“Honey Don’t!”: El regreso de Ethan Coen con una sátira lesbiana, B-movie y ferozmente divertida
Margaret Qualley brilla con fuerza como la inolvidable Honey O’Donahue en esta comedia noir protagonizada por personajes excéntricos, violencia absurda y un reverendo interpretado por Chris Evans en su papel más raro y magnético
Un misterio B-movie, queer y con aires de noir
En un verano californiano sofocante, los cuerpos se acumulan, los secretos se multiplican y el sol implacable baña cada escena con una ironía visual brutal: así es "Honey Don't!", una nueva incursión cinematográfica de Ethan Coen y Tricia Cooke dentro de su llamado “trilogía lésbica B-movie”. ¿El resultado? Una comedia negra que pisa fuerte en el terreno del absurdo, la sátira sociocultural y el empoderamiento queer. La protagonista es Honey O’Donahue (interpretada con magnetismo por Margaret Qualley), una investigadora privada que se pasea por Bakersfield, California, con tacones altos, seda brillante y lápiz labial rojo cereza. Think: Veronica Mars meets Philip Marlowe en un spin-off lésbico dirigidísimo al corazón del pulp.Una ciudad de inadaptados y dientes perdidos
La elección del escenario no es accidental. Bakersfield, bajo la lente de Coen y Cooke, es un lugar donde abundan los perdedores, inadaptados y almas errantes. Los delincuentes son carismáticamente incompetentes, los oficiales de policía, como el hilarante Charlie Day en su rol de Marty Metakawitch, están más perdidos que un GPS en Marte, y los bares están regentados por barmans hoscos como Don Swayze. En medio de este carnaval de personajes inolvidables, Honey destaca no solo por su estilo sino por lo que representa: una mujer empoderada, lesbiana y sin paciencia para hombres que intenten “convertirla”. Si tomáramos un trago cada vez que repite “me gustan las chicas”, no terminaríamos sobrios el primer acto.Chris Evans, reverendo y sociópata
El antagonista y bienvenido elemento de caos es el reverendo Drew Devlin, interpretado por un Chris Evans desatado y deliciosamente bizarro. Con su sonrisa Colgate y su cuerpo en perpetuo semi-desnudo, Evans le da vida a un líder religioso influencer que además trafica drogas, organiza asesinatos y seduce a generaciones de seguidores ingenuos. ¿Su jefe? Nada menos que “los franceses” (sí, así de misterioso y cómicamente impreciso). Devlin es una amalgama de televangelistas reales y gurús de Instagram, una crítica punzante al culto a la celebridad espiritual. Como dice Honey en uno de los diálogos memorables: “Hay más cocaína que cálices en esa iglesia”.Un crimen y muchas razones para seguir investigando
El punto de partida de la trama es un asesinato vehicular sospechoso. La víctima era un potencial cliente de Honey, lo que la lleva a investigar en un mundo donde sus casos habituales de “cónyuges infieles” quedan rápidamente atrás. La historia se enreda con múltiples muertes sospechosas, una sobrina problemática (genial Talia Ryder como Corinne), y un romance explosivo con una oficial de policía interpretada por Aubrey Plaza (MG Falcone), quien canaliza puro deseo, dinamismo y una cuota de caos emocional.Más espíritu de serie que de película
Hay quienes señalarán que Honey Don’t! se siente más como el primer capítulo de una serie que como una película redonda. Es una crítica válida, pero que a su vez refleja una virtud: el universo que construyen Coen y Cooke es tan vibrante, extraño y propenso al desastre que uno desea volver, episodio tras episodio. Los guiños a obras lynchianas como Mullholland Drive o incluso a The Naked Gun dan a la cinta una tonalidad que no teme mezclar lo grotesco con lo sensual, lo violento con lo hilarante. Incluso los crímenes más brutales tienen un aura kitsch que convierte lo horroroso en burlesco.90 minutos muy bien aprovechados
Con un ritmo ágil y una duración inferior a los 90 minutos, Honey Don’t! es un ejemplo perfecto de cómo la contención narrativa puede ser poderosa. Coen y Cooke no se enredan en exceso: presentan personajes atractivos, conflictos claros y bromas afiladas sin miedo a mancharse con sangre. El guion —mucho más equilibrado que el de su trabajo anterior, Drive Away Dolls— apuesta por un humor oscuro pero refrescantemente inclusivo. Es queer, es violento, es sexy y “pulp” hasta la médula. Y lo mejor: sus diálogos están cargados de citas memorables para fans del género.Hacia una saga de culto
¿Estamos frente al inicio de una saga de culto? Muy probablemente. Si esta es la segunda entrega de la “trilogía lésbica B-movie”, la tercera podría ser, fácilmente, su The Big Lebowski. Mientras tanto, lo que Honey Don’t! nos ofrece es ya de por sí una joya excéntrica: una cinta que se atreve a cruzar géneros, romper moldes y hacer de cada cliché una sátira brillante. Un himno moderno al cine trash elevado con sentido del humor, crítica social y ritmo imparable.Ficha de la película
- Título: Honey Don’t!
- Dirección: Ethan Coen y Tricia Cooke
- Duración: 88 minutos
- Género: Comedia Negra, B-Movie, Noir lésbico
- Reparto destacado: Margaret Qualley, Chris Evans, Aubrey Plaza, Don Swayze, Charlie Day
- Calificación MPAA: R (violencia intensa, lenguaje explícito, desnudos gráficos, contenido sexual fuerte)
Valoración final ⭐⭐⭐⭐
**4 estrellas de 5** - Por su valentía estética, sus actuaciones memorables y su capacidad de convertir el absurdo en crítica afilada. Honey, por favor, no te detengas. Este artículo fue redactado con información de Associated Press