Israel en crisis: protestas, rehenes y una guerra que no cesa
Mientras los familiares de rehenes paralizan el país con huelgas y bloqueos, el gobierno israelí sigue adelante con su ofensiva en Gaza
Una nación dividida y paralizada
Este domingo, Israel fue epicentro de una protesta masiva protagonizada por familiares de los rehenes capturados por Hamás en Gaza. Bajo el lema “No ganamos una guerra sobre los cuerpos de los rehenes”, miles bloquearon carreteras y cerraron negocios en una huelga que desafía directamente al gobierno de Benjamin Netanyahu.
El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, organizador de la protesta, apunta a una sola exigencia: un acuerdo que permita el retorno de los aproximadamente 50 rehenes aún retenidos. Se estima que sólo 20 de ellos continúan con vida, una cifra que agrava la urgencia de la situación.
Una huelga sin precedentes recientes en Israel
Aunque la poderosa agrupación sindical Histadrut no se unió oficialmente, muchas empresas y municipios lo hicieron por decisión individual. El carácter nacional e intersectorial del paro sorprendió, considerando la disciplina laboral habitual en el país.
"Hoy, detenemos todo para salvar y traer de vuelta a los rehenes y soldados", declaró Anat Angrest, madre del cautivo Matan Angrest, en medio de las protestas. "Hoy, detenemos todo para recordar el valor supremo de la santidad de la vida".
La presión sobre Netanyahu: ¿decisión moral o cálculo político?
El dilema del primer ministro Benjamin Netanyahu es más que táctico: enfrenta divisiones internas en su coalición. Su ala ultraderechista amenaza con derribar el gobierno si se concreta un acuerdo que mantenga a Hamás en el poder.
La última tregua, que condujo a la liberación de algunos rehenes en noviembre de 2023, estuvo a punto de colapsar la alianza gobernante. Hoy, los fantasmas reaparecen.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha atacado duramente las protestas, calificándolas como “una campaña dañina que juega a favor de Hamás”, acusándola de querer "enterrar a los rehenes en los túneles".
El contexto humanitario: Gaza al borde del colapso
Mientras en Israel se exige una solución, en Gaza las condiciones humanitarias se deterioran dramáticamente. La ONU alerta que los niveles de hambruna y malnutrición son los más altos desde el inicio de la guerra.
Desde que Israel impuso un bloqueo total en marzo tras la ruptura del alto el fuego, la ayuda humanitaria ha llegado con cuentagotas. Aunque las entregas han retomado lentamente, las ONG denuncian que se "politiza la ayuda como herramienta de presión".
COGAT, la oficina militar que coordina la ayuda a Gaza, anunció este domingo que permitirá la importación de tiendas de campaña para desplazados, anticipando nuevas evacuaciones en zonas que serán escenario de ofensivas.
La ofensiva en Gaza y su devastadora cifra humana
Desde octubre de 2023, el conflicto ha dejado una estela de muerte: según el Ministerio de Salud gazatí, 61,897 personas han muerto por la ofensiva israelí, cerca del 50% mujeres y niños. El órgano está dirigido por la administración de Hamás, pero las cifras son consideradas fiables por expertos independientes y la ONU.
El ataque liderado por Hamás en 2023, que desató la guerra, cobró la vida de alrededor de 1,200 personas en Israel, en su mayoría civiles. Desde entonces, el país juró “destruir a Hamás completamente”, una promesa que se cumple con incursiones aéreas y terrestres que han arrasado gran parte del enclave costero.
Ataques en Yemen: una nueva dimensión del conflicto
La guerra también ha escalado geográficamente. Este fin de semana, Israel bombardeó una planta de energía en Yemen, zona controlada por los hutíes, respaldados por Irán. El objetivo, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), eran infraestructuras utilizadas para lanzar misiles hacia su territorio.
La cadena Al-Masirah confirmó los ataques y reportó que la planta quedó fuera de servicio tras ser incendiada. Este nuevo frente abre un capítulo adicional de violencia regional que preocupa a la comunidad internacional.
Un futuro incierto: ¿cómo se escribe el próximo capítulo?
El conflicto no parece tener una salida inmediata. Las presiones internas del gobierno israelí, las protestas ciudadanas, y la crisis humanitaria en Gaza crean una tormenta perfecta que mantiene a la región sumida en la incertidumbre.
La paradoja es cruel: seguir combatiendo podría desencadenar la muerte de más rehenes. Pactar un alto al fuego podría representar la caída del gobierno. Y entretanto, miles de civiles —israelíes y gazatíes— siguen pagando el precio.
Para los manifestantes del domingo, sin embargo, la elección está clara: la vida humana debe estar por encima de la política. Una decisión que, al parecer, Netanyahu aún no está dispuesto a tomar.
La historia de este enfrentamiento está lejos de llegar a su capítulo final.