuniones improvisadas sobre finanzas e industria automotriz, transformaron el concepto tradicional de “retiro vacacional”.

“Tenían una ética de trabajo increíble. Incluso cuando estaban ‘de vacaciones’, estaban inventando, escribiendo, diseñando”, comenta Wilson.

Un modelo para otros empresarios

Su ejemplo inspiró a otros grandes nombres de su época. Florida se convirtió en un enclave de retiro y pensamiento para empresarios innovadores. Además, fortalecieron el turismo en la región mucho antes de que llegaran las hordas de spring breakers y parques de diversiones.

La presencia de Edison y Ford posicionó a Fort Myers como una ciudad pionera tanto en turismo de invierno como en consultoría tecnológica temprana.

Hoy, un legado lleno de luz (literal)

La propiedad restaurada incluye:

  • Un museo con más de 200,000 objetos históricos, incluyendo inventos originales de Edison.
  • Un jardín botánico con especies utilizadas en el Laboratorio de Investigación de Caucho.
  • El propio laboratorio donde Edison trabajó con goldenrod.
  • Actividades educativas para escuelas y programas de ciencia juvenil.

Y todo esto comenzó porque un médico recomendó “un clima cálido”.

Edison y Ford, los primeros snowbirds con propósito

Hoy, millones de estadounidenses siguen el modelo que ellos comenzaron: escapan del invierno hacia Florida. Sin embargo, pocos usan su tiempo para experimentar con energía, automóviles o botánica. Y es que Edison y Ford no venían simplemente a evitar el frío. Venían a calentarse en ideas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press