El amor musulmán en EE. UU.: entre la tradición, las apps y una búsqueda con identidad propia
Una mirada profunda y entretenida al mundo del emparejamiento musulmán en América, desde realities en Hulu hasta historias reales de amor, balance religioso y diferencias culturales.
Una nueva narrativa amorosa para los musulmanes en EE. UU.
¿Puede un reality show cambiar la percepción sobre el amor en comunidades musulmanas estadounidenses? Según Yasmin Elhady, una de las protagonistas de Muslim Matchmaker en Hulu, la respuesta es un rotundo sí. Este nuevo programa combina humor, lágrimas y cuestiones existenciales mientras sigue a varios musulmanes en su búsqueda del amor halál en Estados Unidos, un país donde la diversidad cultural y espiritual entre musulmanes es tan amplia como sus geografías.Historias reales: cuando el amor se encuentra en línea
La abogada y escritora Nura Maznavi, una romántica empedernida y coeditora de varias obras literarias centradas en relaciones musulmanas, relata cómo conoció a su esposo en Match.com hace más de una década. En ese entonces, cuenta entre risas, el uso de plataformas de citas era tan tabú que “sentirse como una perdedora” era parte del paquete emocional. Pero los tiempos han cambiado. Ahora, el alcalde musulmán de Nueva York, Zohran Mamdani, conoció a su esposa en Hinge, y lejos de juzgarlo, se ha convertido en un modelo aspiracional: “Él y su esposa son tan elegantes, tan ‘chic’ de Nueva York”, dice Maznavi.¿Dónde están todos los solteros musulmanes?
La matchmaker Hoda Abrahim lo resume bien: “No vas al gimnasio y encuentras potenciales cónyuges musulmanes a tu alrededor”. La realidad es que la comunidad musulmana en EE. UU. está relativamente dispersa, lo cual representa un reto logístico y emocional para quienes desean encontrar pareja. Esta dispersión ha llevado a muchos a confiar en métodos modernos de búsqueda, como aplicaciones específicas para musulmanes —MuzMatch, Salams, Minder— además de plataformas más generales como Bumble o Hinge. A su vez, existen eventos presenciales y espacios comunitarios organizados por mezquitas para facilitar el encuentro.Reality con reglas: ¿cómo funciona Muslim Matchmaker?
La serie presenta un método llamado “Regla de tres”:- Tres encuentros presenciales
- En un periodo de tres meses
- 300 preguntas de compatibilidad
“Obviamente la gente practica el Islam en diferentes niveles”, defiende Abrahim ante las críticas. “No estamos normalizando lo haram, solo reconociendo la realidad”.
El equilibrio difícil entre fe y vida social
Uno de los retos que enfrentan quienes buscan pareja es encontrar ese punto medio entre la práctica religiosa y el disfrute de la vida moderna. Como explica una joven participante del programa: “Quiero alguien que salga, que disfrute, pero que siga los principios del Islam. Alguien que me ayude a crecer espiritualmente”. Otros participantes también son explícitos sobre lo que buscan: algunos prefieren pareja con hijab; otros no lo consideran un requisito. Lo que sí comparten es el anhelo de autenticidad y sentido. Según el Pew Research Center (2023-2024), el 60% de los musulmanes adultos en EE. UU. consideran la religión como “muy importante” en sus vidas, un número muy similar al porcentaje registrado entre cristianos estadounidenses (55%).¿Citas o cortejo?
Un punto especialmente conflictuado dentro de las comunidades musulmanas es el uso del término “dating”. Muchos prefieren “cortejo”, ya que el primero asocia prácticas físicas no permitidas en la religión antes del matrimonio.“La gente tiene que encontrarse y conocerse, pero sin cruzar ciertos límites”, dice Kaiser Aslam, capellán musulmán en Rutgers University.Aslam ofrece estrategias prácticas: reuniones en lugares públicos, con chaperones o familiares presentes y conversaciones con intenciones claras para no cruzar la frontera de la intimidad prematrimonial.
Cuando la cultura entra en juego
La diversidad cultural dentro del islam estadounidense es vasta: árabes, africanos, afroamericanos, surasiáticos, latinos y convertidos conviven bajo un mismo paraguas religioso. Esta pluralidad puede enriquecer pero también complicar las relaciones. El temor de muchos padres a que sus hijos “abandonen la cultura” puede ser un obstáculo. En palabras del propio Aslam:“Algunos argumentos culturales tienen raíces racistas. No son religiosos, aunque se disfracen como tal. Tenemos que desenmascararlo”.La propia Tahirah Nailah Dean, abogada y escritora de origen afro-latina, ha enfrentado situaciones donde potenciales parejas la descartaban por no pertenecer a sus etnias específicas. Aunque las barreras raciales no son exclusivas de la comunidad musulmana, están presentes de forma dolorosa.
El moderno camino al ‘felices por siempre’
Dean se casó a los 30 años tras múltiples recorridos en apps, cortejos comunitarios y experiencias frustrantes. Luego del divorcio, ha regresado a esa búsqueda, esta vez con mayor claridad emocional. “Yo he probado de todo: desde las apps hasta el voluntariado en mezquitas. Incluso pedí ‘citas a ciegas’ a mis amigos”, comparte. En este panorama, el papel del amor sigue siendo central. “El deseo de enamorarse profundamente —dice Yasmin Elhady— está presente en todos, musulmanes o no. Pero hacerlo en esta era moderna es complicado”.¿Qué nos enseña ‘Muslim Matchmaker’?
Más allá de retratar citas y nerviosismo, la serie abre conversaciones necesarias: cómo definen los musulmanes el amor, qué tan importante es la práctica religiosa, y cómo sortear la multiplicidad de influencias culturales. En una era donde las conexiones son digitales, los valores tradicionales tienen nuevas traducciones. El fenómeno de buscar pareja se convierte así en un espejo de quiénes son realmente los musulmanes estadounidenses: diversos, modernos, conscientes y llenos de matices. Y en ese espejo, tal vez, también otros encuentren reflejos de sus propias historias de amor.‘Muslim Matchmaker’ está disponible actualmente en Hulu y se ha convertido en punto de referencia para miles de musulmanes —y no musulmanes— que ven el amor como una búsqueda tan espiritual como humana.
Este artículo fue redactado con información de Associated Press