Wrexham y el reto de sobrevivir en el Championship: De Hollywood al campo de batalla
Con Ryan Reynolds y Rob McElhenney como propietarios y un ascenso meteórico, ¿será suficiente el glamur para mantenerse en una de las ligas más brutales del fútbol inglés?
Un ascenso que parece un guion de cine
La historia del Wrexham AFC es algo que solo se podría haber escrito en un guion de película... Y justo eso sucedió. Desde que los actores Ryan Reynolds y Rob McElhenney adquirieron el tradicional club galés en noviembre de 2020, la narrativa ha oscilado entre lo sentimental y lo épico, pasando por la comedia y el dramatismo. Tras tres ascensos consecutivos, Wrexham volvió al Championship por primera vez en 43 años, posicionándose a solo un peldaño de la Premier League.
Sin embargo, el panorama actual del club demuestra que el fútbol no siempre sigue la lógica cinematográfica. Tras una segunda derrota consecutiva —esta vez por 3-2 frente a West Bromwich Albion—, el equipo sigue sin sumar puntos en la tabla, despertando preguntas sobre su capacidad real para competir en una de las ligas más duras del mundo.
La magia de Hollywood y el muro del Championship
Lo que Rob y Ryan han conseguido va más allá del entretenimiento. Han llevado al Wrexham a convertirse en un fenómeno global, gracias a la popular serie documental Welcome to Wrexham, transmitida por Disney+. El club, que milita en la ciudad más antigua de Gales, pasó de partidas ante equipos semiprofesionales a recibir cobertura internacional.
Pero la Championship es dura, cruenta e implacable. Es considerada la liga más competitiva del fútbol inglés, e incluso mundial. En ella compiten equipos que hace pocos años estaban en la Premier League, con presupuestos millonarios, aficiones masivas y estructuras institucionales consolidadas.
El periodista británico Michael Cox la describió alguna vez como “una guerra de trincheras en la que cada punto cuesta sangre”. Y en esa guerra, Wrexham está sintiendo los disparos del rival.
Un comienzo áspero: derrotas e incertidumbre
El debut en la temporada fue con una derrota por 2-1 ante Southampton, equipo recién descendido de la Premier League. Lo doloroso fue la forma: dos goles recibidos en los últimos diez minutos, evidenciando fragilidad mental y física.
El segundo partido, en casa y ante la presencia de sus dueños famosos, fue aún más revelador. Aunque hubo destellos de calidad y personalidad, West Brom demostró oficio. Un doblete de Isaac Price y un tanto de Jed Wallace fueron suficientes para opacar los goles de Lewis O’Brien y Sam Smith.
McElhenney, al final del encuentro, fue captado por las cámaras murmurando algo a Reynolds. La lectura de labios es incierta, pero el gesto de frustración fue claro.
Nathan Broadhead: ¿la solución ofensiva?
Una de las bazas más claras de Wrexham para salir del pozo parece ser Nathan Broadhead. El extremo, fichado desde Ipswich esta misma semana en una operación que podría alcanzar los 10 millones de libras —la compra más cara en la historia del club—, debutó al reemplazar al lesionado Josh Windass.
Pero Broadhead necesita tiempo y ritmo. La Championship es un escenario brutal para adaptaciones rápidas. Aun así, su velocidad, regate y llegada al área lo convierten en una promesa ilusionante.
El desafío económico y deportivo
Wrexham ha invertido más que muchos clubes en la segunda división, respaldado por sus dueños multimillonarios. Pero eso no garantiza el éxito. La masa salarial no lo es todo, y la experiencia en este tipo de torneos marca la diferencia.
Clubes como Sunderland, Leeds United y Southampton —también presentes esta temporada en Championship— saben lo que es la exigencia del tercer y segundo nivel, con estructuras ambiciosas y objetivos claros de ascenso inmediato. La lucha es feroz.
Estrellas no nacidas del fútbol
Una peculiaridad del Wrexham actual es que su iconografía no está solo sobre el césped. El merchandising se vende globalmente, las camisetas se ven en Japón, México o Estados Unidos... incluso más que las del Borussia Dortmund o el Inter de Milán, según cifras de Statista para julio de 2023.
Ryan Reynolds y Rob McElhenney han logrado que el club tenga más de 1.6 millones de seguidores en redes sociales, cifras que superan ampliamente a clubes consolidados de la liga. Ese tipo de visibilidad abre puertas, pero también eleva las expectativas.
¿Puede Wrexham mantenerse?
Este es el dilema: Wrexham puede mantenerse, pero necesitará ajustes. El técnico Phil Parkinson, quien ha estado en el club desde 2021, tiene experiencia, pero también enfrenta su reto más importante hasta ahora. La adaptabilidad táctica y mental será vital.
El fixture venidero no es sencillo. Wrexham deberá medirse a equipos como Norwich City, Leeds y Coventry en el próximo mes, lo que pondrá a prueba su profundidad de plantilla.
¿Y si descienden?
Descender sería un golpe, pero no el fin. La naturaleza de este proyecto evita pensar en el peor escenario como un fracaso total. La estructura planeada por los actores incluye desarrollo de infraestructura, academias, formación de talentos locales y una visión empresarial a largo plazo.
De hecho, parte del guion de Welcome to Wrexham muestra a McElhenney analizando modelos de clubes como el RB Leipzig o el Girona, cuya base está en la sostenibilidad deportiva.
Lo que dice la afición
En foros como RedPassion o en comunidades de Reddit dedicadas al club, la impresión general es de paciencia. “El objetivo este año no es ascender, es no descender”, escribió un usuario. “Prefiero ser colero con alma que títere de la Premier”, fue otro de los comentarios más votados.
Wrexham ya ganó el corazón del fútbol por su historia. Ahora, le queda ganar puntos en la tabla.
El show debe continuar
Como dijeron los propios actores en una entrevista con The Athletic: “Queremos que este club sea algo que trascienda. Lo compramos por amor, no por capricho”. Y aunque el fútbol no entiende de amores cuando el descenso acecha, algo es claro: el Wrexham de Reynolds y McElhenney no es un experimento pasajero.
La temporada está empezando, y en el Racecourse Ground aún se respira fe. Porque, al final del día, no hay mejor historia que la del que lucha contra todo pronóstico.