Los nuevos vehículos eléctricos del Servicio Postal de EE. UU.: ¿avance histórico o gasto innecesario?

Análisis sobre la electrificación de la flota de correos más grande del gobierno federal y el enfrentamiento político que amenaza con revertir su progreso

El inicio de una nueva era en la entrega de correo

En un ambicioso intento por modernizar la flota de vehículos del Servicio Postal de los Estados Unidos (USPS), la administración del presidente Joe Biden respaldó una inversión histórica para sustituir miles de furgonetas a gasolina por unidades eléctricas. La decisión también respondía a un objetivo ambiental de gran relevancia: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y avanzar sustancialmente en la descarbonización del transporte.

Durante décadas, los icónicos camiones blancos de USPS han recorrido las calles del país llevando cartas y paquetes. Sin embargo, la mayoría de estas unidades son ineficientes, contaminan considerablemente y tienen más de treinta años de antigüedad. El modelo más común, el Grumman LLV, consume apenas 9 millas por galón y está claramente desactualizado ante los estándares modernos.

Un proyecto con respaldo presidencial

Amparado por el plan 'Deliver for America', el USPS realizó un pedido de más de 66,000 vehículos eléctricos (VE) para ser desplegados antes de 2028. Este paso forma parte de un programa de modernización más amplio, valorado en 40 mil millones de dólares y diseñado para estabilizar financieramente la agencia.

Los nuevos vehículos forman parte de un acuerdo con Oshkosh Defense, una empresa con sede en Wisconsin, que se encargará de proveer hasta 165,000 unidades en una combinación de versiones eléctricas e híbridas de combustión.

Este cambio ha sido reconocido a nivel federal, al punto de que en 2024 el USPS fue galardonado con un Premio Presidencial de Sostenibilidad por su esfuerzo en electrificar la mayor flota federal del país.

Beneficios ambientales en cifras

Un estudio elaborado en 2022 por la Universidad de Michigan estima que si se implementaran completamente los vehículos eléctricos, se lograría una reducción de hasta 20 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero en un plazo de 20 años. Aunque esto representa una pequeña fracción de las más de 6,000 millones de toneladas métricas que emite anualmente EE. UU., los expertos insisten en su valor simbólico y estratégico.

“Ya nos estamos quedando cortos en los objetivos de reducción de emisiones,” señaló Gregory A. Keoleian, codirector del Center for Sustainable Systems de la Universidad de Michigan. “Revertir esta electrificación enviaría una señal negativa al progreso que ya ha sido logrado.”

Una herramienta perfecta para rutas postales

Según estudios de eficiencia, los vehículos postales son candidatos ideales para electrificación:

  • Las rutas abarcan menos de 30 millas por día.
  • Se realizan múltiples paradas, lo que permite maximizar el aprovechamiento del frenado regenerativo.
  • Las rutas están preestablecidas, lo que facilita la planificación energética.

“Es la aplicación perfecta para un vehículo eléctrico”, explicó Maxwell Woody, autor principal del estudio de la Universidad de Michigan. “Además, es particularmente ineficiente operar estas rutas con motores de combustión interna.”

La oposición conservadora: ¿gasto innecesario?

No todos aplauden el cambio. Legisladores conservadores, entre ellos la senadora Joni Ernst (R-Iowa), abogan por cancelar parte de los $3,000 millones provenientes de la Inflation Reduction Act destinados al plan, calificándolo de “despilfarro” y “ejemplo de ineficiencia.”

“La producción de los nuevos vehículos está muy retrasada. No tiene sentido insistir en una flota completamente eléctrica cuando el proveedor no cumple con el contrato,” afirmó Ernst en la Feria Estatal de Iowa.

Ernst, al igual que otros miembros del Partido Republicano como el representante Michael Cloud (R-Texas), sostiene que los vehículos actuales no están rindiendo como se esperaba. Según ellos, entre los defectos destacan el desempeño en climas fríos, fallas técnicas y sobrecostos.

¿Qué dice el USPS?

Kim Frum, vocera del Servicio Postal, respondió que los problemas de producción han sido menores y se esperaban en la etapa inicial de implementación. “La rampa de producción fue planificada precisamente para gestionar cualquier dificultad técnica o de distribución que pudiera surgir,” aseguró.

Para 2025, el USPS ya había recibido 300 NGDVs eléctricos y 1,000 unidades a gasolina. Además, se habían entregado más de 8,200 unidades eléctricas de modelo Ford E-Transit, de un pedido total de 9,250.

Esto indica que el sistema de electrificación sigue su curso, y que las decisiones de compra se realizan con criterios financieros, priorizando las rutas y zonas donde los vehículos eléctricos representen auténticos ahorros operativos.

La nueva generación de vehículos

Los nuevos NGDVs destacan tanto por su diseño como por su funcionalidad. Lejos de ser simples furgonetas, incluyen:

  • Aire acondicionado
  • Mayor capacidad de carga
  • Bolsa de aire y frenado ABS
  • Sensores de colisión y monitoreo de punto ciego
  • Cámaras de visión 360 grados

Douglas Lape, ex cartero y actual asesor en la Asociación Nacional de Carteros, afirmó: “He estado en la planta de Oshkosh cuando era solo un almacén. Ahora es una instalación completamente funcional que prensa, ensambla y prueba los vehículos in situ. Es notable.”

¿Se cancela el futuro eléctrico?

El verdadero dilema es político. A pesar del marco legal ya ejecutado y de la adjudicación concreta de contratos, los detractores buscan derogar parcialmente los fondos o forzar un freno normativo al modelo eléctrico.

Para Donald Maston, presidente de la Asociación Nacional de Carteros Rurales, esa decisión sería contraproducente: “Sería una miopía legislativa. Cancelar ahora desperdiciaría millones ya invertidos en infraestructura, diseño y formación.”

En efecto, el USPS ha comenzado a colocar infraestructura de carga en múltiples centros logísticos postales del país, lo que conlleva una inversión considerable cuyo retorno solo cobrará sentido con una flota eléctrica operativa.

Modernización con impacto federal

El USPS no opera con fondos directos del presupuesto federal. Se financia mediante la venta de franqueo y productos postales, por lo que cualquier transformación depende de que sus inversiones sean eficientes. No obstante, siendo la agencia federal con la mayor flota, representa un ejemplo trascendental para otras instituciones.

El expresidente Louis DeJoy —quien actuó bajo la administración Trump pero continuó su cargo en la era Biden—, dijo en 2022 que el objetivo era alcanzar una flota predominantemente cero emisiones para 2026.

Y ese plan incluye una combinación sensata de modelos eléctricos y algunas unidades a combustión para rutas largas o rurales donde aún la electrificación presenta desafíos logísticos.

Un debate que va más allá del correo

Este no es simplemente un debate sobre camiones postales: es un debate sobre el rumbo energético de la nación. ¿Estados Unidos encabezará la transición a la movilidad limpia, o retrocederá ante las presiones políticas y económicas?

En palabras de Keoleian: “El tiempo para actuar es ahora. Las decisiones que tomemos hoy marcarán el impacto climático que dejaremos a las futuras generaciones.”

La flota postal se ha transformado en un símbolo inesperado de una lucha mayor: el combate contra la emergencia climática y la modernización institucional frente al inmovilismo político.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press